Suavis Inimicitia: "Reencuentro y dulce recuerdo"
(He decidido reescribir la noche de bodas de Aníbal y Adriana,porque admito que sabía poco de las bodas cartaginesas y romanas y no era muy experta en escribir escenas sexuales,de modo que aprovechando un momento romanticón voy a poner el flash back,recordad que el flash back estará en cursiva. Y perdonad si quedo muy largo)
Lógicamente Siracusa recibió con los brazos abiertos a
Aníbal y al resto de los hombres,fue una guerra corta que duro casi
dos meses,pero fue breve e intensa,los espartanos fueron sometidos en
aquellas colonias siracusianas,el poderío de las dos súper
potencias del Mediterráneo unidas una vez más aplastaron a los
griegos,pero esta vez Siracusa iba del bando de Roma y Cartago,en la
guerra de Pirro Siracusa se alió más de una vez con Roma y
Cartago,pero esa vez Siracusa estuvo en todo momento del mismo bando
que los púnicos y los romanos.
Adriana lógicamente se alegró de la vuelta de su
marido del campo de batallas,además de que Aníbal tal y como dijo
le trajo al rey de Esparta,Leander,pero vivo y no su cabeza en
bandeja de plata como le había asegurado Aníbal. Pero por seguir el
protocolo Adriana no pudo abalanzarse a besar a su marido como hacía
siempre que volvía de una guerra,estaba mal visto el exceso contacto
físico y sobretodo los besos,pero en este caso si se permitía una
excepción,como la que tuvieron Aníbal y Adriana al darse un beso
nada más verse.
Tras el recibimiento oficial de la familia y de la
reina que decreto que de momento Leander estaría como “invitado
forzado” hasta que quisiera negociar lo de las colonias de Siracusa
en Esparta, Adriana le dio luego en la intimidad del dormitorio su
particular recibimiento. Duro,fuerte y placentero para los dos,Aníbal
aún no estaba curado del todo de la batalla y a la hora de poseer a
Adriana era más violento que de costumbre,siempre le pasaba cuando
volvía de una guerra y tenía sexo con su mujer.
-Te he echado de menos,cuando has llegado realmente
parecías un arrogante rey dios ....- susurró Adriana acurrucándose
al lado de Aníbal,apoyando la cabeza en su pecho y tratando de
regularizar su respiración.
-También te eche de menos,y tú si que parecías una
arrogante reina diosa- Aníbal tenía nuevas cicatrices en su
cuerpo,unas se irían pronto y otras no,cómo una que tenía en la
pierna y que lo más seguro era que fuese permanente.
-Tengo una sorpresa....
-¿No estarás de nuevo preñada?
-No. Tengo a Silvia presa junto con Delinenar.
-¡¿Qué?!- Adriana le contó con pelos y señales
como Silvia había intentado matarla y como ella había planeado con
detalles macabros de como acabar con las vidas de ambas traidoras,una
por golfa adúltera y cómplice y la otra por el cerebro de la
traición y intento de atentar contra su trono. La muerte sería la
terrible crucifixión.
Aníbal en parte se sorprendió y se regocijó al ver
que Adriana podía ser a la vez justa pero cruel y despiadada,tanto
cómo él.
-Eres cruel y despiadada,pero justa.....y me encanta
esa faceta tuya,Adriana- Aníbal mordió lujurioso el labio inferior
de su mujer,quien gimió de placer por el mordisco,las manos de
Aníbal acariciaron los pechos de su mujer,le gustaban tan suaves y
de buen tamaño,¿cómo era posible que el cuerpo de Adriana
estuviese mejor desde los quince años? Sencillo,Adriana era una
quinceañera cuyo cuerpo no había terminado de asentarse,ahora a
pesar de tres partos estaba mejor que antes.
-Aún me acuerdo de nuestra primera vez- susurró
Adriana,así entre besos y caricias volvieron a entregarse a la
pasión y a la lujuria con el recuerdo de aquella primera vez:
Adriana estaba aterrada,había llegado el día en
que debía de casarse con Aníbal,la adolescente estaba muerta de
miedo por varios motivos,uno de ellos era la noche de bodas,la fama
de bruto y desconsiderado de Aníbal a la hora de hacer el amor le
precedía,y la frialdad de Aníbal no hacía mucho a su favor.
-Adriana,cálmate,mi hermano no es tan terrible- la
trató de tranquilizar Dido,la mujer estaba radiante con un hermoso
vestido rojo estilo heleno,Adriana creía que debía de vestirse de
negro en vez de ese hermoso vestido,blanco como la nieve,lo adornaba
un velo de seda semitransparente que se sujetaba a los dorados
brazaletes y a unos adornos de oro en los tirantes del vestido,a su
cintura se ceñía un cinturón blanco con bordes dorados y por
último adornaba su cabeza una preciosa tiara trenzada de plata con
un adorno rojizo,seguramente un rubí,iba radiante,pero el miedo en
sus ojos afeaba un poco su imagen.
Esa tarde fue la boda en el templo de Baal,los
casaría el kohanim (sacerdote) de Baal,Adriana al ver a Aníbal
debía de admitir que él iba también arrebatadoramente hermoso,con
una túnica corta azul marino con bordes plateados,un peto de cuero
negro con tachuelas de metal que adornaba unas tiras de curo que
colgaban del peto sobre la falda de túnica,un cinturón donde
colgaba la espada falcata dejando claro su estatus de militar ceñía
el peto a su cuerpo,a su espalda caía una capa de color azul oscuro.
Iba hermoso y arrogante. La ceremonia transcurrió con
normalidad,tras un largo discurso del sacerdote sobre el amor y el
matrimonio,los novios tomaron una misma daga con sus manos derechas
mientras el sacerdote unía sus manos con un cordón dorado al mismo
tiempo que los novios debían decir unas palabras:
-Mientras yo sea Aníbal,yo seré tu marido y tú mi
esposa.
-M-mientras yo sea Adriana....yo...yo seré tu mujer
y....tu mi esposo- dijo Adriana con la voz entrecortada por el
miedo,una vez dicho esto llegó la última parte,las alianzas y el
beso que en teoría sellaba una unión de amor pero más bien era
política. Fue un beso muy corto y breve en vez de algo de amor.
Tras la ceremonia llegó la celebración en casa del
novio,corrió la comida y el vino,pero los novios no parecían dos
recién casados,estaban apáticos,cómo si eso no fuese con
ellos,Adriana era porque sus familiares no fueron,¿tan poca cosa era
para ellos? La verdad era que Aníbal adelantó la boda y no los
avisó,pero eso era otra historia. De golpe Aníbal se levantó y
obligo a Adriana a levantarse también.
-Me odiare por esto...- Dido abrazó a Adriana
repentinamente,apartándola de Aníbal.
-Si hacemos algo mal avisa,cuñada- susurró Dido a
su cuñada.
-¿Qué?
-No la deshonraras- dijo Dido de repente a Aníbal,él
tomo salvajemente a Adriana del brazo y tiró de ella para acercarla
a él,estaba fingiendo secuestrarla.
-Es mi esposa y la reclamo- ¿estaban siguiendo un
ritual de boda romano? Si,era en honor a Adriana eso,ella en el fondo
agradeció el detalle. Aníbal la tomó en brazos y se la echó al
hombro mientras los invitados masculinos coreaban obscenidades que
harían sonrojar a una prostituta. Ahora tocaba la consumación del
matrimonio,algo que Adriana temía,iba a ser poseída por él,la iba
a desvirgar.
Aníbal la llevó sobre su hombro a la que ahora
sería su habitación conyugal,llegaba la noche de bodas. Sin
delicadeza alguna,Aníbal arrojó a Adriana sobre la cama,cerró la
puerta tras de si,nadie les molestaría,era suya y solo suya.
-Nadie nos molestará....esposa-
demoró esta última palabra con algo de sorna mientras observaba
como Adriana se incorporaba de la cama y se sentaba en el filo del
colchón. Adriana agradecía que no siguiese la tradición romana de
que si el novio no podía cumplir tendría que desvirgarla con una
representación del dios Príapo,que era representado como un falo de
madera.
-¿Tengo que rezar antes?- preguntó
tímidamente Adriana a lo que Aníbal se encogió de hombros.
-Por mi lo que
quieras,personalmente estoy harto de rezar hoy- Adriana cerró los
ojos y empezó a invocar en silencio a Juno,reina de los dioses y
diosa del matrimonio,quería retrasarlo máximo posible,mientras
rezaba,Aníbal la observaba en silencio mientras se servía una copa
de vino,había pedido a un esclavo que le dejase preparado una jarra
rebosante de vino y dos copas y ordeno que nadie les molestase aunque
empezase a arder África. Cuando Adriana abrió los ojos había
terminado de rezar y Aníbal la esperaba de pie con la copa a rebosar
de vino.
-Acércate- Adriana obedeció y se
acercó a su esposo notablemente asustada y temblorosa. -Bebes,¿no?-
ella asintió con la cabeza y él en vez de beberse el vino de su
copa,se la ofreció a ella. Adriana tomo la copa y la llevó a sus
labios para dar un par de sorbos al vino -Del todo- exigió Aníbal,ni
falta que hacía que se lo dijese dos veces,el que bebiese era para
calmarla y que estuviese más dispuesta,Aníbal se sirvió otra copa
y bebió el contenido casi de un solo trago. Una vez los dos
bebieron,Aníbal volvió a dejar las copa encima de la mesa y su
negra mirada se poso en Adriana.
-Tienes ya edad para yacer con un
hombre,¿cuántos tienes?¿Dieciséis?
-No...tengo quince- la dulce
Adriana tenía sólo quince años y Aníbal treinta y cinco.
-Y me corresponde a mi hacerte
mujer,eres mi esposa,mi mujer-sin más la agarró y la atrajo contra
él ,no había barreras,no había nadie más que ellos dos. Adriana
se dejó hacer,él iba a poseerla ¿por qué no tratar de que fuese
agradable? Aunque no lo poco que sabía de sexo le
aterrorizaba,Aníbal la sacó de sus pensamientos al besarla de lleno
en la boca pero fue un beso distinto a todos los que le había
dado,era un beso calmado y relajado,no había rastro de
dominación,con este gesto Adriana pudo apreciar como los labios de
Aníbal eran cálidos y suaves,se sorprendió a si misma
correspondiéndole,la lengua de él acarició su labio
inferior,incitándole a abrir la boca,cosa que Adriana hizo,sus
lenguas se empezaron a entrelazar y a acariciar con suavidad,sus
salivas se mezclaban en la boca del contrario. Aníbal,excitándose,
bajo sus manos de la cintura de Adriana hasta las nalgas,la agarró
con algo de fuerza,contrastando con el suave beso,alzándola y
pegándola más contra su cuerpo,notando sus suaves y grandes pechos
contra su musculado pecho.
Adriana se dejaba tocar el culo aún
cuando se separaron del beso,pudo notar algo duro entre su cuerpo y
el de Aníbal,un bulto creciente y ya duro. Adriana se quito la
plateada tiara que acabo en el suelo,él puso sus manos sobre los
hombros de la romana para soltar el velo y bajar sus manos por sus
brazos para quitarle los brazaletes,acto seguido se quito los suyos
propios.
-Ahora esposa mía....- con
inesperada delicadeza la tomo entre sus brazos y la llevó a la cama
dónde la deposito con delicadeza,y acto seguido se puso encima de
ella.
-No....-susurró ella muerta de
miedo a lo desconocido que era el sexo,salvo caricias que ella misma
se había dado y que nunca llegó al orgasmo no sabía nada del bello
sexo. Aníbal la ignoró para desprenderse de la capa,del cinturón
donde colgaba la espada y el peto de cuero quedando con la túnica
azul marino,tras eso desabrocho el cinturón de Adriana,dejándola
solo con el blanco vestido.
-Es tu deber de esposa- tiró de
los tirantes del vestido,desnudándola hasta la cintura,dejando así
a su vista los virginales pechos de alabastro romanos,se relamió
ante esa visión,sus pechos como su piel blanca,con pezones erectos y
rosados que pedían a gritos ser besados con devoción,la incorporó
un poco y su boca se cerró sobre uno de los senos de Adriana,su
cálida lengua empezó a trazar círculos alrededor del
pezón,arrancándole gemidos a su esposa,dejo de lamerle ese pecho
dejándole a Adriana la sensación de repentino frío en contraste
con la cálida boca de Aníbal,y él empezó a lamer el otro pecho.
Adriana disfrutaba de las
lamidas,no se creía que estaba gimiendo de placer ante las lamidas
de Aníbal en sus pechos,en donde ningún hombre la había tocado
nunca. Pero la educación estricta en el sexo por medio de su niñera
Claudia,que le había dicho que el sexo en el matrimonio era solo de
engendrar hijos y que el placer era para putas,estaba sintiendo
placer,¿eso la convertía en una puta?
-”Soy una puta,soy una
puta.....”- pensaba Adriana con remordimientos,y de golpe Aníbal
paro.
-¿Por qué dices que eres una
puta?
-¿L-lo dije?- Aníbal asintió con
la cabeza y se quito de encima de ella para tumbarse en la cama.
-Vete,esto en teoría es placentero
para los dos,y que te de placer te hace sentir como una puta te
dejare en paz- ¿sería capaz de hacer lo que decía,dejarla en paz
cuando la deseaba tanto como nunca había deseado a ninguna mujer?
Adriana se levantó de la cama y se le quedo mirando,aún con el
pecho desnudo y al verle en ese momento tan gentil y generoso....le
deseaba,nunca había sentido deseo hacía un hombre y lo que sentía
por él era un océano de fuego que nacía dentro de ella,de modo que
impulsada por el deseo,las ganas de sentirse mujer,se despojo de sus
ropas por completo.
-Aníbal....-el púnico la miro y
sus ojos se abrieron de par en par al verla así,completamente
desnuda para él,estaba viendo lo que ningún otro hombre había
visto,ese cuerpo adolescente en la flor de la vida era visto por
primera vez desnudo por él y sólo por él,Adriana le recordó a
Venus,hermosa,bella.....su vista paso al sexo virgen de
Adriana,completamente rasurado.
-Ven aquí- Aníbal le tendió la
mano y Adriana no tardó en tomarla,él tiro de ella para que quedase
tumbada encima de él,pero pronto las tornas se cambiaron y Aníbal
permanecía dominante sobre ella,el hombre se quito la túnica y dejo
su cuerpo al descubierto,tapado solo por la ropa interior de lino,que
no tardo en desaparecer. Aníbal cogió la mano de Adriana y la
dirigió a su miembro ya erecto,ella estaba tan anonadada por la
semejante visión de Aníbal desnudo que no se dio cuenta,era tan
hermoso....musculado,tonificado y varonil...cuando de repente noto en
su mano algo caliente y duro,además de grande.
-Tócala,agárrala,ella será quién
te de placer- el púnico obviamente se refería a su polla,ahogo un
suspiro de placer cuando noto como Adriana instintivamente movía su
mano de arriba a abajo,masturbándole lentamente,pero pronto apartó
la mano de Adriana para hundir su rostro entre las piernas de Adriana
para devorar con su lengua el sexo húmedo y virgen de Adriana. Ella
gritó y gimió de placer al notar su lengua cálida,suave y húmeda
recorriendo su sexo,penetrándola con la lengua y peor fue cuando
toco su clítoris,su punto más sensible,haciéndola gemir y jadear
con fuerza,excitándose a niveles que ella nunca llegó,haciéndole
sentir sensaciones que nunca había sentido,pero cuando mejor estaba
todo,cuando estaba apunto de llegar al clímax,dejándola con
sensaciones nuevas para ella,Aníbal paro.
-Tú primer orgasmo te lo va a dar
mi polla,no mi boca- dijo entre obsceno y sensual.
-La tienes grande....me vas a hacer
mucho daño....
-Relájate pequeña,sera más fácil
para los dos,pero sobretodo para ti- se acomodo entre las piernas de
Adriana para volver a besarla con calma y tranquilidad,quería
relajarla para que le penetración fuese lo menos dolorosa
posible,mientras la distraía con ese beso,totalmente correspondido
por Adriana,acercó su miembro a la virginal vagina de su
esposa,así,sin aviso previó fue introduciéndola lentamente.
Adriana abrió los ojos de par en par al notar como algo duro
empezaba a entrar en ella,pero no le dolía,una ligera molestia,pero
no era tan doloroso,hasta que llegó al himen y de una solo y limpia
embestida fue roto. Adriana esperaba dolor,mucho dolor,no ese pequeño
desgarramiento que pronto fue olvidado.
-¿Duele?
-Molesta....-Aníbal bajo su mano
hasta el sexo de ella y noto algo cálido,miro sus dedos y era la
sangre que confirmaba la virginidad perdida.
-Relájate y se pasará- cerró los
ojos al embestir para quedarse por completo en el interior de
Adriana,notaba el excitante calor que envolvía su miembro,se quedo
quieto dejándola acostumbrarse a la sensación de ser penetrada,pero
esta pequeña tregua no duro ni un minuto,ya que Aníbal empezó a
mover sus caderas al principio con suavidad y luego aumentando la
velocidad,entrando y saliendo de su mujer.
Adriana estaba sorprendida,no podía
creerse que estuviese haciendo el amor con él,que le gustaba el
sentirle dentro de ella,que la poseyera. Lentamente empezaron las
embestidas fuertes y salvajes,Aníbal la subía de nivel para
acostumbrarla al salvajismo,al sexo salvaje pero le estaba gustando
el sexo tranquilo. Adriana gemía de gusto al notar la fuerza,gritaba
su nombre entre gemidos y jadeos y movió un poco sus caderas
siguiendo el mismo ritmo que él,pero era demasiado fuerte. Aníbal
embestía con fuerza,ella gemía y su cuerpo se arqueaba hacía él
dándole una cálida bienvenida,creyó volverse loca,le gustaba,era
como un león era grande y duro....era demasiado,el clímax estaba
ahí,era una sensación muy rara pero placentera....
-¡Aníbal!- gritó cuando alcanzó
el orgasmo,liberándose....su cuerpo tembló de éxtasis,se creía
morir de gozo. No podía.....cerró los ojos al sentir sus fluidos
vaginales salir de ella.
-Y-ya....- él se quedo quieto
encima de ella,muy quieto,muy pesado....los ojos de Adriana se
abrieron y le vio con los ojos cerrados y supo que moría en esa
misma muerte dulce y sintió el torrente cálido y espeso del esperma
de Aníbal derramándose dentro de ella.
-Ha sido....no sé...
-Lo sé....-Aníbal se echó
al lado de ella,jadeando,tratando de que su respiración se relajase
cuando noto cómo Adriana tímidamente se acurrucaba a su
lado,apoyando la cabeza en su pecho.
-Todo lo que decían de ti...
-Todo cierto.Metételo en la cabeza.Nunca volverá a ser así.Nunca- aún así abrazo a Adriana contra él,ella también estaba tratando de regularizar su respiración.
-Nunca....-susurró ella,pero refieriendose a la intensidad del momento.
Tras unos minutos así,descansando Aníbal volvió a estar con energía,por lo que la volteó con brusquedad dejándola boca abajo.
-¿Qué vas a hacer?
-¿No te lo imaginas preciosa?- La noche transcurrió así,no volvieron a bajar en toda la noche. Se mantuvieron encerrados toda la noche haciendo el amor en desenfreno continuado.
-Todo lo que decían de ti...
-Todo cierto.Metételo en la cabeza.Nunca volverá a ser así.Nunca- aún así abrazo a Adriana contra él,ella también estaba tratando de regularizar su respiración.
-Nunca....-susurró ella,pero refieriendose a la intensidad del momento.
Tras unos minutos así,descansando Aníbal volvió a estar con energía,por lo que la volteó con brusquedad dejándola boca abajo.
-¿Qué vas a hacer?
-¿No te lo imaginas preciosa?- La noche transcurrió así,no volvieron a bajar en toda la noche. Se mantuvieron encerrados toda la noche haciendo el amor en desenfreno continuado.
Me ha encantado. Me gusta el relato de la noche de bodas, muy bien contada, y el reencuentro ha sido muy bonito.
ResponderEliminarMe ha gustado volver a poner sus antiguos carácteres,Adriana tan tímida y Aníbal tan capullo. Aquí se nota que ambos han cambiado y que su relación es ahora más cercana pero que desde siempre se han querido
Eliminarasí es. por cierto, publiqué entrada, en un punto, por si has leído el principio del 43, puse padre a los bisabuelos, un error que ya está corregido. Erratas XDXD. es que empiezo, me meto y pasa lo que pasa XDXD.
ResponderEliminarA mi también me pasa xDD Voy a verlo
EliminarGracias mi linda amiga un relato maravillosamente ilustrado, me encanta tu don de escritora como desmenuza la historia.
ResponderEliminarBesistos!!!
Muchas gracias querida amiga,siempre es un placer tenerte por aquí y que te guste mi manera de escribir y la historia que relato.
EliminarUn beso
Hola!!
ResponderEliminarMe gustó tu novela, me la he leído todo lo rápido que he podido por falta de tiempo, así que hay cosas que no he entendido, aun así me ha parecido una historia de amor hermosa.
Admiro tus narices para escribir una novela histórica, yo prefiero tirarme para la fantasía, así puedes ocultar tu ignorancia histórica y suplirla con imaginación, cosa que a mí no me falta.
Aníbal, es un personaje muy dentro del concepto de protagonista romántico en este tipo de novelas. Mantiene el carácter tosco y reservado, con un gran orgullo, pero con un corazón desquebrajado que busca un amor que lo reconforte.
Tienes una narración clara y limpia, no abusas de la escritura y te concentras en los hechos. No abusas de los diálogos, si no que van al grano, aunque te aconsejaría que intentaras hacer las escenas más próximas, que añadieras más diálogos para que la gente creyera que está allí viéndolos de cometer la acción.
Te aconsejaría que acentuaras los puntos de giro, el primero está bien, pero el segundo casi se confunde con el final.
Para no haber escrito nunca una escena erótica, te aseguro que ha sido magnífica. Me ha parecido estar leyendo una novela de mi librería. Felicitaciones.
Sigue escribiendo y verás como dentro de poco estarás editando tu novela.
Mucha suerte!!!
Muchas gracias Fati,realmente que comentes en mi blog me halaga mucho ^///^.
EliminarLa verdad es que la novela histórica siempre me gusto y el concepto que he puesto nunca lo he visto en la época en la que esta ambientada. Muchas gracias por tus consejos y tus críticas los seguire ^^. Estare atenta a los escritos en tu blog y espero algún día editar este blog como libro.
Un beso
Le das un toque muy realista a tu historia, cosa difícil por el tema que es... yo pienso en escribir una novela histórica y creo que me temblarían las piernas XD
EliminarYo soy una escritora aficionada como cualquiera, ojalá pudiera mejorar lo suficiente para poder editar algo en papel, así que no te sientas halagada, crees que hay diferencia entre nosotras??, yo creo que no. Escribes bien y debes creértelo, solo necesitas más experiencia y verás como conseguirás mejorar en poco tiempo, tienes talento y eso se lleva dentro, chica. Eso no se aprende. Por eso no te compares nunca con nadie, tu solo aprende con la constancia de escribir y verás que harás realidad tus sueños.
Te deseo toda la suerte del mundo y adelante!!!
pd: no te contesté al comentario que dejaste en mi blog, solo vine hacia aquí a mirar el tuyo, pero ya lo hice. Por si te quieres pasar, perdona por eso.