Suavis Inimicitia "Confianza"
(Hola :D os animo a seguirme en mi recién creada cuenta de twitter: @Sandryska18)
Esa noche,Aníbal volvió un poco más tarde de lo
normal, Aderbal se empeño en que fuesen ellos dos solos a beber en
una taberna, y necesitaba ese pequeño descanso,de modo que accedió.
Cuando volvió esa noche a casa,creía que Adriana ya estaría
dormida,pero le sorprendió al verla esperándole.
-¿Dónde estabas?- preguntó Adriana preocupada por si
había pasado algo grave. Aníbal no contestó,se limitó a sentarse
al borde de la cama y a empezar a quitarse las grebas,ese era uno de
los días en que la armadura le pesaba demasiado y en vez de dejarlas
en su sitio bien puestas,dejo las grebas ahí tiradas en el suelo,no
tenía ganas de nada.
-Con Aderbal- contestó simplemente quitándose la
coraza de bronce,tirándola también al suelo bastante desganado.
Luego se desprendió del cinto donde colgaba la espada en su
desgastada vaina de cuero,estaba agotado y mañana empezaba otra vez
la rutina.
-Aníbal,vas a matarte a este paso- una vez más
Adriana pareció leerle el pensamiento, se acercó a su marido y puso
sus manos en los hombros de su marido y pudo notar la tensión
muscular que Aníbal tenía acumulado. Sin más,para tratar de
aliviarle empezó a masajear los hombros de su marido,él al notar
como Adriana le estaba tratando no pudo evitar cerrar los ojos
dejarse llevar por el trato de su mujer.
-¿Te va gustando?- preguntó Adriana obteniendo un
“ajá” cómo única respuesta- ¿Puedo preguntarte algo?
-¿Puedo impedirlo?- a su manera le había dicho que si
podía, Adriana inspiró profundamente porque sabía que ese tema era
muy delicado para él.
-¿Cómo fue que heredaste los deberes de tu padre si
él aún estaba vivo? Es decir....tú le mataste hace tres
años.....-en vez de la violenta respuesta que creía obtener de
él,Aníbal sólo emitió un gruñido de rencor.
-Porque se largo. A ver,si me case con Delinenar a los
quince y él aún estaba y me divorcie a los veintiséis...pues
cuando tenía dieciocho años,y en casa por aquel entonces
estábamos,Hannon, Delinenar y yo,sin contar a los esclavos. Dido
estaba en esa época casada con Asdrúbal. Pues en Iberia,Hannon
sufrió una derrota humillante,perdió a casi todos sus hombres,por
no decir a todos, y encima huyó. Sufrió la mayor deshonra,sólo su
nombre y no sus hijos, por aquel entonces Arístides creo que ya
estaba muerto...pues despojado de su cargo,sin la posibilidad de
labrarse otro futuro,se fue de casa, se fue de Cartago a otra de las
ciudades más importantes del Imperio cartaginés, Utica, y ahí sin
apellido,para sobrevivir se volvió un pobre comerciante que ganaba
lo justo para mal alimentarse. Pago por todo lo que me hizo,a parte
de con su vida. El día que se fue, la carga de ser el amo de la casa
paso a mi- Adriana se quedo sin habla,su suegro,por lo que Aníbal le
había contado, odiaba a sus hijos, fue en su tiempo un buen
general,pero la torpeza en esa batalla y el huir dejando a sus
soldados ser masacrados le hacía carecer de honor. Aníbal en cambio
era un general honorable. Comía con sus hombres en los
campamentos,acampaba con sus hombres en la guerra. Padecía el mismo
hambre,frío y desventajas que sus hombres en las guerras,por eso lo
respetaban tanto y mostraba respeto a sus soldados.
-Aníbal, tu padre....
-No quiero hablar de ese pedazo de mierda. Ya no forma
parte de mi vida,nunca fue un padre para mi,sólo me engendro.
Adriana, mi familia siempre ha sido Dido,Aderbal y Âkil.
Pero....ahora mi familia sois tú y los mocosos- una vez más,la
coraza que recubría el corazón de Aníbal se resquebrajo, hablaba
en serio, Adriana y sus hijos era su familia,había luchado mucho por
tener a Adriana su lado, había engendrado a dos hijos que aunque no
lo admitiese para nadie,pero a veces lo demostraba,eran su debilidad.
-¿Cuántos hijos te gustaría tener?- preguntó
Adriana cambiando de tema repentinamente,¿no sería que.....?
-Adriana,¿estás....?
-No. Es simple curiosidad.
-Así esta bien. Dos son suficientes- Adriana tenía
la ilusión de tener una familia numerosa,pero Aníbal de momento no
quería tener ni un hijo más,quizás más adelante aún tenían
tiempo para poder tener todos los hijos que quisieran. Aunque Aníbal
tenía razón en que de momento con dos era suficiente, a veces
Adriana creía que se volvería loca,pero todo el tiempo colmaba de
amor a sus pequeños,pero prefería que Sadik y Aradna creciesen un
poco más porque los niños necesitaban ahora toda su atención.
-Aníbal,cuando volvamos de Iberia,¿podrás descansar?
-Si se alarga lo suficiente la campaña,quizás
llegaríamos para la festividad de Tanit,por motivos de festividad
las actividades militares se suspenden un par de días.
-¿Sabes? La Saturnalia es una festividad romana en que
los esclavos son libres un día.
-Tontería,se acostumbrarían a la libertad- ¡tan
dulce como siempre! Aníbal se tumbo en la cama,apoyando la cabeza en
la blandura de la almohada y cerró los ojos para tratar
desesperadamente de dormir. Adriana al verlo tan agotado no quiso
molestarlo y se tumbo en la cama a su lado,dándole la espalda a su
marido,pero pronto noto como Aníbal pasaba el brazo por debajo de su
cuerpo y la acerco contra él.
La noche paso rápida,pero Aníbal despertó antes del
amanecer,normalmente su sueño acababa con el amanecer,pero despertó
antes del amanecer,aún ni se atisbaba en el horizonte la luz del
amanecer, se levanto de la cama sin despertar a Adriana y fue a
asearse y a vestirse ya. Cuanto antes empezase el día antes
acabaría,aunque sabía que aunque él madrugase sus hombres estarían
a la hora de siempre. Pero tenía otros planes en mente. Y para eso
iría a despertar a Aderbal.
Cuando había acabado de ponerse la armadura y se
estaba poniendo los brazaletes de oro,escuchó como Sadik lloraba, a
ver que le pasaba...sin más se encamino a la habitación del niño.
-Sadik,a dormir,aún es de noche- dijo apoyándose en
el marco de la puerta,Sadik estaba hecho un ovillo entre las sábanas
y miró a su padre un poco más calmado.
-Tuve una pesadilla.
-Los sueños son sólo sueños, Sadik- el pequeño no
dejaba de sollozar, de modo que se acercó al niño y se llevó las
manos al cuello para quitarse la cadena que tenía de la cuál
colgaba una pequeña imagen de oro del dios Baal, había tenido
dos,el primero que tuvo se lo dio a su mujer hacía años atrás y
ahora esa sería para su hijo.
-Toma,esto te protegerá de todo mal- colgó la cadena
al cuello del niño,que al relajarse por la presencia paterna y por
ese gesto se sentía más protegido y no tardo en entregarse al
sueño. Aníbal esbozó una sutil sonrisa se fue de ahí cerrando la
puerta con mucho cuidado.
Como siempre , expléndido..
ResponderEliminarno se si es parte de una historia, te leo desde ahora y me parece genial como escribis, muchas gracias por tu comentario!
ResponderEliminarEs parte de una historia bastante avanzada jeje. Me alegro de que te guste y gracias por tu comentario,un beso!
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