Suavis Inimicitia: "Conspiración"


Mientras lo nuevos reyes gozaban de las mieles del amor,alguien no estaba para nada contenta con el testamento de Dionisio,cediéndole la corona a Adriana: Silvia Ulpinus,la antigua reina consorte,la viuda de Dionisio,que se había visto relevada a un segundo plano tras la ascensión al poder de Adriana. ¡Maldita mocosa! Pensaba cargada de odio la mujer,no podía entender porque su marido en su testamento había cedido la corona a esa niñata,¿para poner otra vez Siracusa en manos de Cartago? Porque ahora el rey consorte era cartaginés. Lo que Silvia había pensado cuando Dionisio cayó enfermo ella tomaría las riendas del reinado de Siracusa hasta que su hijo,un mocoso de tres años creciese.
Lo que nadie sospechaba era que la enfermedad de Dionisio fue un accidente,Silvia,sedienta de poder había envenenado a su marido con un veneno que era más bien cómo un somnífero pero aplicada la dosis suficientemente alta podría matar a una persona,todo gracias a una hermosa flor blanca: Papaver Somniferum*.
Pero ahora para tener el trono para ella sola necesitaba aliados para ayudarla en su propósitos y quitarse del medio a Adriana,ya que con su marido había obtenido ayuda por parte de un esclavo celta y ex-amante suyo,Dylan,que desapareció misteriosamente a manos de ella.
Para su propósito tenía pensado pedir ayuda a dos personas: Lucius,el jefe de la guardia real,Lucius era un hombre viudo que sólo se dedicaba a la protección de la familia real y al cuidado de su hija Lucila,así que usando su cuerpo quizás inclinaba la balanza de los valores de Lucius, La otra persona supo hacía poco de ella,una mujer íbera casada con un romano llamada Delinenar,la ex-mujer de Aníbal,Silvia se sorprendió al saber que Aníbal estaba divorciado de su primer matrimonio,pero no era raro los divorcios ni en Roma ni en Cartago,así que era normal eso. Además suponía que Delinenar querría joder a su ex-esposo por perder años a su lado.
Pero Delinenar estaba en Roma,no en Sicilia,de modo que primero trataría de seducir a Lucius. Silvia sabía que Lucius estaría a esas horas de la noche en su casa,ella viéndose relegada a antigua reina volvió a su antigua mansión y tuvo que dejar el palacio junto con su hijo. Así que se envolvió en una capa y se puso la capucha bien puesta sobre el rostro para que nadie la viese.

Lucius acababa de acostar a su hija Lucila,la niña apenas tenía diez años y cómo única familia tenía a su padre,quién se pasaba el día en el palacio junto con sus hombres,de modo que la crianza de la niña prácticamente se encargaba una esclava. Lucius se tumbo en el triclinium,apoyando la cabeza y cerrando los ojos,olvidando todo lo que había a su alrededor,había sido un día agotador,la ceremonia de la coronación había sido larga,pero dejando un buen sabor de boca,sabiendo que ahora el trono de Siracusa era ocupado por la legítima heredera,Adriana,esa pequeña niña que vio dar sus primeros pasos de las faldas de su madre,la hermosa Cibeles,y ahora la veía regia y hermosa con la dorada corona de laurel sobre sus negros cabellos de ébano,y además estaba Sadik,el joven príncipe representaba no solo la sucesión al trono,si no la aglomeración de sangre de todos los pueblos que habían ocupado Sicilia; por parte del padre fenicia y cartaginesa y por parte de la madre,celta (los primeros habitantes de Sicilia fueron los trinacrios,los sicános (de origen íbero) y los sículos ramas del pueblo celta) griega y romana. Según los augurios había sido una buena señal el nacimiento de ese niño hacia ya siete años.

-Amo,han venido a buscarle- le dijo un esclavo sacando a Lucius de sus pensamientos.

-¿Quién es?

-Es una mujer- ¿una mujer?¿Qué mujer?

-Díle que pase- ordeno picado por la curiosidad,pronto tuvo ante él la imagen de una mujer encapuchada,tras ordenar al esclavo que los dejase solos,la mujer descubrió su rostro,sorprendiendo a Lucius,quien se incorporo del triclinium al verla: Silvia. Lucius debía de admitir que Silvia era hermosa,de cabellos rojos cómo el fuego,ojos claros y un cuerpo digno de la diosa Venus.

-¿Silvia?- ya no tenia que tratarla de su alteza debido a que había perdido sus títulos de reina,pero seguía siendo una patricia.

-Ave Lucius,acudo yo a ti desesperada- dijo Silvia con fingido tono dramático,apelando al deseo y a la compasión podría tener a Lucius de su parte.

-¿Ha ocurrido algo?

-Tú lo sabes,esa chica...Adriana....ahora es tu reina.

-La legítima reina de Siracusa por su sangre y por el testamento de Dionisio.

-¿Y yo en que posición quedo? Sola y desamparada....-Silvia fingió echarse a llorar,ablandando el corazón de Lucius ante esas lágrimas de cocodrilo. Lucius,ingenuamente abrazó a Silvia estrechándola contra su pecho,no podía ver a nadie sufrir.

-La reina Adriana sera buena contigo,pídele ayuda.

-Lucius me echara....soy rival al trono.

-Ella es buena y compasiva....-no le dio tiempo Silvia a Lucius a terminar la frase cuando le calló con un beso,Lucius,extrañando el contacto con una mujer,desde la muerte de su amada Julia no había sentido el contacto suave de una mujer,y Silvia restregaba su voluptuosa anatomía,pronto su virilidad despertó ante el regocijo de Silvia.
Pronto Lucius acabo tumbado en el triclinium con Silvia encima de él,devorándose los labios. Silvia se deshizo de la ropa interior y subió su vestido y la túnica de Lucius para introducir su despierto pene entre sus piernas,Lucius gimió roncamente. Silvia empezó a moverse sensualmente de arriba a abajo,sabía que el soldado llevaba tiempo solo y con su cuerpo podría convencerlo.

-Lucius...puedo ser tuya si...ahhh...me ayudas....

-¿E-en....que...?

-Deshacerme de Adriana.....-gimió Silvia,Lucius reaccionó violentamente para la sorpresa de la ex-reina,quitándose de encima a Silvia y tirándola al suelo -¡¿Cómo osas maldito?!- no termino su amenaza cuando Lucius,ya con las ropas bien colocadas,desenvainó su gladius y apuntaba con ella a la garganta de Silvia.

-Antes el honor que el placer. Juré proteger con mi vida a la familia real de Siracusa,osea a las descendiente de Cibeles,la reina Adriana,el rey Aníbal y sus hijos. No voy a consentir que una zorra trate de atentar en contra de ellos.

-¡Yo soy la legítima regente!

-¡No! Nunca has sido de la realeza,has sido consorte nada más,y Dionisio era un tirano. La legítima reina es Adriana desde el mismo momento en que nació . Por esta vez lo dejare correr,pero no quiero verte en Siracusa,cómo sepa yo que pones un pie en nuestro reino yo mismo te matare por atentar contra la vida de los reyes. ¡Ahora vete mujer infame!- Silvia gruño a la vez que se ponía bien sus ropas y se iba de aquella casa,había subestimado el honor de Lucius y el afecto que le profesaba a Adriana. Sólo le quedaba una última opción: Delinenar y para eso debía de viajar a Roma,iba a recuperar lo que era suyo costase lo que costase.

*(Gracias a Karras por haber puesto una entrada hablando sobre esa flor,me ayudo mucho)





(Silvia Ulpius)




(Lucius)

Comentarios

  1. Me gusta Lucius, es un buen hombre. Es leal y eso le honra. En cuanto a Silvia, es una celosa, espero que fracase en sus intenciones.

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    1. Lucius tiene de principales virtudes el honor y la lealtad a su reina,la vio crecer prácticamente y aparte de su cargo,le une un gran cariño a Adriana y Selene. Silvia es el nuevo fichaje,es mala cómo un dolor

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  2. Esa va a dar juego seguro ;);). Se pone interesante la cosa. Por cierto en mi blog cometi un fallo, puse que Marcos y Anne van a Nueva York y no, van a los angeles que es donde vive él. Lo acabo de cambiar, donde he puesto nueva york he puesto los angeles y solucionado.

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  3. Interesante historia...Creo en la Conspiración.Existe y es las mas de las veces efectiva.El honor y la lealtad son principios hermosos que deberian ser intrínsecos al ser humano. Muy buenas tus entradas amiga.Un gran abrazo.

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    1. Siempre en ámbitos de realeza se forman conspiraciones en contra de los enemigos para alcanzar el poder,la ambición corrompe.
      El honor y la lealtad son cualidades que muy poca gente cultiva,ser leal y honorable no es malo si no grandes virtudes.
      Un beso

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  4. De siempre han existido las buenas intenciones y eso nadie lo duda, Entonces..... ¿por qué no creemos con la misma vehemencia en la parte oscura que debido a la existencia de la anterior también cobra fuerza?.
    Besotes Sandriska.

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    1. El poder siempre corrompe,por eso siempre hay que tener cerca a alguien que haga tener los pies en el suelo y gente con honor cerca para no desviar el camino. Por cierto,lo del veneno me acorde de blog cuando lo puse porque hablaste de esa flor :D
      Un beso

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  5. Querida amiga Sandryska, interesantísimo relato que me engancho desde el principio asta el final.

    Besos y feliz domingo.

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