Suavis Inimicitia
-Aníbal, hay algunas cosas que quiero comentarte cuando
vayamos a Sardonia.- le empezó a decir a Adriana esa mañana. Aníbal
suspiro mientras se vestía, la boda de Fabio sería dentro de unas
semanas y sabía que su mujer estaría dándole la tabarra todo ese
tiempo.
-Dime.
-Julius y Selene van a ir.- una risa ronca y baja salió
de los labios de Aníbal acordándose de la humillación a la que le
sometió cuando lo apreso en la guerra.
-¿Y que?
-Nada de batallas campales en la boda de Fabio. Es casi
mi hermano y no quiero que se arruine el día más feliz de su vida.
-¿Y si a la bruja de tu hermana o al capullo de tu
abuelo se les ocurre insultar?- conocía la lengua bífida y venenosa
de Selene,se rumoreaba que ella estaba tejiendo sin querer la caída
de Julius, la mujer influía demasiado en las decisiones políticas
del cónsul,se decía que la pérfida Selene movía los hilos tras
Julius, que lo manejaba como una marioneta a su antojo. Se amaban
profundamente Julius y Selene,tanto que arriesgaron todo por casarse
a pesar de ser abuelo y nieta (Julius fue abuelo con casi veintiocho
años), pero ambos eran muy ambiciosos y eso era un veneno.
-Si ellos insultan,ignoralos. Piensa simplemente que
eres mejor que ellos- tan dulce como siempre Adriana. Aníbal se
quedo pensativo unos instantes mientras la miraba,¿cómo Adriana y
Selene podían ser mellizas? Era cierto que ambas tenían un gran
parecido físico,pero el carácter de ambas era totalmente opuesto.
Adriana tan dulce,sencilla,maternal y comprensiva. Selene tan
ambiciosa,manipuladora, venenosa y poco maternal. Los primos de
Adriana les contaron una vez que los pobres hijos de Julius y
Selene,Marco y Junio, recibían muy poco cariño por parte de su
madre,mientras que Adriana se desvivía por sus pequeños. Una
madre,al menos el tipo de madre que era Adriana, amaba a sus hijos
desde que sabía de su existencia en el vientre. Los rumores sobre
Selene decían que no se tomó demasiado en serio el embarazo,que
tuvo la costumbre de asistir a los banquetes de los políticos
romanos hasta casi el momento del parto y de beber vino en exceso.
Aníbal entre otros muchos pensaba que eso podría la sociedad
romana,los continuos excesos,comida,bebida,bacanales...tenían sus
cosas buenas si,pero los contras eran muchos. Con estos pensamientos
volvió a comparar a Adriana con Selene. Adriana desde el primer
momento que era consciente de que un bebé arraigaba en sus extrañas
era lo primero para ella, anteponía a sus hijos ante todo. A veces
se preguntaba Aníbal si su madre era igual,Dido se lo había dicho
muchas veces en su infancia. Que Elisa amó a todos sus hijos. Y eso
le incluyó a él.
-¿Y si me peleo con Julius?
-Me asegurare de que no me vuelvas a ver ni a mi ni a
los niños.- amenazó Adriana,Aníbal se enfado por eso y la
arrincono contra la pared con gesto amenazador.
-No te atreverás.
-Aníbal,soy romana,tus hijos tienen sangre romana-
recordó Adriana- así que quiero que ante los romanos que haya te
comportases como si no nos odiases y quisieras la extinción del
pueblo de Roma. Por favor.
-Desde que te casaste conmigo eres púnica,no romana.
-Mi sangre y parte de las de tus hijos es romana-
finalmente Aníbal tuvo que ceder a las exigencias de Adriana. No
tenía ganas de una tonta discusión con su mujer por una estúpida
boda,aunque fuese la del hermano de quién le debía la vida.
¡Maldito Adelphos!¡Seguía en deuda con él! Algún día saldaría
esa deuda y no debería nada a nadie. A nadie.
Una vez que Aníbal se fue para los entrenamientos
matutinos, Adriana fue a bañar a los niños,la cuál era a veces una
hercúlea tarea debido a que Sadik a pesar de tener solo tres años
se veía como todo un hombre y a veces se negaba a que su madre lo
bañase. Por lo cuál empezó con la pequeña Aradna de apenas un mes
de vida,mucho más tranquila que su hermano mayor. Adriana le ordeno
a Elira que entre tanto tratase de evitar que Sadik se le escapase,ya
paso más de una vez y por poco una salió a la calle.
Tal cómo Adriana supuso, Sadik trato de escaparse del
baño,huyendo de su niñera correteando por toda la casa,Elira se
sorprendió de que el pequeño pudiese correr tanto con apenas tres
años de vida. Pero por desgracia,tal y cómo se temía, Sadik salió
a la calle porque uno de los esclavos domésticos dejo la puerta
abierta,y el niño aprovecho un descuido de los esclavos para salir
por la puerta y fuera de la propiedad,con Elira detrás tratando de
pescarle,ese niño no se iba a librar de un castigo y peor,Elira
pensaba temerosa que Adriana o Aníbal la castigarían seriamente
porque se les escapo el niño ¡y encima el primogénito! La iban a
matar como le pasase algo a Sadik.
El niño iba un poco desorientado por las calles de
Cartago,siempre que había salido había ido de la mano de su madre y
sólo conocía el camino al puerto o al campo de prácticas del
ejército. Ahí estaría su padre,en su inocencia,el niño pensó en
ir a verle y que él le libraría de la tortura que era el baño,¡eso
es! Su padre. Sadik corría para tratar de que Elira no le
capturase,aunque se le hacía difícil debido a que a esas horas de
la mañana las calles estaban llenas de gente y comerciantes.
Cuando llegó al campo de entrenamientos,Sadik se quedo
con la boca abierta,impresionado por el tremendo espectáculo de
entrenamientos.
El acero contra el acero,cuerpo contra cuerpo,
jadeos,sudor y gritos de adrenalina. Los hombres entrenaban duramente
esa mañana el cuerpo a cuerpo con la espada y el escudo.
-¡Venga gandules! ¡Hay mujeres que golpearían mejor
que vosotros!- Sadik escuchó la potente voz de su padre dando
ordenes y luchando a modo de entrenamiento contra Aderbal,aunque no
parecía un combate falso,sino real. El niño se adentro,colándose
entre los combates,nadie reparaba en él debido a que cada uno de los
soldados estaban absortos en sus combates. Pero una espada que cayo
de las manos de un soldado casi golpeo a Sadik de no ser porque Élbir
apareció de golpe,de no ser porque le dio un tirón de la pequeña
túnica,Sadik podría haberse hecho mucho daño.
-¡Sadik! ¿Qué haces aquí? No es lugar para niños.-
regaño levemente Élbir cogiendo en brazos al hijo de su general.
-Querían bañarme.- Élbir se hecho a reír,él de
pequeño también se escapaba cuando su madre trataba de bañarlo.
-Anda,vamos a ver que hace tu padre contigo.- le dijo a
su compañero,casualmente era Bolmícar que parasen un momento para
darle a Aníbal su retoño que se fugo del baño.
-A lo mejor se queda y ve como entrenan los hombres.-
rió Bolmícar de buena gana.-Esperemos que Aníbal termine con
Aderbal y le damos al pequeñajo.- Una idea sensata ya que parecía
que el combate se alargaría porque ambos hermanos de leche luchaban
con fiereza. Sadik estaba asombrado por lo bien que luchaba su
padre,era increíble.
que gracia lo de cuando dice que le quieren bañar XDXD. se parece a su padre en lo de que le gustan los combates, será un gran guerrero ;). y a su madre se parece en la dulzura.
ResponderEliminarHombre es un guerrero machote de tres añitos XDDD Y si,ha sacado la parte guerrera del padre y la dulzura de la madre n.n
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