Suavis inimicitia


Adriana nunca entendió esa especie de locura que se adueño aquella noche de Aníbal,pensaba que era el odio en el estado más puro,en cierto punto tenía razón pero no contaba con la pasión que había despertado en el hombre.
Ni el mismo Aníbal podía explicar esa explosión de ira,lujuria,odio....cómo había llegado a auto lesionarse al golpear con los puños desnudos la pared hasta sangrar.
El odio reprimido.La locura de la lujuria.El deseo de ella desde hacía nueve años.

-Nunca he entendido esa obsesión que tienes hacía Adriana- le dijo un día la única persona a la que Aníbal llamaba "amigo",su nombre era Aderbal.Aderbal era un hombre de la misma edad de Aníbal y habían sido amigos desde la infancia y estaba enamorado desde siempre de Dido,a pesar de los rechazos de ella seguía insistiendo en conquistarla.

-¿Recuerdas el asalto a Siracusa hace nueve años,Aderbal?

-Sí,lo recuerdo. Nos sorprendió verte aparecer con esa niña en brazos.Pensé que la matarías,pero la dejaste en ese altar a esa diosa romana.

-Nunca podre explicar a nadie,ni a mi mismo porque no segué su vida...-su amigo le dio unos golpes en la espalda en señal de ánimo y afecto.Aderbal conocía mejor que nadie a Aníbal y sabía que ni él se explicaba el porque no mato a Adriana cuando era una niña pequeña.

-No hace falta que te expliques,Gracia de Baal....eso si es preciosa.

-Su belleza es cómo un veneno para mi....esos malditos ojos dorados....una parte de mi quiere arrancárselos...

-El veneno de la pasión. La deseas.¿Sabes? Recuerdo que cuando Julius y el muchacho ese,Adel-que-que-se-yo....

-Adelphos o algo así.

-Adelphos pues,creo.Recuerdo que el niñato ese casi se echó a llorar cuando Julius accedió a darte a Adriana en matrimonio.-Aderbal había estado él día que Julius le dio la mano de Adriana en matrimonio,estaba cómo siempre al lado de su amigo,apoyándole.

-¿Puedo ser tu padrino de bodas esta vez,amor mio?

-¿Acaso dudabas que no ibas a serlo? ¡Y no me llames "amor mio"! Qué parecemos maricones.

-¡Vale,cielo mio,amor,mio,amante de mi alma y mi corazón! -Aderbal se abalanzó a abrazar a Aníbal con exagerada pasión,era una broma que sabía que en el fondo,muy en el fondo,le hacía hasta un poco de gracia a Aníbal.

-¡Quita imbécil!- trataba de zafarse Aníbal de su amigo,que en plan broma trataba de darle un beso en los labios.

-Anda tonto,dame un beso que se que lo deseas.

-Oh si claro,me masturbo todas las noches pensando en ti- dijo Aníbal con ironía y después puso una mueca de puro asco cuando Aderbal le dio un lametón en la mejilla y en la comisura de los labios.

-Oh casate conmigo,tengamos hijos.- seguía bromeando Aderbal hasta que le saco una levísima sonrisa a Aníbal.

-Venga si. Tú los pares.

-Te paro todos los hijos que quieras.-estuvieron así un buen rato,bromeando acerca de casarse y tener hijos entre ellos.

-Ahora en serio,Aníbal.Adriana te dará todos los hijos que quieras.

-Y más guapos de los que tú me darías.

-Si tenéis hijas me das una para casarme.-de nuevo Aderbal empezó a bromear,sabía que su amigo necesitaba reírse tras la noche que paso.

-¿Y mi hermana?

-También.

-Guarro...


Adriana junto con Dido presenciaban la escena a escondidas,Adriana había sido arrastrada por Dido para espiar a Aníbal a Aderbal.

-Serán idiotas....-murmuro la mujer ante las escenas casi amorosas de los dos amigos.

-¿Aníbal es...?

-No,no le gustan los hombres.Sólo hacen idioteces.

continuara.....

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