Suavis Inimicitia '' Travesía ''
Las nuevas instrucciones de Aníbal habían sido claras y amenazantes para el trío .
''Solo vamos allí para negociar la paz y acabar con la absurdez de esta guerra sin fin , dentro de roma no quiero ningún derramamiento de sangre , fuera podéis hacer lo que queráis''
Los tres ya iban de camino a Roma , cada cual con peor cara que el anterior , exceptuando al ''pacifista'' de Fabio , los otros estaban mareados en aquel barco , notando los balanceos de las olas , que mecían el barco de un lado al otro , haciendo que Adelphos y Élbir se dejasen los pulmones y el estómago en el mar.
- ¡ Vamos , muchachos , es un día maravilloso !- Fabio danzaba cual niño de cinco años alrededor de una hoguera , feliz , sin darle importancia a la seriedad de la pareja.-¡ Sonreíd , la fortuna y el buen tiempo están de nuestra parte!
- ¡ Lo ma..a..aaato! - Mareado , Élbir se apoyó a la barra de madera y se impulsó con la única intención de poner a Fabio en su lugar , pero antes de que se moviese un paso más Adelphos lo agarró del traje , tirando hacia él , dejándolo en la misma posición que antes , al joven Élbir .- ¡ Suéltame o tiraré por la borda al Romano a base de empujones !
- ¡ Las órdenes son claras , Fabio no puede sufr....! - Rápidamente volcó su cabeza para echar el poco alimento que le quedaba en el estómago . Volviéndose a levantar para agarrar a Élbir por el cuello de su traje.- ¡ No puede suf..sufrir daños ! ¡¿ Entendido ?!
Enseguida se escuchó de fondo la voz de uno de los marinos , la cual avistaba un barco mercante romano , de unas grandes dimensiones y toda la cubierta llena de romanos con túnicas de limpieza y otros pocos con trajes de soldados , vigilando la cubierta.
Élbir alzó ambas cejas , miró a Adelphos y sonrió , mirando ahora Adelphos asustado a Élbir.
Nada más posarse al lado del barco pararon , por orden del centurión , el cual dio la orden y salió de su celda , dirigiéndose hasta el pequeño puente de madera que unían ambos barcos y antes de que diese un paso más para entrar al barco , Élbir se adelantó y subió por el pequeño puente , posándose frente al centurión.
- ¿Sabes ante quien estás ? - Preguntó el Centurión.
- ¡ Sí , ante un pez ! - Rápidamente lo empujó al agua y se metió en el barco romano , apuntando a uno de los soldados al cuello con su espada , la cual había salido de su espalda ,de un pequeño escondite que tenía tras la capa.- ¡ Me da a mi que esta noche cenaremos como los grandes cónsules !
Todos los soldados cartagineses que iban con ellos se subieron al barco romano y se llevaron casi todo el alimento , el cual hizo que rebosasen el lugar de almacenamiento y algunas celdas se quedasen llenas . Sin derramamiento de sangre también se llevaron armas , armaduras para fundirlas , oro y algún que otro animal que iba en el barco Tras todos los hurtos volvieron al barco todos , entrando primero Élbir y Adelphos tras él , mirando ambos a Fabio.
- ¡De esto ni una palabra a Aníbal ! - Dijo Élbir con seriedad , haciéndola a uno de los soldados la señal para que se separasen del barco y siguiesen su camino a Italia.- ¡ Necesitábamos comida y nuestros amigos romanos nos la han dado encarecidamente y sin preocupaciones , son mu amables !
Fabio asintió asustado , nunca había visto a Élbir tan serio y era algo que sinceramente , le asustaba.
| Tras esta parte del blog , me gustaría darle las gracias a todos nuestros lectores y Felicirtarles el año , esperando así que sigan disfrutando de la lectura y que tengan un gran y próspero año Nuevo.|
''Solo vamos allí para negociar la paz y acabar con la absurdez de esta guerra sin fin , dentro de roma no quiero ningún derramamiento de sangre , fuera podéis hacer lo que queráis''
Los tres ya iban de camino a Roma , cada cual con peor cara que el anterior , exceptuando al ''pacifista'' de Fabio , los otros estaban mareados en aquel barco , notando los balanceos de las olas , que mecían el barco de un lado al otro , haciendo que Adelphos y Élbir se dejasen los pulmones y el estómago en el mar.
- ¡ Vamos , muchachos , es un día maravilloso !- Fabio danzaba cual niño de cinco años alrededor de una hoguera , feliz , sin darle importancia a la seriedad de la pareja.-¡ Sonreíd , la fortuna y el buen tiempo están de nuestra parte!
- ¡ Lo ma..a..aaato! - Mareado , Élbir se apoyó a la barra de madera y se impulsó con la única intención de poner a Fabio en su lugar , pero antes de que se moviese un paso más Adelphos lo agarró del traje , tirando hacia él , dejándolo en la misma posición que antes , al joven Élbir .- ¡ Suéltame o tiraré por la borda al Romano a base de empujones !
- ¡ Las órdenes son claras , Fabio no puede sufr....! - Rápidamente volcó su cabeza para echar el poco alimento que le quedaba en el estómago . Volviéndose a levantar para agarrar a Élbir por el cuello de su traje.- ¡ No puede suf..sufrir daños ! ¡¿ Entendido ?!
Enseguida se escuchó de fondo la voz de uno de los marinos , la cual avistaba un barco mercante romano , de unas grandes dimensiones y toda la cubierta llena de romanos con túnicas de limpieza y otros pocos con trajes de soldados , vigilando la cubierta.
Élbir alzó ambas cejas , miró a Adelphos y sonrió , mirando ahora Adelphos asustado a Élbir.
Nada más posarse al lado del barco pararon , por orden del centurión , el cual dio la orden y salió de su celda , dirigiéndose hasta el pequeño puente de madera que unían ambos barcos y antes de que diese un paso más para entrar al barco , Élbir se adelantó y subió por el pequeño puente , posándose frente al centurión.
- ¿Sabes ante quien estás ? - Preguntó el Centurión.
- ¡ Sí , ante un pez ! - Rápidamente lo empujó al agua y se metió en el barco romano , apuntando a uno de los soldados al cuello con su espada , la cual había salido de su espalda ,de un pequeño escondite que tenía tras la capa.- ¡ Me da a mi que esta noche cenaremos como los grandes cónsules !
Todos los soldados cartagineses que iban con ellos se subieron al barco romano y se llevaron casi todo el alimento , el cual hizo que rebosasen el lugar de almacenamiento y algunas celdas se quedasen llenas . Sin derramamiento de sangre también se llevaron armas , armaduras para fundirlas , oro y algún que otro animal que iba en el barco Tras todos los hurtos volvieron al barco todos , entrando primero Élbir y Adelphos tras él , mirando ambos a Fabio.
- ¡De esto ni una palabra a Aníbal ! - Dijo Élbir con seriedad , haciéndola a uno de los soldados la señal para que se separasen del barco y siguiesen su camino a Italia.- ¡ Necesitábamos comida y nuestros amigos romanos nos la han dado encarecidamente y sin preocupaciones , son mu amables !
Fabio asintió asustado , nunca había visto a Élbir tan serio y era algo que sinceramente , le asustaba.
| Tras esta parte del blog , me gustaría darle las gracias a todos nuestros lectores y Felicirtarles el año , esperando así que sigan disfrutando de la lectura y que tengan un gran y próspero año Nuevo.|
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