Suavis Inimicitia: "Más problemas"


(Aviso,parte de la trama a continuación la idee con mi ex colaborador Pabloski,pero cómo nos peleamos por motivos personales dejo su blog,por lo tanto cómo la idea de enlazar las historias fue mía,la seguiré a mi manera pero con mis personajes,ya que Élbir lo saco de la historia porque no era mío y será sustituido por Lucius o por Âkil,el sobrino de Aníbal y Adriana hijo de Dido)

Lucius con su honor de legionario romano y por el aprecio que le tenía a Adriana no pudo callarse el plan en el que Silvia había tratado de involucrarle usando las tácticas de seducción,¿cómo una mujer tan hermosa podía ser tan venenosa? Se arrepintió de haber sucumbido al deseo entre los muslos de Silvia.
Adriana no sólo le cayó esto como un jarro de agua fría,si no que además se le acumulaban los problemas,Siracusa estaba en buena posición económica siendo la ciudad-estado siciliana más importante de toda la isla,después iban Catania y Palermo. Pero por culpa de unas colonias que Siracusa tenía bajo su control en la zona del Peloponeso estaba al borde de la guerra con Esparta,ya que eran tierras espartanas pero pagaban un tributo a Siracusa. Cosa que estaba molestando al rey espartano Leander ya que no querían someterse ni a los romanos ni a los cartagineses,así que Dionisio le había dejado al mando de un reino próspero pero al borde de la guerra en Grecia con la polis de Esparta.

-Lucius,¿estás seguro de que Silvia quería hacer lo que dices?

-Completamente seguro mi reina,ella misma me lo dijo,quería que fuese su cómplice- Aníbal estaba junto a su esposa y al soldado,mirando fijamente el mar a través de la ventana,parecía calmado,pero las venas de su cuello se notaban y sus músculos estaban marcados debido a que estaban en tensión,iba a descuartizar a esa zorra por si quiera pensar en matar a Adriana,que lo intentase con él le daba absolutamente igual ya que podía defenderse sólo,pero Adriana era otro cantar,sabía cuidarse,pero era demasiado confiada a veces e ingenua,y si una zorra cómo Silvia trataba de acercarse a ella con malas intenciones disfrazadas de buenas Adriana pensaría bien de ella porque creía que toda persona tenía bondad dentro. Además de que no iba a permitir que nadie,absolutamente nadie tratase de poner un dedo sobre alguno de los negros cabellos de Adriana,a quién lo hiciese primero le cortaría los dedos y después lo crucificaría.

-¿Dónde está esa zorra,Lucius?- preguntó Aníbal con voz muy ronca y lúgubre,ahora que tenía autoridad podía mandar a esa mujer a sufrir los peores tormentos en la cámara de tortura antes de ser brutalmente crucificada.

-Cuando supe de sus intenciones le dije que abandonase Siracusa bajo pena de entregarla bajo su autoridad,mi rey,para que hiciese con ella lo que quisiera.

-Hiciste bien Lucius,nadie le dará amparo en Siracusa,su fama de manipular a Dionisio la precede,los consejeros y cónsules con los que he hablado hablaban pestes de ella- intervino Adriana,que se acercó a su marido,le abrazo y apoyo la cabeza en su hombro,sabía que ahora le tocaba calmar la ira de Aníbal.

-Lucius....¿puedes dejarnos solos?

-Sí,mi reina- puso el puño derecho sobre su pecho e hizo una respetuosa inclinación de cabeza antes de irse para dejar al matrimonio a solas.

-La matare Adriana,cómo ponga un pie en Siracusa o en Cartago te juro en el nombre de Baal Hammón que la mataré de la peor manera que conozco.

-Lo sé. Pero ahora debe de ser así,¿no? Siempre al acecho de que quieran quitarme de en medio o.....incluso a los niños,cómo trate de tocar un pelo a alguno de nuestros hijos yo misma la mataré- la voz de Adriana sonó dura,ahora no debía de bajar la guardia para proteger la futura herencia de sus hijos.

-No será así,Adriana,te lo juro- tomó la mano de Adriana y no dudo en besarla de manera protectora, el inmenso amor que le unía a Adriana le hacía ser sobre protector con ella,y no era para menos si su vida estaba en juego por culpa de Silvia,ni a ella ni a sus hijos les iban a tocar ni un pelo mientras a él viviese.

-También estoy preocupada por el tema de Esparta,no quiero perder esas colonias en el Peloponeso,pero una guerra con Esparta.....

-Déjame a mi la guerra,te traeré la cabeza de Leander en bandeja de plata junto con la Silvia.

-No quiero que te metas en esta guerra,Cartago no tiene nada que ver....-Adriana le dio la espalda a Aníbal porque esa situación la estaba sobrepasando e iba a acabar por llorar,pero los fuertes brazos la rodearon y la atrajeron contra si,de manera cariñosa y protectora.

-Cartago es la principal aliada de Siracusa,Roma querrá intervenir en tu favor debido a que con la Guerra de Pirro Cartago y Roma se aliaron contra los griegos y dudo que el senado de Roma no quiera derramar sangre griega. Y que ahora soy el rey de Siracusa,debo protegerla junto con mi reina.

-No quiero que te pase como en Numidia- le recordó Adriana con una triste sonrisa.

-Ese es el riego que hay que asumir,Adriana,piensa que algún día Sadik y Amílcar entrarán en el ejército,que un día lucharan a mi lado.- Adriana se giro para abrazarle,ocultando la cabeza en su pecho,menos mal que estaba él siempre para ayudarla,estaba dispuesto a apelar al senado de Cartago para ayudarla en aquella inminente guerra contra los espartanos,que los dioses estuviesen de su parte y Esparta y Siracusa pudiesen llegar a un acuerdo.
Aníbal la hizo levantar la cabeza para que le mirase para ver si estaba más tranquila,efectivamente,parecía más calmada,sus manos se entrelazaron cariñosamente,Aníbal se inclinó sobre Adriana para cubrir su boca con la suya,en un beso profundo pero lleno de cariño y confianza,se transmitían un “Te necesito” y un “Estoy a tu lado” con aquel gesto simple pero lleno de significado para ellos. Aníbal pensó brevemente en que en el pasado había pensado cosas terribles sobre Adriana en los nueve meses de espera de que ella creciese,que cuando la vio de niña pensó otras cosas:
“Me vas a destruir,te voy a maldecir hasta el fin de mis días” esos fueron los pensamientos exactos que había pensado de aquella niña,no quería que le consumiese esa mirada de miel,que él había estado invernal y gracias a ella había vuelto a reverdecer en relacionarse sentimentalmente con alguien. Gracias a ella había desaparecido faceta esa oscura de él.














(Las imágenes son extraídas de las fiestas de Cartagineses y Romanos que se hacen en Cartagena,España. Me gustaron y pegaban para el blog)

Comentarios

  1. ¡Me has matado! :-) Eramos pocos y ... ya se sabe...
    Hasta en el más absoluto de los odios hay algo de amor, aunque no lo sepamos.
    Besos de Pecado.

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    1. ¡Uy no era intención matarte! Bueno a besos si xDDD El odio y el amor van cogidos de la mano,de hecho se dice que del amor al odio hay un paso.
      Un beso

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  2. Me ha encantado, cielo. Espero que todo les vaya bien, tanto en el tema Esparta como en lo referente a Silvia.

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    1. Ya veremos como acaba esto sin ser el rosario de la aurora,tanto en la guerra con Esparta y con lo de Silvia

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  3. Estoy deseando saberlo, espero ansiosa el proximo capítulo. Yo he actualizado robo de identidad :):).

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  4. Sandryska me ha encantado tu blog, y me quedo, volveré a leerte.

    Te invito a mi blog. Un abrazo y feliz semana. Pastora

    http://entredosluces12.blogspot.com.es/

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    1. Hola Pastora,me alegro de que te guste la historia que estoy escribiendo,sera un placer tenerte por aqui y claro que me pasare por tu blog.
      Un beso

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