Suavis Inimicita


Tener a Selene con sus hijos en casa era bastante divertido para Adriana a excepción de cuando Selene y Aníbal discutían,cosa que por desgracia eran muy a menudo. Selene y Aníbal se peleaban por la mínima provocación,da igual quién de los dos empezase,siempre acaban a gritos.Por ese motivo Adriana trataba de mantenerse neutral en todo momento. Si tenía que elegir entre su hermana y su esposo no sabría a que lado ponerse.
Pero toda paciencia tiene un límite,de modo que en una de tantas peleas entre cuñados por una cosa estúpida e insignificante cómo siempre,pero ya la paciencia de Adriana llegó al límite.

-¡¡BASTA YA!!- gritó furiosa con ambos,haciendo que la discusión cesase por unos instantes.

-Adriana....-murmuro Selene notablemente impresionada,su hermana rara vez estallaba enfadada.

-Kshyqti.-dijo el púnico picando a la romana,Selene odiaba el nombre púnico que su hermana debía usar.Aníbal lo sabía y llamaba así a su esposa para provocara su cuñada.

-¡Mira pedazo de idiota,se llama Adriana,no Kshyqti!- Adriana no aguanto más,salió de la habitación en la que ambos estaban para estar sola con su hijo que seguramente estaría despierto.Cosa que no se equivoco.

-Hola mi amor...-susurro Adriana cogiendo a su hijo de seis meses en brazos,Sadik no tardo en aferrarse con sus manitas a su madre,realmente el niño desde siempre había tenido más cariño a su madre que a cualquier otra persona de su ambiente.
Sadik clavó sus ojos en su madre sonriendo,sus pequeños labios se entreabrieron y salió de ellos algo que Adriana no se esperaba.

-Ma.....mi.....

-¿Q-qué dijiste?- preguntó Adriana abriendo mucho sus ojos sin poder creerse que su hijo hubiese dicho su primera palabra ya,¡juraría que había dicho mami!

-Ma....mi- repitió el niño,arrancándole la sonrisa de felicidad que tanto necesitaba su madre.Adriana lo estrecho contra ella con sumo cuidado,riendo de felicidad ¡su niño ya hablaba!

-Mi Sadik....mi niño....mi príncipe....-decía absorta de amor Adriana.


-Ya conseguiste que se fuera,bruja- ambos cuñados seguían absortos en su guerra personal.

-Se fue por tu culpa,imbécil.- Aníbal ya harto de su cuñada,la acorralo contra la pared con gesto amenazador,Selene acabo agachando las orejas,aunque si se encaraba con Aníbal debía reconocer que le asustaba ese hombre.

-Estoy harto de ti Selene,a él maricón de tu esposo más le vale darte una buena paliza para que respetes.

-Mi esposo no me levantaría la mano....

-O yo sí.Puede que él no,pero a mi provócame más y te doy tal paliza que te vuelves a rastras al nido de ratas que es Roma.- tras esta amenaza Aníbal la dejo allí,contra la pared,asustada,hablaba en serio.
Aníbal fue a buscar a su esposa y la encontró en la habitación del niño,sentada en el suelo con Sadik entre sus brazos,llorando.

-¿Por qué lloras ahora,mujer?

-Aníbal....me ha llamado mami....-Aníbal se dio cuenta de que las lágrimas de Adriana eran de felicidad,suponía que el enfado se le había disipado,una lástima,le había gustado verla enfadada.

-¿Ya no estas enfadada?

-No.- contestó la princesa observando a su pequeño con el amor más grande que le cabía en sus extrañas.

-Lástima.Me ha puesto bastante cachondo verte enfadada.

-¡Aníbal!

-¿Qué? Tarde o temprano el crío oirá esas palabras,mejor que las oiga de su padre.- Adriana puso los ojos en blanco ¡será vasto! En uno de los escasísimos momentos de cierta ternura de Aníbal con su familia,se sentó en el suelo al lado de Adriana y apoyo la cabeza en el hombro de su mujer,así si había paz.

Continuara.....

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