Suavis Inimicitia "Venganza y vuelta a casa"


A su vez, Adelphos llegó a la tienda del pretor arrastrando a Aurelia del brazo. Cuando Cayo vio que irrumpía en su tienda el príncipe de Sardonia se puso pálido de golpe,¿qué hacía ahí Adelphos? Era una muy mala señal que estuviese ahí.

-Salve,príncipe Adelphos Iulia- trató de sonar tranquilo,pero se noto un deje de nerviosismo en la voz del hombre. Adelphos arrojó a Aurelia a los brazos de su esposo sin expresión alguna en su rostro.

-Salve,pretor Cayo Meredio....

-¿Qué fortuna me traen los dioses para que el príncipe de Sardonia venga a mi campamento....solo?- no era tan joven como Adelphos,de hecho Adelphos estaba en la flor de la vida,pero Cayo creía que Adelphos estaba solo y que si se deshacía de él no pasaría nada,ya que sospechaba que Adelphos estaba ahí porque fue descubierto su tortura a nativos y desviación de fondos para la campaña militar a sus propias arcas.

-Mejor hablemos fuera. Hay alguien que quiere verte....-sin palabra más alguna,Adelphos salió de la tienda haciendo que Cayo fuese tras él,eso si,el pretor no iba muy confiado,le preocupaba que aquel joven insistiese en hablar fuera con él,¿qué estaría tramando Adelphos? Pero cuando vio que de una de las tiendas salia un pequeño grupo de cartagineses llevándose a los dos prisioneros se quedo de piedra,y más cuando vio a Aníbal llevando en brazos a Adriana,quién llevaba a la niña en brazos y que iban seguidos por Sadik, Bolmícar llevaba a Élbir sobre sus hombros como si de una oveja se tratase.

-No.....

-Cayo Meredio de la casa Meredio,sois acusado por el senado de Roma por corrupción,maltrato y vejación de población inocente en la campaña de Iberia puesta por el senado de Roma. El senado ordena que seas llevado a Roma para ser juzgado y después condenado. Pero dado que has torturado,vejado y maltratado a una ciudadana romana y le has negado sus derechos y más siendo dicha ciudadana princesa de la ciudad de Siracusa,Adriana Augustus,la autoridad de Roma me da permiso a condenarte a la pena que yo quisiera.- dijo Adelphos con solemnidad y con voz alta y clara para que todos los presentes le oyeran.

-¿Era Adriana?- preguntó Aurelia en voz baja,nadie hizo caso a ese comentario por parte de la mujer,así que Adelphos le dirigió una mirada a Aníbal para esperar a que hiciese lo que quería,de modo que llevando aún a Adriana y a su hija,se acercó a Adelphos para que el romano tomase a su esposa en brazos en lo que él cumplía su venganza.

-Hey,Adri...-susurró Adelphos una vez tuvo a su prima en brazos,ella solo esbozo una muy cansada sonrisa.

-Salve,Delphos- el príncipe deposito un breve beso en la frente de su prima,debía descansar todo lo que pusiera y más.
Aníbal desenvaino la falcata,apretando la empuñadura de la espada,ese hombre se había pasado con su mujer,había tratado de quitarle a sus hijos y quería mandar al circo de gladiadores a uno de sus hombres, iba a pagar con su vida. Nadie tocaba a su familia y salía ileso.

-Así que....¡¿tú te has atrevido a tocar a mi mujer y tratar de quedarte con mis hijos?!- bramó Aníbal agarrando a pretor de las ropas,patéticamente Cayo llamo a sus hombres,pero estos no le hicieron caso ante su asombro.

-A parte de mis hombres...el resto de esta Legión será pagada si declara de que Cayo Meredio fue asesinado por íberos- dijo Adelphos mirando a los legionarios,los soldados rieron por lo bajo,debían de admitir que el pago que les daría Adelphos sería mayor que la paga que recibirían por estar de campaña en Iberia.

-¡Contesta en vez de llorar como un cobarde!- bramó Aníbal casi ahogando a Cayo.

-S-sí....-musitó Cayo rezando mentalmente a Plutón,el dios romano del Inframundo,ya que se veía en breve cruzando el Hades por culpa de ese cartaginés.

-Me has ahorrado mucho tiempo de interrogatorio,carroña....- sin palabra más,Aníbal de un movimiento,hundió su espada en el estómago de Cayo y pronto sus blancas ropas se tiñeron de rojo y la vida poco a poco fue saliendo del romano,cayendo muerto en pocos segundos,haciendo que Aurelia diese un agudo chillido de puro miedo porque creía que ese sería su destino. Pero no lo sería. Ella en realidad no había hecho nada porque sólo fue cómplice de su marido y no llegó a llevarse a los hijos de Adriana.
Una vez Aníbal asesinó al pretor y que Adelphos les dijo que él tenía que quedarse una semana como máximo ahí para organizar la vuelta a Roma,decidieron irse. Pero antes de irse,Kara,que ya era libre junto con su gente,les una cosa para que Adriana y Élbir durmiesen bien el camino de vuelta a Cartago,les dio un bebedizo a base de hierbas que cuando lo tomaron no tardaron en quedarse dormidos. A Sadik y Aradna no les hizo falta,al ser tan pequeños y haber vivido tanto en tan poco tiempo les dejo agotados...


Cuando Adriana despertó creía que había dormido días y esperaba encontrarse en Iberia aún,pero se encontró en una blanda y confortable cama,las sábanas olían limpias y eran de un blanco inmaculado,la habitación estaba a oscuras. Se incorporo en la cama,aún dolorida pero bastante menos y miro de manera circular la estancia y no tardo en reconocerla. Era su habitación matrimonial en Cartago,¡¿estaba en casa o sólo era un sueño?! Se levantó de la cama para acercarse al balcón y descorrió las cortinas para encontrarse con la imagen del magnifico puerto de Cartago,inspiró profundamente para que el olor con sabor a sal de la brisa le llegase a los pulmones,no soñaba,estaba en Cartago.

-Buenos días,dormilona- Adriana dio un respingón y miró a la puerta para ver que quien estaba en la puerta,mirándola con una sonrisa en la cara era Dido,su cuñada. Adriana se abalanzo sobre Dido para abrazarla con fuerza,la había extrañado muchísimo,ya que consideraba a Dido como su hermana.

-¡Dido! Dido....¿cuando llegamos a Cartago?

-Hace tres días,tanto tú como los pequeños y Élbir estabais dormidos desde hacía días. Normal,Aníbal me contó todo lo que os paso en Iberia. Y también lo de.....el campamento romano- dijo Dido con cierto tabú. Adriana sólo se encogió de hombros.

-No pasa nada Dido,es la verdad. ¿Y Aníbal?

-Tuvo que ir con Aderbal al senado de Cartago para una reunión,el informe de la campaña,hasta la tarde no vienen- la verdad es que Adriana prefería darse un buen baño primero y pasar una tranquila mañana con Dido y ponerse al día con su querida cuñada. Ya por la tarde y por la noche estaría con su marido.

(Adelphos)
(Aníbal tras el asesinato del romano)
(Adriana)
(Dido)



Comentarios

  1. Muchas gracias por pasarte por mi blog, me alegro que te gusten mis dibujos. Tus relatos también son muy buenos, aunque no he leído todos y no siga muy bien el hilo de la historia, se nota que te gusta escribir y lo haces muy bien.
    Un abrazo :)

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    1. Hola,gracias por tu comentario :3 me agrada que te gusten mis relatos,espero verte mas a menudo por aqui n.n
      Un beso

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  2. me ha encantado, me alegra que ya estén a salvo :).

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