Suavis Inimicitia: "El último lazo con el pasado"
Lentamente el sol fue emergiendo,bañando con su luz
las tierras mediterráneas,entre ellas las tierras del norte de
África. Adriana estaba con la cabeza metida entre las sábanas para
protegerse de la luz solar,pero de pronto empezó a notar entre
sueños como la sábana se iba retirando despacio descubriendo sus
piernas,ya que a la vez notaba como la túnica también se iba
levantando con suma suavidad.
-Hmmm...- protesto la princesa al notar aún dormida
como la iban desnudando.
-Abre las piernas un poco....- noto que le susurraba su
marido con voz lujuriosa en el oído Adriana noto como las ásperas
manos de Aníbal se colocaban entre sus muslos y trataba de abrir sus
piernas para acceder mejor.
Ella despertó súbitamente y con suma brusquedad se
separó de Aníbal,cerrando sus piernas ante la desilusión de su
marido.
-No. Anoche no quisiste,yo no quiero ahora hacerlo
contigo.
-Estas húmeda....¿qué habrás soñado esta noche
esposa mía?- preguntó completamente lascivo el cartaginés.
-Algo que no te importe. No quiero hacer el amor
contigo.- Aníbal se sentó en la cama con sus necesidades amatorias
bien notorias,el sueño le había despertado la libido y el
despertarse y encontrarse a su lado a su dulce y bella esposa con la
sábana pegada a su hermosa y sensual anatomía y había despertado
de nuevo su deseo carnal.
-Adriana eso fue anoche,ahora si quiero.
-Pues te masturbas. Me duele la cabeza- Adriana volvió
a acostarse en la cama,pero noto como Aníbal le subía súbitamente
la túnica de golpe hasta la cintura -¡para,no quiero!- Adriana se
revolvió y se levantó de la cama para separarse de Aníbal,quién
la miro entre incrédulo y lascivo.
-¿No quieres....?
-No. Tu no quisiste anoche,yo no quiero ahora.
Masturbate.- Adriana salió de la habitación para huir de ese mar de
hormonas que era su marido en ese momento para irse a dormir las
últimas horas de sueño con Sadik.
El resto del día fue más o menos igual,Aníbal trato
de gozar de la intimidad con su mujer cuando la pillaba sola,por lo
tanto Adriana trato de estar lo posible con sus hijos o con su
sobrino,ya que mientras estuviese acompañada su marido no trataría
de montarla como un animal en celo. Pero pensó fríamente en que
podía aprovechar el que Aníbal estuviese tan sumamente caliente
para sacarle lo que paso anoche.
-Adriana....por el amor de Tanit súbete un poco el
vestido....
-Amor mío....yo también estoy muy muy.....-la
princesa se acercó de manera insinuante a su marido,calentándole
más de lo que estaba.- muy caliente....
-¿Sí? Pues....ya sabes....vamos a la cama y...
-Sí....pero antes....cariño mío...mi amor....mi
general.....¿quién es Sofonisba?- la expresión de absoluta
excitación que Aníbal tenía en su negra mirada paso a un halo de
frialdad.
-Una puta. Adriana me has bajado la erección, ¿por
qué quieres saberlo?
-Porque vi como te pusiste y....
-Es la hermana de mi madre. Una zorra asquerosa que nos
ignoro a Dido y a mi cuando le suplicamos de niños que nos acogiese
en su casa. Nos ignoro por años y ahora en la vejez si quiere tratos
con nosotros. Adriana,esposa mía, si viene alguna vez esa puta o
alguien que venga de su parte no vayas a verla,esto te lo pido,porque
si no lo haces me enfadaré de verdad y no quiero enfadarme contigo.
Soy indulgente contigo,no pongas en juego mi paciencia y mi
confianza.
-Pero....
-Nada de “pero” solo obedéceme por una vez en tu
vida.- una vez más el odio y el rencor de Aníbal salían a
flote,Adriana podía entender que la vida de su marido no fue nunca
fácil,pero ¿sufrió siempre dolor y rechazo por su familia a
excepción de sus hermanos? Arístides a pesar de todo quería a su
hermano menor.
-Aníbal pero,¿por qué no os ayudo a Dido y a ti?- el
púnico negó con la cabeza,desconocía el porque la hermana de su
madre no quiso ayudarles.
-No quiero hablar de ello.
El que Aníbal sacase a la luz a veces sus odios y sus
rencores más absolutos hacía que el trato que le daba a su mujer
fuese bastante suave,él solía hacerle el amor de forma vigorosa y
fuerte,cosa que ella también disfrutaba,pero esa vez fue una de esas
pocas veces que Aníbal era más suave con Adriana. Quizás porque
esa parte de su alma que estaba encerrada en lo más profundo de su
ser que lloraba y que no se conformaba con la soledad rogaba por el
amor que solo Adriana le daba salía a la luz y Adriana correspondía
a sus silenciosas súplicas de afecto. En el fondo los dos lo habían
pasado mal en el pasado,en el fondo habían estado los dos igual de
solos y desamparados en el sentido emocional,Adriana tanto por la
perdida de sus padres como porque para Julius aunque tratase de ser
neutro con sus nietas,desde siempre su preferida fue Selene. Sus
primos eran muy niños para haber comprendido el trauma por el que
Adriana paso de niña. Sólo se había sentido consolada por el
recuerdo de Aníbal de cuando la salvo.
-¿Sabes? Cuando era niña quería casarme contigo-
susurró Adriana ocultando su rostro en el pecho de Aníbal a la vez
que sus manos acariciaban temerosa la enorme cicatriz en diagonal que
dividía la espalda de su marido.
-No me conocías.
-Sí te conocía. Cuando me salvaste en Siracusa me
enamore de ti. ¿Quién me iba a decir que lo iba a hacer?- una sutil
sonrisa se dibujo en los labios de Adriana,ya habían terminado de
hacer el amor,pero permanecían en el lecho,simplemente
abrazos,sintiendo el tacto de sus pieles desnudas.
-Mujeres.....- susurro Aníbal,aunque pensaba lo mismo
que ella,se quedo prendado de Adriana cuando ella era un niña.
-Mírame,quiero ver tus ojos- la princesa obedeció y una vez más
sus ojos se cruzaron. La primera vez que Aníbal vio esos ojos fue en
Marcus,su suegro,le parecieron muy bellos pero los de Adriana tenían
algo mágico que Marcus careció,pero cuando vio los ojos de Adriana
él quería asesinarla,ella lo asusto cuando le sonrió cuando se
reencontraron cuando Adriana creció,él miró sus ojos y cayó en su
fondo hasta su corazón.
Me esta encantando, esto se pone cada vez mas interesante. Esa Sofonisba va a traer problemas me parece.
ResponderEliminarVa a traerlos,si no Aníbal no hubiese reaccionado así de mal.
EliminarCon ese nombre, Sofonisba, que hasta me cuesta recordarlo y pronunciarlo, tiene que ser un bicho algo malo.
ResponderEliminarMe he sonreído cuando le dice "mastúrbate",¡qué fina ella! Total para claudicar...
¡Esta pareja es tremenda!
Besos de Pecado.
Algunos de los nombres cartagineses eran impronunciables,yo.misma lo admito,por ejemplo la traducción de Adriana a púnico sería algo así como Kshyqti,por eso no lo usa mucho xD. La mujer va a ser ya el último lazo que Aníbal tiene que cortar para ser definitivamente libre del pasado,sin contar lo de los padres de Adri. Eso si,ella fona hasta la sepultura xDD (aunque los romanos inventaron el verbo follar e.e)
EliminarUn beso