Invictus: "Tan cerca,tan lejos"


   Séfora cumplió su palabra y nada más amanecer y desayunar se apresuró a asearse y cambiarse de ropa para ir a ver a Sadik,ese chico la había dejado algo trastocada tantonpor el descaro al besarla como lo valiente que fue al defenderla de esos matones. Su madre,Sarah,se quedo algo extrañada al verla tan nerviosa,¿le habría pasado algo? A saber...
   La joven se vistio con las ropas de mejor calidad,ya que apreció que Sadik vestía con ropas caras y de calidad,quizás su padre fuese un comerciante importante en Cartago. Una vez salió,escaqueándose de las tareas domésticas,se dedicó a preguntar por la calle sobre donde estaba la casa Melkart,no tardo en conseguir la información ya que al parecer era conocida. Se quedo helada cuando llegó.
   Era una mansión preciosa,situada de tal manera que estaba horientada al mar,con amplios balcones y adornada con mármol y vidrio,¿tanto lujo? No podía ser propio de un comerciante....
   Fue a la puerta principal y toco fuerte un par de veces hasta que le abrió una esclava pelirroja celta.

    -¿Sí?

    -P-perdone...estoy buscando a....Sadik...

    -El amo Sadik no esta.

    -P-pero....él me dijo de venir aqui.

    -No esta niña,vete.

    -¿No puedo quedarme aquí hasta que llegue? No molestare.

    -Eso deberá decirlo la ama,espera aquí.

    -¡Espera! Le llamaste "amo Sadik"....

    -Es el hijo del amo de esta casa- dijo la esclava antes de cerrarle la puerta en las narices a Séfora. Séfora se quedo ahí plantada,esperando una respuesta por parte de la celta. Atia,la esclava celta,tardo unos minutos en volver a abrir la puerta de caoba.

     -La ama te espera,niña. Espero que sepas comportarte,no estas en una casa cualquiera- Séfora asintió y siguió a Atia dentro de la casa,el interior del edificio era más explendido por dentro,pesados arcones centenarios,recipientes de vidrio originarios de la antigua Tiro,estatuillas de jade de China,una bandeja de oro,grande como la rueda de un carro,con imagenes de la reina Dido,la fundadora de Cartago,estatuillas de animales de África tallados en marfil,ónix...además de adornos romanos,algún que otro mosaico de la religión cartaginesa y romana,además de elefantes.
     Atia la llevo hasta la habitación principal,la de los amos de la casa,una habitación amplia,ordenada y con las ventanas del balcón abiertas para que entrase la brisa marina.

   -Mi señora,esta es la chica que insistía en ver al amo Sadik.- Séfora vio dentro,apoyada en una mesa de madera donde había varios pergaminos a una hermosa mujer de cabellos ondulados y oscuros y ojos cómonlos de un venado,su piel era blanca como la leche.

   -Esta bien Atia,puedes retirarte- dijo la mujer sonriendo ligeramente,la esclava obedecio a la orden y dejo a Séfora con Adriana.

   -Acércate muchacha,no muerdo- la sonrisa de Adriana se ensanchó,con que ese era el motivo del raro comportamiento de Sadik....una hermosa muchacha hebrea.

   -S-si señora...

  -¿Cuál es tu nombre?

  -Séfora,señora,hija de Daniel.

  -Adriana Melkart,esposa de Aníbal- Adriana ya había dado por hecho el presentarse con su nombre romana añadiendo el apellido de Aníbal.-La madre de Sadik.

  -¿Su madre?- preguntó Séfora,esa mujer no era cartaginesa si no romana,tenía un nombre latino.

   -Si,su madre. Mi hijo en estos momentos no esta,mi marido quiso llevarle a él y a sus hermanos a los campos de entrenamiento.- ¿entrenamiento? ¿El padre de Sadik era militar?

   -Perdonad mi pregunta pero...¿sois romana?

   -Un poco si- bromeó Adriana sonriendo para tratar de calmar a Séfora. -No tardaran en llegar. Y dime,Séfora,¿eres hebrea?

   -Sí,de Judea,vine a Cartago hace unos meses....

    -Aún recuerdo cuando llegue desde Roma,sé como te sientes de extranjera dn otra tierra- Séfora sonrió más calmada,de alguna manera aquella mujer inspiraba calma y confianza,Sadik había heredado parte de ese aura.
  Adriana y Séfora estuvieron un rato hablando de cualquier tema,la hebrea no dudaba de que tenía ante sí a una mujer culta e inteligente además de amable. Adriana sentía fascinación por ella,era hermosa,algo tímida pero honesta y lista,¿sabría quienes eran en su familia? No saco el tema ni la llamo "alteza" asi que lo dudaba,de hecho parecía extrañada por el lujo.

   Sadik,Aradna y Amílcar llegaron al rato,Aníbal tuvo que quedarse pero debido al periodo de paz en el Imperio las obligaciones del ejército se habían relajado por lo cuál Aníbal tenía más tiempo libre. Sadik pensaba que Séfora iría más tarde,por eso fue con sus hermanos a ver al ejército,pero claro era que Sadik no le había dicho a Séfora que era hijo de militar y de reyes,ya que lo daba por sentado que lo sabía.
  Cuando fue a ver a su madre,con Aradna y Amílcar tras él,se quedo helado al ver a Séfora hay,pero no pudo evitar no sonreir al verla ahí.

  -Madre- dijo Sadik en la puerta,atreyendo la atención de Adriana y Séfora.

   -Salve,hijo- Adriana sonrió y con un gesto de cabeza le indicó a sus hijos menores que se fueran de ahí. -Creo que será mejor que me vaya,os dejo solos-. cuando Adriana iba a salir de la habitación y paso al lado de Sadik no pudo evitar decirle con malicia.

    -Amicus tuus est: pulchra nimis, (Es muy guapa tu amiga).- Sadik se ruborizo intensamente ante las palabras de su madre.

   -Sadik....¿tú que eres?- preguntó Séfora una vez se quedaron solos.

   -Pues soy un yo,no te entiendo....

   -Todo este lujo....Sadik,¿quién eres?

   -Sadik Melkart....hijo de uno de los generales más importantes de Cartago....y.....

   -¿Y?

   -Príncipe heredero de Siracusa- Sadik le tuvo que contar a Séfora que sus padres eran reyes de Siracusa,que su padre era rery consorte,un héroe de guerra,un importante militar,su madre la reina de Siracusa.
   Séfora sintió un nudo en su garganta,él era un príncipe,ella hija de un comerciante,Sadik sería un día rey y ella....ella estaba destinada a casarse,parir y servir al marido.

   -Sadik....soy inferior a ti....

   -No lo eres. Séfora,era maravillosa,a mi me da igual que no seas hija de un cónsul o un rey,lo importante es que eres Séfora y nada más- Séfora no pudo evitar no abrazarle,pero no sabía si ella podría tratar de no ver aquello,Séfora vio un abismo que sería difícil de verlo,se sintió insegura de todo. Además estaba el tema de la religión,Sadik adoraba a los dioses cartagineses y ella al dios de Abraham,al dios de Isaac y al dios de Jacob....a Yavhé. Su padre quería que ella estuviese con un judío no con ningún idólatra.

   -Tu madre es preciosa por cierto- le dijo Séfora tras separarse de su abrazo.

    -Lo sé,si quieres ahora te presentó a mis hermanos- Séfora asintió y amboa fueron a donde estaban sus hermanos y su madre,Aradna le hecho una mirada difícil de interpretar a Séfora.

   -Séfora,a mi madre ya la conoces,y ellos son mi hermana Aradna y mi hermano Amílcar.

    -Encantada- dijo Séfora sonriendo ligeramente.

    -Lo mismo digo- Amílcar,más abierto y amigable,sonrió ampliamente,al contrario que Aradna que estaba partiendo a Séfora con la mirada.
  

(Adriana hablando con Séfora)

(Séfora)

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