Invictus: "Séfora"


   Sadik tenía otras preocupaciones en la cabeza en vez de Dionisio,cómo la que siempre llega más tarde o más temprano: el primer amor. Y es que por primera vez el corazón de Sadik no pertenecía a Adriana,su adorada madre,si no a una joven de piel morena,ojos negros y cabellos negros cómo el ébano llamada Séfora.
  Sadik la conoció cuando volvía de la academia militar junto a su mejor amigoTirso,el hijo de uno de los hombres de confianza llamado Bolmícar,ambos niños se conocieron en Iberia cuando eran muy pequeños y tenían desde entonces una fuerte amistad,además de que ambos tenían bastante en común,ambos eran mestizos,la madre de Tirso,Aldara,era íbera. Ambos muchachos iban de vuelta a casa de Sadik,los dos amigos no iban a la casa del mismo maestro porque Sadik estudiaba en casa,cuando vieron a una chica de su edad siendo acorralada por unos chicos más mayores que ellos.

   -¡Vaya,vaya,mira lo que trajo el gato! ¡Una pequeña judía!- dijo uno de los chicos,dándole un pequeño empujón a la chica.

    -¡Dejádme en paz!- gritó la chica mirando con furia a sus atacantes.

    -Seguro que esta niñata tiene algo de dinero....- esto fue la gota que colmó el vaso cuando Sadik vio como empezarón a tratar de urgar entre las ropas de la chica,aunque ella se defendía con uñas y dientes.

   -¡Eh vosotros!- gritó Sadik acercándose a ellos,agarrando al que sujetaba a la chica por el brazo.

    -¡Mira a quien tenemos aquí! ¡A la princesita mestiza!- Sadik clavó con fuerza los dedos en la carne del otro,el mayor no se esperaba esa fuerza y menos el puñetazo que recibió en pleno rostro,de inmetiado el matón sintió como el cartílago de su natiz se partía. Instintivamente solto a la judía para agarrarse la nariz.

   -¡¡BASTARDO,HIJO DE MALA MADRE!!- Bramó el matón al notar cómo la sangre corría por su rostro,sus cobardes acompañantes no hicieron nada porque no iban a ser tan tontos para meterse con el hijo de un prestigioso general además porqud iban desarmados y Tirso ya había desenvainado la espada por si tenía que ayudar a Sadik.

    -¡NO OSES NOMBRAR A MI MADRE,PARA ELLO DEBERIAS LAVARTE LA BOCA!- gritó Sadik desenvainado su espada y poniéndola en el cuello del matón,clavándo ligeramente la punta de la espada -¡Te doy tres segundos para apartarte de mi vista! ¡Uno,dos....!- inmediatamente loa tres salieron huyendo como ratas,pero el matón se juro asi mismo que un día le partiría la cabeza a aquel mocoso entrometido.

   -¿Estás bien?- le preguntó Sadik a la chica,esta inesperadamente le fulminó con la mirada.

   -Sé cuidarme solita.

   -No lo parecía- rió Sadik,recibiendo un empujón por parte de la muchacha.

   -Vamos,Sadik es feo pero no para empujarle- bromeó Tirso,recibiendo una mirada homicida de Sadik.

    -No necesito que me salven.

     -Espera,deja que te acompañe a casa,podrían volver a atacarte- la muchacha le miró con desconfianza,pero aún asi asintió con la cabeza y hecho a andar. -Tirso,ve a mi casa y dile a mi madre que tardaré un poco en volver.

    -Esta bien.

     Sadik y la chica empezaron a andar en dirección a la casa de ella,por el camino entablaron conversación y el príncipe supo cosas de ella,se llamaba Séfora,había llegado hacía unos dos meses a Cartago desde Judea junto con su familia y también le dijo que su padre era comerciante de telas,ambos chicos por medio de esas conversaciones pudieron ver que tenían muchas cosas en común en cuestión de gustos,pero Séfora desconocía que nuevo amigo era realmente un príncipe,creía que le llamaron así pqra meterse con él.
    Sadik debía de admitir que era hermosa,muy hermosa y valiente,había demostrado su valor al encararse contra aquellos matones. La ligera brisa agitaba la melena oscura de Séfora y a Sadik le llegaba a la nariz su agradable perfume y cuando sus ojos se cruzaban podía ver una belleza hermosa en aquellos ojos tan negros cómo el ébano.

   -¿Te gustaría que nos viesemos otro día?- preguntó el príncipe,sonriendo con encanto en cuanto llegaron a casa de Séfora,una casa de familia humilde,no nadaban en la abundancia de la riqueza como Sadik,pero vivían bien,felices con lo que tenían y no faltaba ningún día un plato de comida sobre la mesa.

   -Puede ser- Séfora sonrió de medio lado,la verdad es que si le gustaría volver a ver a ese chico tan peculiar.

    -Mañana ven a mi casa si quieres,yo ahora sé donde vives.

    -¿Dónde vives?

    -Pregunta por Melkart,pero no por el templo,si no por la familia- ambos adolescentes se quedaron mirando unos instantes,Sadik pensó una idea loca pero era así,impulsivo,se acercó a Séfora y se inclinó sobre ella,dado que era más alto,y cubrió los labios de Séfora con los suyos,en un beso superficial pero bastante tierno,pero duro unos instantes porque Séfora se separó de él bruscamente y le cruzó la cara de una sonora bofetada.

   -¡Descarado!- las mejillas de ella estaba teñidas de un pequeño rubor,pero en sus ojos oscuros se leía que le había gustado aquel primer beso,torpe pero lleno de ternura.

    -¿Mañana te veré?- preguntó Sadik llevándose la mano a la mejilla dolorida,pero sonriendo de manera encantadora.

    -¿Si te digo que si te vas ahora?

    -Claro.

     -Pues bien,mañana iré a verte- Séfora sonrió,antes de volver a darle otro beso superficial en los labios a Sadik que también duró unos segundos. Ambos adolescentes se habían gustado nada más verse,un flechazo instantaneo que movida por un impulso ya se había cobrado el primer y segundo beso del príncipe púnico-romano. Cupido había hecho de momento bien su trabajo.
  

    Cuando Sadik volvió a su casa volvió al menos el cuerpo ya que su mente estaba por otro sitio y lo mejor es que al día siguiente volvería a verla. Tirso trato de sonsacarle pero no consiguió que su amigo dijese ni una sola palabra de lo que había hecho,sólo le dijo el nombre de ella y poco más.
     Sadik no se lo dijo ni a Adriana,pero sus padres se quedaron preocupados al verle en otro mundo y con una rara sonrisa embobada en el rostro,¿estaría enfermo? Nada de eso. Pero Sadik se preguntó si le gustaría Séfora a sus padres,vale que no era una princesa o la hija de un cónsul o de un militar de alto rango pero no quería casarse por obligación cómo su tío Adelphos con una chica de su clase pero que no amaba,aunque eso significase su deshonra. ¿En que estaba pensando? ¿Casarse? Era joven,pero Séfora le había llegado al corazón.

Comentarios

  1. Me ha encantado, que mono Sadik, me gusta cuando la defiende, tiene caracter.
    Hacen buena pareja, me gustaría que sus padres consintieran en que casaran al final, aunque claro siendo principe no es facil.

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    1. El primer amor siempre marca,Sadik y Séfora aún son jóvenes,tienen catorce años y el que sean de castas distintas les van a traer problemas.

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  2. ¡Hola! :)
    Antes que nada quiero agradecerte las bonitas palabras que dejaste en mi blog, leer tu comentario me hizo sonreír y me alegró mucho después de llegar del viaje. ¡Muchas gracias! <3

    Respecto a la entrada, ¡es preciosa! Me alegra un montón volver a pasar por este bello rinconcito, ver que no has cambiado y sigues publicando historias increíbles. La verdad es que esta historia de amor entre Sadik y Séfora pinta muy bien, aunque sean tan jóvenes y no sean de la misma casta creo que hacen una gran pareja. A ver qué tal sigue esto, espero ir entrando más a menudo ahora que tengo un poco más de tiempo.
    ¡Que seas feliz y que estés disfrutando mucho de este increíble veranito!

    Besos.
    Windflower.

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    1. Hola Windflower! Siempre es un placer tenerte por aquí. Veremos cómo evoluciona la relación entre Sadik y Séfora,he de admitir que son muy tiernos.
      Un beso y disfruta del verano

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