Suavis Inimicitia


- Estamos llegando a los límites que nos dio Roma , sabes que tenemos un pacto y de esta zona no podemos cruzar , además , míralos , son miles y miles de Íberos y esta vez ya saben que estamos aquí , no podemos pedir refuerzos cada dos por tres , nuestras mujeres se llevarán el día copulando y los niños tendrán que crecer a una velocidad increíble si queremos más soldados..- Aderbal estaba de los nervios , se noyaba a tres leguas y parecía que Aníbal pasaba de él , sobre todo cuando hizo ese último chiste.





- Ya sé que esta vez no le pillaremos por sorpresa , es lo que quiero , esta vez vamos a dar la cara de verdad y aplastar a esos Íberos , así que cállate y vete a la fila para dar la orden de ataque cuando yo te diga..- Aníbal se giró furioso en su tienda y apartó a Aderbal de un empujón , algo mal visto entre amigos , así era Aníbal.





Tras reuniri a todo el ejército y llevarlos al prado donde tendrían ese brutal combate  , se colocó en la fila , caminó frente a la primera línea de su gran ejército , todos armados con lanzas , escudos y espadas. Miró al grupo y alzó la voz.





- Si no vais a dar la cara por vuestro Imperio , es mejor que os vaayáis como cobardes , pero si os vais a quedar para dar la cara , morid como bravos y valientes guerreros..




A los íberos no se le veían preocupados , eran más , más grandes y más fuertes , con mejores armas y más aliados , pero eso no significaba nada , no iban a tener piedad con esos salvajes , sería una larga y dura guerra , pero  por lo menos no se echarían atrás , no ese día.
Uno de los soldados más grandes de los Íberos dio un paso al frente y comenzó a caminar donde el ejército contrario se encontraba , gritando algo en su lengua , no parecía demasiado agradable.



Aníbal no tardó nada en hacer lo mismo , nadie se le ponía bravo en una guerra y menos un salvaje . Comenzó a caminar con su espada desenvainada  y nada más llegar a colocarse  frente a él sin llegar a estar muy cerca esquivó el golpe del íbero , el cual lanzó con rapidez y a traición , esquivó unos cuantos puñetazos y espadazos del mismo , como si nada  y tras eso esperó a que le lanzase otro , cuando lo hizo pasó bajo su brazo , agarró su espada  con fuerza , se agachó y lanzó  su espadazo m cortándole una pierna al Íbero , una vez este estaba en e suelo dolorido y desangrándose agarró su espada y la hundió en su pecho  , dándole una rápida ejecución.




Continuará....

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