Suavis inimicitia


En lo que Aníbal cumplía su venganza personal,Adriana tuvo varias visitas de Adelphos,sí salia de casa lo hacía con Dido y misteriosamente un encapuchado iba con ellas: Adelphos.

El muchacho seguía empeñado en conquistar a Adriana,a pesar de que ella estaba casada.
Una tarde,estaban los dos solos paseando por el puerto de Cartago,Dido tuvo que ausentarse porque Âkil estaba enfermo y su madre se quedo para cuidarle. Adelphos cómo siempre hablaba sin parar y Adriana lo escuchaba pacientemente,pero se la notaba cómo ausente sin pestar atención alguna a las palabras de su primo.

-Y así mi senadores decidieron subirse encima de la mesa y ponerse a bailar dando palmas.

-Ajá....

-Adriana,¿me estas escuchando o le estoy hablando a una pared?- la joven le miro y empezó a musitar una disculpa,pero Adelphos con suma dulzura puso uno de sus dedos sobre los labios de Adriana.

-Adriana,no digas nada.Quiero sincerarme.-suspiró profundamente y miró a Adriana con innegable ternura y amor. -Sé que Aníbal te tiene confundida pero....mi amor por los dioses recapacita,¿quién te ha amado como yo? Te vi reír,llorar....te hacía reír,te consolaba,te escuchaba.

-Adelphos.....

-No es  lo mismo hacer el sexo a que te hagan el amor. Adriana yo....yo sé que puedo hacerte feliz....por favor.....podemos huir.Irnos a Escandinavia....tú y yo sólos,lejos de Roma y Cartago.- sin más la abrazó contra si,tratando de convencerla de que podían ser felices,podía nacer el amor en ella.

Ilusiones.Adriana estaba enamorada de Aníbal.
Le costo reconocerlo,pero le amaba.Le había amado desde el momento en que por primera vez sus ojos se cruzaron,cuando ella era una niña.Y ahora ella penaba por su ausencia en Libia.

-Adelphos....estoy enamorada de Aníbal.- estas palabras fueron cómo una sentencia de muerte para Adelphos.Adriana,su Adriana,¿enamorada de  ese hombre?

-Adriana por favor....¿quién te ama cómo yo? Nunca te hará feliz....yo sé que puedo.

-Lo siento.Nunca podre sentir esto por otra persona.Verás Adelphos,le conocí de niña.- le relato a su primo,a su confidente casi todo.Sólo le contó que Aníbal estuvo en el asalto a Siracusa.
Adelphos abrió la boca sorprendido,¿había estado el día en que asesinaron a su tía Cibeles? Aníbal había sido quién puso a Adriana sobre el altar a la diosa Diana.

-Aunque tengas dueño,sólo sueño con ser tu protector.Adriana,pasado mañana volveré a Sardonia.Piensatelo y si mañana me lo dices,huimos tu y yo a Sardonia y de allí a dónde sea.

No lo pensó.Adriana lloro un poco de soledad en la cama matrimonial.Sola,no hacía cómo otras mujeres de militares de meter al amente en casa aprovechando la ausencia del marido.No.Ella permanecía fiel a él.Dispuesta a celebrar con él su triunfo y a consolarle en la derrota.

Pasaron tres días,fue a despedir a Adelphos al puerto,ambos primos se dieron un cálido abrazo,cargado de amor y de cariño.
Al cuarto día volvió Aníbal.Triunfante,había ganado y cuando volvió a casa el reencuentro con su esposa fue apasionado.
No estaba curado del todo de la batalla,ya que la tomo con un salvajismo increíble,no dijo nada en todo el acto que no fuesen gruñidos y gemidos.Parecía un león en celo apareándose con su hembra.
Una vez terminado el salvaje reencuentro,Adriana se acurruco contra él,buscando sus mimos y su calor. Obtuvo rechazó por parte de su marido.

-Aníbal....-sin más,sin decir nada,cerró los ojos,cansado y no tardo en dormirse completamente satisfecho sexualmente.

-Aníbal....-repitió la joven dolida por el rechazo de su esposo,¿había elegido bien? Entre el amor y el cariño....entre Aníbal y Adelphos ¿eligió bien quedándose con el amor que ella procesaba a su esposo o debió elegir el amor y el cariño de Adelphos?

Continuara.....

Comentarios

Entradas populares