Suavis Inimicitia "Otro tipo de amor"
Dos días más tarde Marco y Junio estaban mejorando
notablemente gracias a los cuidados de Selene,había que admitir que
esa situación de que casi sus hijos estuviesen al borde de la muerte
despertó en ella los instintos maternales que parecían dormidos.
Julius se volvió a habituar al tener que criar niños,debía de
admitir que se moría por sus pequeños. Eso significaba que muy
pronto cada uno volvería a su hogar,aunque Sadik se lo pasaba en
grande con sus primos y no tenía muchas ganas de volver a Cartago.
Pero pronto tendría que volver a casa junto con sus padres.
Adriana,Selene y Ailis parecían felices estando las
tres juntas,Ailis aprovecho para preguntarles dudas sobre el embarazo
a ambas hermanas que le contestaron gustosas a todas y cada una de
las preguntas de Ailis.
Fabio a su vez también no paraba de preguntarle cosas
a Julius y Aníbal,el primero contestaba a todo,Aníbal a casi todo,a
algunas cosas no porque o no quería o no le apetecía. Adelphos con
todo esto se sentía bastante desplazado,era el único soltero,el
único sin pareja y se sentía bastante descolocado. De modo así
empezó una etapa un poco promiscua en Adelphos,esos dos días estuvo
acostándose con algunas de las esclavas de la casa Augustus,pero se
sentía un tanto vacío,pero era mejor que nada.
Adriana noto como su primo estaba bastante raro,de modo
que la tarde noche del tercer día,Adelphos estaba en uno de los
patios,donde estaba el manzano en la que un día tallo en el tronco
una frase que decía que él y Adriana estarían siempre juntos.
“Semper
simul et Adelphos Adriana” (Siempre juntos,Adelphos y Adriana)
-Adelphos-
el joven escuchó su nombre a sus espaldas y giró la cabeza
ligeramente para observar que quien le llamó era Adriana.
-Dime- Adriana se acercó a Adelphos y también observo
aquel árbol donde estaban aquellas inscripciones que hicieron de
niños,cuantísimos recuerdos le venían a la mente al ver aquellos
escritos tan torpemente hechos.
-Recuerdo que cuando eramos niños aquí me dijiste que
fuese tu novia- empezó a decir Adriana,mirando con cariño a
Adelphos,él correspondió esa mirada,cargada de ternura.
-Yo también me acuerdo,no me contestaste.
-Verás,es que cuando te iba a decir que si....me
tiraste de las coletas- no pudieron evitar echarse a reír por aquel
recuerdo,había que admitir que Adelphos de pequeño era bastante
travieso,siempre gustaba de hacer travesuras con las que siempre era
castigado y arrastrando muchas veces a sus castigos a su hermano,a
sus primas y a sus amigos. Cosas de la infancia,parecía que fuese
ayer,pero había que ser realistas y saber que todo aquello quedo
atrás,aunque refugiarse en el pasado era a veces un pequeño oasis
en el que refugiarse durante el largo camino de la adultez
-Entonces....¿si no te hubiese tirado de las coletas
ese día me habrías dicho que si?
-Sí- ambos primos se miraron a los ojos,había que
admitir que siempre entre ellos hubo un algo que Adelphos
identificaba como amor, Adriana simplemente como cariño.
Tímidamente,Adelphos tomo la mano de su prima,acariciándole la
suave piel de Adriana,ojalá hubiese sido todo distinto y la frase
escrita en el árbol hubiese sido acertada.
-Adriana,ojalá todo....
-Quisiera quererte como te mereces Adelphos,pero no
puedo.
-Lo sé- se dieron un cálido y fraternal abrazo,
quizás si los padres de Adriana no hubiesen muerto ese hubiese sido
su destino,pero al parecer Adriana estaba destinada a Aníbal desde
siempre,daba igual lo que hiciese Adelphos,Adriana no era una uxor
(mujer casada sin hijos) si no una mater (mujer casada con hijos)
estaba ligada para siempre a Aníbal. Renunció a ella por la
felicidad de Adriana.
-Adriana,yo....renunció a ti. Siempre seré tu amigo y
siempre te apoyaré,pero renunció a querer conquistarte. Cartago te
conquistó,creo que siempre perteneciste ahí realmente.
-¿Cómo?- ¿él le dijo que siempre perteneció a
Cartago?
-Sí.
Siempre fuiste una enamorada del mar y todo Occidente sabe que la
nación más enamorada del mar,tanto por su flota marítima como
porque son los maestros del comercio marítimo. El mediterráneo es
un mar africano y desde siempre has estado como enamorada del
mediterráneo. Populo
Romano cum Carthaginiensi et terra,et mar. Lorem mare et quae semper
(Roma es la tierra y Cartago es el mar. Y tú siempre has pertenecido
al mar)- volvieron
a abrazarse tiernamente,aunque nunca en ellos hubiese nada más allá
del cariño y la amistad,siempre se tendrían mutuamente pasase lo
que pasase.
-Adriana
dicit mulier venire de mari. Mulier mari veniente gratia amatur Baal
(Adriana quiere decir “mujer venida del mar”. Una mujer venida
del mar que es amada por la Gracia de Baal (Aníbal quiere decir
“Gracia de Baal. Gracia de Dios”))- ambos
primos aprovechaban que estaban en privado para hablar en latín,en
parte porque era su idioma y porque a Adelphos le hacía un poco de
gracia el ligero acento púnico que tenía Adriana en el hablar.
-Baal
et mihi gratia ponto est. Sicut parvuli nostri. Adelphos,fratri
semper ( Mi Gracia de Baal también pertenece al mar. Como nuestros
hijos. Adelphos,siempre serás mi hermano)- con
estas últimas palabras dieron por terminada la conversación y
Adriana volvió pronto adentro a reunirse con su esposo y su hijo.
Aunque su matrimonio con Aníbal fue impuesto, de hecho se sintió
como una moneda de cambio cuando Julius se lo dijo, había que
admitir que era feliz,inmensamente feliz. Aníbal tenía un carácter
fuerte,muy fuerte, pero tenía algo que la atraía irresistiblemente.
Le había demostrado que la quería,no con palabras,si no con
acciones,era un buen padre,aunque se hiciese el duro adoraba a sus
hijos. Y sus niños....Sadik era todo amor y dulzura,Aradna era aún
pequeña,pero irradiaba que había heredado parte de la seriedad de
Aníbal. Los amaba a los tres. Quizás Adelphos tenía razón y en
cierta forma siempre había sido más cartaginesa que romana,su amor
al mar era irracional y Cartago era la mayor nación con comercio
marítimo y la mayor flota de guerra marina,Cartago era invencible en
el mar. Y Adriana desde su más tierna infancia,incluso cuando sus
padres vivían, amaba el mar. Por eso siempre se sintió como
enclaustrada en Roma y en Sicilia libre. Eso fue lo primero que la
unió a Aníbal,el amor al mediterráneo, un amor que fue transmitido
a sus hijos desde el vientre materno.
Aníbal al contrario de lo que creían ambos primos lo
vio todo,normalmente se habría sentido terriblemente celoso,no podía
evitarlo,era posesivo con Adriana porque temía perderla. Pero esa
vez no sintió muchos celos,pudo escuchar y entender lo que dijeron
Adriana y Adelphos en latín,de modo que no lo malinterpreto. Así
que cuando vio que Adriana entraba en la casa para buscarle a él o a
Sadik entró también. Era extraño no sentir esos celos hacía
Adelphos,quizás porque había que admitir que Adelphos fue
tremendamente noble al salvarle la vida en la guerra,ayudarle a
rescatar a su familia en Iberia y renunciar a Adriana por su
felicidad. Ya no le veía con antipatía y rivalidad,si no con
respeto,era un excelente militar y tenía una nobleza digna de su
título de príncipe. Aunque nunca podían ser amigos por el hecho de
que sus naciones fuesen rivales,y porque siempre les quedaría los
resabios del pasado. Aunque con Adriana no paso,se olvidó de que era
romana,quizás Adelphos tenía razón y su mujer era más cartaginesa
que romana desde siempre.
(Adriana y Adelphos)
No podemos elegir ni el lugar donde nacemos, ni la familia en la que vamos a crecer, ni nuestro nombre ni nuestros apellidos... Y en aquellos tiempos no podíamos ni elegir un poco nuestro destino...
ResponderEliminarLa vida nos lleva por senderos que únicamente hemos de pensar en caminar ¿no te parece?
C´est la vie!!
Besos de Pecado. Felicidades.
Hay cosas que no podemos decidir,ni de quien nos enamoramos podemos elegirlo. El corazón es asi de caprichiso.
EliminarUn beso <3
me ha encantado. Adelphos tiene un gran corazón.
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