Suavis inimicitia


Los meses lentamente iban pasando,la criatura crecía en el vientre de Adriana,ella aún seguía con nauseas y mareos,su vientre crecía día a día su hijo cada día se volvía más fuerte.

Aníbal aunque mantenía una actitud algo alejada y fría de su esposa y trataba de desentenderse del bebé no podía,algo dentro de él en el fondo se preocupaba  por ambos,pero seguía manteniendo una actitud distante e incluso desagradable.

A los cinco meses de embarazo,Adriana no cesaba de acariciar su voluptuoso vientre,notando el movimiento de su hijo cada vez que se movía en sus entrañas,no cesaba de hablare y de tararearle canciones.Pudo comprobar que cuando el pequeño se excedía con sus pataditas al entonar una melodía Adriana el bebé cesaba.

Pero no todo era bueno,Adriana se sentía demasiado cargada a veces y agotada,pasaba a veces gran parte del día durmiendo. Le preguntó a su cuñada si eso era lo normal y una vez que Dido le aseguró que si lo era cesó de preocuparse.
Pero también estaba la presión que tenía de que ese bebé debía de ser un varón,Aníbal se lo había recordado muchas veces.

-Tú quisiste que tuviésemos un hijo,espero que al menos sea varón.- fueron algunas de sus palabras.
Adriana le contaba a veces del embarazo a Aníbal,este parecía ignorarla por completo.

Por las noches,el bebé parecía que se animaba más y pateaba más a la pobre Adriana,que reía por no llorar.

-Pareces una loca riéndote sola.....

-Toca,nota cómo se mueve tu hijo.Ha salido guerrero....cómo tú....-Aníbal suspiro y se tumbo de lado dándole la espalda a Adriana,la cuál le miró resignada,con voz suave .

-"Mi bueno y tierno hijo,
  no tiene miedo y no se asusta.
 Mi sol,duerme y sueña feliz,
 siempre tú mi arrullo llevar,
y así yo estaré junto a ti"

El suave canto de Adriana pareció tener efecto en el bebé que dejo de dar pataditas,y también en Aníbal que esbozó una leve sonrisa al escuchar la canción de Adriana.

Continuara......

 


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