Suavis Inimicitia "Hechando de menos y la frontera"
Días más tarde en los que empezó la batalla,la cuál
perdieron los íberos y se refugiaron nuevamente en las murallas de
su ciudad,pero esta vez los púnicos consiguieron tomar la ciudad.
Finalmente los cartagineses consiguieron aplastar a los íberos
rebeldes de Baécula, lo habían conseguido,tras casi tres meses de
campaña militar habían acabado con ellos. La ciudad íbera que
asediaban fue quemada hasta sus cimientos,la población acabo por ser
asesinada o apresados para ser vendidos como esclavos en el mercado
de esclavos de Cartago.
Pero en vez de celebrar la victoria militar como hacían
sus hombres,Aníbal permanecía en su tienda,estaba cansado y
herido,había recibido una herida que le dejaría otra cicatriz en la
pierna,pero estaba bien. Estaba mirando unos pergaminos que tenía
encima de su mesa donde se encontraban unas cartas para el senado de
Cartago,además de planos del terreno de Baécula,pero todo esto era
para aparentar,le tenía absorto otro pergamino en el que trazaba
esbozos con un cincel mojado en tinta. Una cosa que muy poca gente
sabía de Aníbal era que tenía cierta vena artística,dibujaba
bastante bien,de hecho los planos que tenía sobre la mesa los había
dibujado él. Pero en este caso lo que dibujaba era algo que luego
tendría que guardar;un dibujo en el que se veía con gran realismo a
su esposa sosteniendo entre sus brazos un pequeño cervatillo. Era
evidente el porque lo del ciervo,por los ojos de Adriana y por
Sicilia. Tenía más dibujos guardados bajo siete llaves,la mayoría
sobre su mujer,pero otros eran de sus hijos. Rara vez se dedicaba por
completo a ese pasatiempo, pero no tenía ganas de celebrar la
victoria. A la mañana siguiente partiría a Cartago Nova,calculaba
que ya habrían llegado su familia y Élbir.
-¡Aníbal!- una vez más,Aderbal entró en la tienda
de su general sin pedir permiso,ventajas de ser el lugarteniente de
Aníbal además de su mejor amigo.
-Dime- Aderbal conocía la faceta artística de
Aníbal,por tanto Aníbal continuo con el dibujo,estaba terminado de
perfilar los pliegues de la ropa. Aderbal pudo mirarlo por encima,le
sorprendía el nivel de realismo que conseguía Aníbal cuando se
ponía a dibujar.
-Los hombres se preguntan porque no celebras la
victoria.
-No tengo ganas.
-Los extrañas,¿verdad?
-¿Tanto se nota?
-Yo si te lo noto.
-Envidio a Bolmícar,su familia sigue aquí con él.
Mientras yo tengo a mi mujer y a mis hijos solos por Iberia- Aníbal
sólo se sinceraba así con Aderbal,él era el único que había
visto la parte mas humana del general, a excepción de Adriana claro
esta.
-Pronto los tendrás otra vez a tu lado. ¿Mandaste al
senado el informe de la campaña?
-Sí. Menos mal que no hemos tenido que pedir refuerzos
a Cartago, el que esta ahora,Hannon, no es de fiar- Aderbal asintió
las palabras de su general,había que admitir que Hannon irradiaba
cierta ineptitud para el cargo que ocupaba en el senado de Cartago.
Hektclar era buen político,debería seguir en el cargo a pesar de su
edad.
Aníbal suspiró profundamente, pronto volverían a
Cartago,a su hogar. No le gustaba para nada Baécula ya que le traía
recuerdos no muy agradables de algún tiempo de convivencia con
Delinenar.
-”Ojalá”-pensó
Aníbal mirando el resultado de sus esbozos en el papel -”Ojalá
cada segundo que pase con Delinenar lo hubiese podido pasar con
Adriana”- pensó
distraído Aníbal mientras se levantaba para asomarse fuera de la
tienda para ver como sus hombres celebraban la victoria. En cuanto
despuntase el alba iría a Cartago Nova a por su familia. Ojalá
hubiesen llegado sin problema alguno.
Élbir,Adriana y los niños no habían llegado hasta
Cartago Nova tal y como suponía Aníbal , una vez habían dejado
atrás aquella ciudad íbera les toco seguir andando por el bosque,de
momento todo iba bien,hasta que les ataco un pequeño grupo de
ladrones,pero al estar sólo Élbir armado,les toco huir a través
del bosque,desviándose del camino correcto hasta Cartago Nova. Tanto
que llegaron a las orillas del Iberus,aquel río que delimitaba con
los territorios bárbaros de Iberia y donde se solían asentar a
veces castras romanas.
-¿Qué hacemos Élbir?- preguntó Adriana observando
las orillas del Iberus, Élbir no sabía que hacer,podían acudir a
los romanos,Adriana era romana y quizás les ayudarían a ella y a
sus hijos,pero a él lo más seguro es que no. Pero era la única
oportunidad de llegar hasta Cartago Nova.
-Cruzaremos el río. A ti y a tus hijos os ayudarán, a
mi quizás no....
-Te ayudarán,Élbir. Vamos a cruzar este río- antes
de comenzar a andar por la orilla del río,descansaron un rato. Menos
mal que en la ciudad en la que se hicieron pasar por israelitas
pudieron comprar algo de comida,aunque ya les quedaba poca,hacía
días que habían abandonado esa ciudad y desde entonces habían
acampado en el bosque,además de que Élbir se había encargado de
dejar las señas en los árboles que había acordado con su general
para para indicarle el camino que estaban siguiendo desde que dejaron
atrás el campamento en Baécula,dejando toscamente dibujado el
símbolo de la diosa Tanit.
Sadik se dedicaba a jugar en la orilla del río y
Aradna gateaba por el suelo vez bajo la mirada de su madre,quien no
pudo evitar sentirse tan orgullosa como el día que lo hizo Sadik.
Aradna tenía ya tenía siete meses y Sadik había cumplido los
cuatro años en Iberia.
-¿Crees que ya se habrán terminado las batallas en
Baécula?- preguntó ella mientras cogía una onza de pan que le
ofreció Élbir,el soldado se quedo pensativo unos instantes.
-Supongo que sí y Aníbal habrá partido ya a Cartago
Nova a buscarnos.
-Ojalá no haya pasado nada.
-Tranquila,estarán bien.
-¡Sadik! Ven a comer- el niño no tardo en ir junto
con los adultos para comer la poca comida que les quedaba.
-Mami,¿cuando llegaremos a Cartago Nova?- preguntó el
niño mientras comía,Adriana le regaño por hablar con la boca
llena,diciendo que eso era de mala educación.
-Llegaremos pronto,Sadik- intervino Élbir cogiendo a
Aradna del suelo y dándosela a su madre- Reanudemos la marcha,a nado
no podemos cruzar el río,pero más adelante el Iberus se estrechaba
lo suficiente para pasar a pie y mojarse hasta las rodillas- ya era
mediodía y quería que llegasen hasta una parte civilizada antes de
que la noche cayese en Iberia. Élbir y Adriana reanudaron la
caminata,llevando Adriana a la pequeña en brazos y llevando a Sadik
aferrado a sus faldas. No muy lejos del Iberus había asentada una
castra romana y podían ayudarles a llegar a Cartago Nova solamente
por Adriana por ser ella ciudadana romana y sus hijos medios romanos.
Pronto podrían descansar y comer bien. Y los más importante,pronto
volverían a casa.
(soledad)
(soledad)
(Élbir y Adriana)
Cuantas cosas les pasan! Las fotos son muy buena elección.
ResponderEliminarUn saludo!
Y las que les quedan por pasar,no va a ser un viaje agradable jeje. Gracias por tu comentario.
EliminarUn beso