Suavis Inimicitia "Salvados"
Aurelia buscó a Sadik llevando a Aradna en brazos y
cuando lo encontró se quedo helada al verlo en brazos de un soldados
cartaginés.
-¡Suéltale!- grito Aurelia muy asustada al ver al
pequeño que quería que fuese su hijo junto con un grupo de
soldados,al menos se calmo al ver a Adelphos,seguro que el sardónico
se pondría de su lado.
-¡Por los dioses,legionario, quitale al niño!
-No voy a quitarle al niño porque es hijo suyo-
Adelphos se encogió de hombros en lo que Sadik se acurrucaba en
brazos de su padre,desde bebé siempre se sentía seguro en brazos de
su padre,Aníbal irradiaba poder y fuerza por la dureza de su cuerpo.
-Dame al bebé,es mi hija- dijo Aníbal al principio
con voz tranquila,aunque estaba a punto de estallar.
-No....no voy a dártela...-musitó Aurelia,pero Aradna
se hecho a llorar,la mujer romana trato de calmarla,pero una cosa que
tenían los bebés era que solo los calmaba la voz de sus padres. De
modo que Aníbal con gesto serio y llevando aún a Sadik agarrado con
un brazo, se acercó a Aurelia,quién,asustada,no pudo evitar que
Aníbal cogiese a Aradna con su brazo libre.
-No llores hija mía,padre esta aquí- la voz de Aníbal
tuvo un efecto mágico y Aradna calló de inmediato y clavó sus ojos
casi dorados en su padre y se dibujo una sonrisa en su rostro
infantil. Aníbal se inclinó un poco sobre su hija y le dio un
breve beso en la frente.
-Aderbal,coge a la mujer,nos llevará al campamento.
-Sí- Aurelia le dedico una mirada horrorizada a
Adelphos,¿¡qué hacía ese soldado romano que se ponía de parte de
los púnicos!? ¡Era un traidor! La mujer lo que pasaba es que
desconocía que aquel soldado fuese el príncipe Adelphos Iulia,ya
que cuando lo vio era apenas un muchacho de diecisiete años y ahora
era un hombre de veintidós años y que las batallas le habían
cambiado,antes tenía una belleza casi de doncella ya que carecía de
barba y llevaba el pelo largo en una coleta,pero ahora lucía una
barba de tres días y llevaba el pelo corto. Estaba tan en shock por
que creía que iba a morir que no se resistió a cuando Aderbal la
agarró del brazo.
Mientras,Élbir había sido también arrojado a una
jaula al lado de la de Adriana,el joven soldado también estaba
gravemente herido,maltrecho,sucio y agotado,a esas alturas todos los
soldados lo habían usado de esclavo de prácticas.
-Élbir....- el joven levantó la cabeza al oír su
nombre de labios de Adriana.
-Adriana....
-Resiste...vamos a salir de aquí.....-musitaba
Adriana,ojalá los dioses les ayudasen, Adriana rezaba en silencio a
sus dioses,quería que todo eso fuese una horrible pesadilla y
despertase en Cartago,con la risa de sus hijos y el calor de su
marido....si era una pesadilla quería despertar ya que había oído
de los soldados que el pretor había fijado sus ojos en ella. No le
bastaba con robarle a sus hijos que encima quería deshonrarla.
Aurelia los condujo sin rechistar al campamento,con
Adelphos por delante porque tanto él cómo por Aurelia eran su
entrada al campamento y su garantía de que no les pasaría nada.
Además que Adelphos tenía entre los hombres de Cayo de infiltrados
a algunos de sus propios hombres.
Cuando los soldados vieron a Aurelia y a un soldado
romano les dejaron pasar,al ser ambos ciudadanos romanos creían que
Adelphos traía a los púnicos presos y escoltaba a Aurelia.
-Adelphos,vamos primero a por Adriana- dijo Aníbal de
manera tajante,Adelphos negó con la cabeza.
-No. Primero tengo que detener a Cayo.
-¡Primero Adriana!
-Aníbal,soy su primo,claro que quiero rescatarla el
primero. Pero ante todo soy capitán de IV Legión de Sardonia, me
debo a Roma. Ve tu a por Adriana y luego ve a dónde el pretor-
Adelphos se quedo pensativo unos segundos -Sé que quieres matarle.
Hazlo....pero que parezca un accidente- el sardónico le guiño un
ojo a Aníbal, si no lo hacía bien podía recaer toda la culpa sobre
Adelphos.
-Gracias- se separaron los púnicos del romano,quién
se llevó a Aurelia consigo, y con las indicaciones de Sadik pudieron
encontrar pronto la tienda dónde estaban presos Adriana y Élbir. El
soldado que estaba custodiando la entrada de la tienda no tardó en
recibir un fortísimo puñetazo en pleno rostro,por parte de
Bolmícar,ya que Aníbal tenía los brazos ocupados por los
niños,partiéndole la nariz,y cuando el soldado se agachó un poco
debido a que se arqueo por el dolor,Bolmícar,con su habitual fuerza
bruta, le dio un simple golpe en la cabeza,dejándole sin sentido
alguno,ya que el romano iba sin casco,en fin,para ellos un problema
menos.
Cuando entraron,Aníbal busco de inmediato a Adriana y
cuando la vio en ese estado lamentable,siendo atendida por Kara, se
le cayó el alma al suelo. Adriana estaba más delgada que antes de
irse,con el vestido hecho harapos,sucia,maltrecha y herida,heridas
que tardarían en curarse,pero no habría cicatriz alguna.
-Adriana.....- musitó acercándose a la jaula dónde
estaba su mujer,ella levantó la cabeza pesadamente para mirar a su
esposo,una muy débil sonrisa se dibujo en los labios de Adriana.
-Por fin....al fin viniste....- Aníbal dejo a Sadik en
el suelo y metió la mano entre los barrotes para poder tocar a
Adriana,pensó que todo eso era culpa suya,por haber traído consigo
a su familia a Iberia,nunca más lo haría.
-Perdóname,Adriana,ha sido todo culpa mía- la coraza
del corazón de Aníbal se destrozo brevemente,pero Adriana negó con
la cabeza pesadamente.
-No. No fue tu culpa. Yo te insistía en venir.....no
fue culpa de nadie- su tan tierna Adriana...no se merecía a aquella
mujer. Mientras se producía tal tierna escena,Bolmícar y Aderbal
contemplaron y trataron de sacarle alguna palabra a un destrozado
Élbir,el muchacho sólo les contestaba con monosílabos,agradecieron
profundamente a los dioses que estuviesen vivos, heridos y
agotados,pero vivos.
-¿Y las llaves? Vamos a sacaros de aquí- le preguntó
Aníbal a Adriana.
-La tiene el soldado de la entrada- el púnico sólo le
basto con mirar a Aderbal para que su amigo corriese a buscar las
llaves. Una vez apareció y abrió las puertas de la jaula y soltar
los grilletes de Adriana,la abrazo con cuidado contra su pecho,con la
hija de ambos en medio ya que aún él la seguía teniendo en
brazos,Sadik no tardó en abrazarse a su madre. Por fin juntos.
Me gustaria recordar mi cuenta de twitter por si quereis seguirme Sandryska18
ResponderEliminarSigue la cosa muy bien.
ResponderEliminarUn saludo dominical.
Hola,gracias por tu comentario n.n esta tarde sigue la historia
Eliminar