Suavis Inimicitia: "El encuentro"


Semanas más tarde ya estaba Aníbal acompañado por Aderbal y Élbir a Atenas,estaba dispuesto a remover toda Atenas en busca de su sobrino,Aníbal, aún le sorprendía que su hermano le hubiese puesto su nombre a su único hijo.

-¿Atenas es muy grande?- preguntó el joven Élbir a su general,el joven soldado aunque había nacido en Grecia no había nacido en Atenas,si no en Esparta. Aníbal le dedicó una breve mirada a Élbir,ese muchacho le resultaba siempre muy útil y eficaz y le estaba tomando cierto afecto,aunque obviamente nunca lo demostraría.

-No lo sé. Nunca he estado en Grecia- era cierto,nunca había viajado al corazón de la Magna Grecia,pero removería cada última piedra de Atenas para encontrar a su sobrino.

-Pero no sabemos como es,amigo mio- Aderbal tenía razón,aunque tenían pocas pistas gracias a las cartas de Arístides que le mandaba a Dido. En esas cartas decía que trabajaba como profesor de filosofía y más o menos una ubicación de la casa donde vivía,cerca del templo de Atenea,sólo tendrían que preguntar por los barrios cercanos al templo a la divinidad griega de la guerra y la sabiduría.
De camino a Grecia,Aníbal leyó todas las cartas de su hermano mayor a Dido,ahí decía porque nunca pudo ponerse en contacto Arístides con él; por si su padre encontraba las cartas,le hubiese matado. También hizo algunos bocetos de la ciudad de Atenas fijándose en las descripciones de Arístides en sus cartas y también no pudo evitar hacer un boceto de su familia al completo,de sus mujer y sus tres hijos,le era agradable dibujar algo que consideraba bello y puro,que no era planos de campos de batalla o ciudades. Sólo dibujaba cuando estaba solo o solo en presencia de Aderbal que era el único que conocía esta afición.

-De verdad,admiro como dibujas- musitó Aderbal observando el dibujo de la familia de su hermano de leche.

-La gente solo ve de mis dibujos los planos.

-¿Adriana no lo sabe?- Aníbal negó con la cabeza,en cierta manera aunque lo hacía muy bien,le daba cierta vergüenza porque sólo sabía de sus dibujos Aderbal. Aderbal suspiró,Aníbal era tan cabezota como una mula y si decía que no es que no,solo algo muy importante le haría cambiar de opinión.


Días más tarde llegaron a las costas de Grecia,pronto llegarían a Atenas y pronto empezarían a buscar al Aníbal hijo de Arístides. Aníbal sentía como si un nudo se iba formando en su garganta cada día que estaba más cerca de Atenas,¿qué le diría a su sobrino? ¿Le creería? Obviamente no le iba a decir nada de que fue él quién asesinó a Arístides,otro secreto más.....lo peor es que se estaba acostumbrando a ser un miserable asesinó,arrastraba a sus espaldas docenas de cadáveres,sangre llenaban sus manos y sus pesadillas. Era un militar pero....era un miserable asesino,un asesino.....era normal que en una guerra matase gente,pero él había matado a gente amada para su familia. Quería redimirse por sus pecados de alguna manera.

Pocos días más tarde estaban ya en Atenas,así que con los planos dibujados por Aníbal e indicaciones que pidieron a los comerciantes del aforo ateniense pudieron llegar al templo de Atenea,de ahí ahora tenían que preguntar por su sobrino,ojalá fuese fácil hacerlo.
Aníbal,Aderbal y Élbir se separaron para ocupar más terreno en preguntar por el hijo de Arístides,ojalá siguiese en Atenas. Gracias a preguntar por Arístides a comerciantes se enteraron de que Arístides el cartaginés,como le llamaban, había sido maestro de filosofía y su hijo,Aníbal,quién también era llamado “el cartaginés” por razones obvias. Aníbal supo que su sobrino vivía en la que había sido la casa de su hermano y cuando consiguió saber que casa era,se reunió con Aderbal y Élbir que le esperaban sentados en los escalones del templo de Atenea.

-¿Ya sabes donde está?- preguntó Aderbal esbozando una sonrisa ligera.

-Sí. Vive justo enfrente del templo,así que vayamos ahí- los tres cartagineses fueron decididos a unas casas que había a un par de metros de enfrente del templo,el pulso de Aníbal se aceleró,iba a conocer a su sobrino,¿cómo sería? ¿se parecería a Arístides? Ojalá que fuese todo bien y quisiera ir a Cartago con ellos.
Cuando llegaron a la puerta,Aníbal inspiró profundamente antes de tocar,pero Aderbal le puso la mano en el hombro en señal de ánimo.

-Seguro que irá bien,yo también estoy nervioso,es mi sobrino político.

-Los dioses te oigan,hermano- iba a llamar a la puerta cuando esta se abrió repentinamente y salieron un montón de niños,¿niños? ¿no serían los nietos de Arístides? Entonces.....¡¿Aníbal era tío abuelo?! El general se empezó a poner pálido por la idea cuando un hombre joven,de unos veintiséis años, apareció en el marco de la puerta. El hombre era alto,de piel morena,pelo negro ligeramente ondulado y los ojos grises.

-¡Niños id con cuidado!- exclamó el hombre sonriendo,cuando se percató de los púnicos se quedo callado,pero enseguida esbozó una amplia sonrisa. -¿Sí?

-¿Aníbal hijo de Arístides?

-Si,soy yo,¿quiénes sois?- Aníbal tragó saliva,¿cómo continuar con esa conversación?

-Ellos son Aníbal y Élbir y yo soy Aderbal de Cartago los tres.- intervino Aderbal,algo que el general agradeció.

-¿Cartagineses?- un brillo de ilusión se vio en los ojos grises del púnico-griego -Mi padre era de ahí,siempre quise ver donde nació mi padre.

-Arístides Melkart....yo soy....Aníbal Melkart. Soy el hermano menor de tu padre- el rostro de su sobrino palideció,sabía que su padre tenía hermanos por escritos que Arístides había dejado,pero nunca pensó en contactar con su familia de Cartago,nunca se vio con valor para hacerlo ni sabía por donde empezar a buscarles.

-Pasad- dijo simplemente,abriendo más la puerta para que los tres soldados entrasen en su casa,una casa muy humilde en comparación con los lujos con los que vivían Aníbal y Aderbal,Élbir al ser un soldado de rango más bajo vivía de manera más humilde,pero era evidente que el joven Aníbal no era soldado,estaba la casa un poco desordenada y había esparcidos pergaminos por el suelo.

-Perdonad el desorden,los niños lo dejan todo patas arriba- dijo riendo el joven Aníbal mientras recogía los pergaminos del suelo.

-¿Tu hijos?- preguntó Aníbal a su sobrino,el púnico-griego negó con la cabeza sin que la sonrisa desapareciese de su rostro.

-No,no,ni estoy casado. Soy profesor y esos niños que han salido de mi casa antes eran mis alumnos- ¿profesor? Se notaba que era el hijo de Arístides.

Comentarios

  1. NO RESULTA TAN PRINGAILLO COMO PARECE *___________-* PERO LO SEGUIRÁ SIENDO . MAGNÍFICO

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  2. En el fondo, brilla...
    Besos de Pecado.

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    Respuestas
    1. Es un personajillo nuevo bastante diferente al resto.
      Un beso :3

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