El Lobo y la Esclava: Capítulo 14 "Más secretos"
Gunnar
casi se atragantó con el pan que se acababa de llevar a la boca
cuando Einar dijo aquello de manera tan tranquila ¡estaba loco!
¿Cómo iban a preparar a una esclava mocosa a ser una doncella
escudera? Había visto a Julia unas cuantas veces y apenas era una
chiquilla, un saco de huesos que con dificultad podría coger un
escudo.
—
¿Cómo? Creo que no te oí bien.
—
Vamos a entrenarla como una skjaldmö ( doncella escudera) tiene
potencial.
—
Einar...puedes tenerla de concubina o de esposa pero ¿estas seguro?
Puede no sobrevivir...—
intervino Sieglind suavemente, antes de ser madre, Sieglind fue
skjaldmö y sabía lo difícil que era pues no solo era estar a la
altura de los hombres, a veces era superarlos, y por lo que sabía de
esa muchacha era una antigua niña rica de modo que sería frágil y
sería mejor que siguiese haciendo labores domésticas.
—
Tiene potencial. Es fuerte, ha sobrevivido siendo una niña rica a un
viaje desde lo más profundo del sur de la Galia hasta cruzar el mar
hasta aquí y no se ha muerto. Es resistente y puede ser de utilidad
que sea tan baja y delgada: la hace más rápida que nosotros pese a
las armaduras, las armas y el escudo—
“Además
veo el fuego de las valquirias en sus ojos” pensó
pero aquello no lo expresó en voz alta.
—
La resistencia no lo es todo —
Gunnar resopló entre los dientes pero finalmente se rindió —
No prometo nada de poder sacar a una skjäldmo buena, pero si
decente.
—
Gracias amigo mío...sé que no puedo confiar en otro esta misión
que no sea a ti y a tu familia.
—
Sabes que somos tu familia igualmente—
Gunnar agarró la nuca de Einar y ambos chocaron frentes en modo de
gesto casi fraternal. Gunnar era mayor que Einar y a veces lo trataba
como a un hermano pequeño.
De eso habían pasado días Einar
estaba ocupado hablando con un constructor de barcos que era quien le
proporcionaría las naves para en verano ir costeando la costa del
báltico cuando apareció corriendo y casi tropezándose en la nieve
Yvette, su hermana menor, quien también estaba entrenándose para
ser una doncella escudera pese a su juventud pues Yvette tenía
apenas trece años.
—
¡Hermano!
—
¿Qué ocurre?—
la joven resopló poniéndose bien la capucha de su capa que se
había movido en la loca carrera casi tapándole la cara, Yvette
tenía al contrario que Einar el pelo negro cómo el carbón una
herencia de su madre pero ambos hermanos compartían los ojos de su
padre de ese celeste casi transparente y además era la debilidad de
su hermano, era su niña consentida a veces en exceso.
—
Se acercá un barco, lleva el estandarte de Erik—
Erik...el padre de Ingrid y su aliado...frunció el ceño y ambos
hermanos fueron corriendo hacía el puerto donde en efecto llevaba un
barco pero no era en actitud combativa si no más bien cuando se fijó
bien en efecto vio a Erik y a su lado una mujer de más o menos su
edad, Ingrid. Maldijo todo lo posible pues no había tenido tiempo de
decirle a Julia lo de Ingrid y su matrimonio, primero quería
liberarla el día de Yule que sería en un par de semanas por eso
arregló ya lo de Gunnar, pero aquello aceleraba todo.
—
Los dioses estén contigo, Einar—
dijo Erik cuando bajó del barco una vez este atracó y se acercó
al joven jarl quién forzó una sonrisa de cortesía.
—
Igual contigo, viejo lobo—
Erik sonrió, el jarl Erik Svenson era un hombre ya rozando los
cincuenta años pero a pesar de la edad se intuía una musculatura
aún fuerte digna de guerrero pues cómo el mismo decía si tenía
que morir moriría en el campo de batalla con el hacha en la mano
esperando a la valquirias.
—
Recibimos un mensaje hace una semana para que Ingrid llegase antes de
la fecha acordada.—
Iba a matar a su madre...que manía con meterse en esos temas aunque
entendía su punto de vista, no iba a romper el compromiso con ella
pero no iba a renunciar a Julia.
—
Ingrid—
inclinó levemente la cabeza, gesto correspondido por ella. Ingrid
era más o menos de la edad de Einar, era pálida y de cabellos
dorados con un rostro en forma de corazón, era bonita todo había
que decirlo.
—
Odín te sonría, Einar—
saludó la joven. Einar sonrió levemente más que nada por cortesía
y guió a los invitados hasta su casa, rogando por dentro que Julia
no la viese pero ese día parecía que quien movía sus pies era Loki
pues ahí estaba Julia junto con Frida haciendo algunas tareas pero
al ver a los invitados y al jarl se levantaron para ir a las cocinas
para servir unas cervezas y algo caliente para comer como indicaban
las normas de cortesía. Astrid se acercó a ellos y no pudo evitar
ver la mirada incómoda de Einar.
—
¡Madre!—
una vez a solas, Astrid se giró para mirar a su hijo quien la
miraba esperando una explicación a todo aquello.
—
Hijo mío.
—
¿Me explicas por qué has tenido que meterte y hacer que vengan
ya?
—
Tarde o temprano iba a pasar, ¿crees que me es agradable verte
casado a la fuerza por política? No Einar, pero eres igual que tu
padre y esa esclava te trastoca, no quiero que hagas un desastre por
ella—
El joven suspiró profundamente y rodó los ojos brevemente
dejándolos totalmente blancos, a veces se sentía cómo un niño
pues su madre parecía que creía que iba a destruir todo. De
hecho...¿cómo dijo su padre hacía unos años tras que Hjalmar y él
se metiesen en un lío? “¿Por
qué los dioses me atormentan con unos hijos tan destructivos?”
Algo así fue.
—
No voy a romper el compromiso. No habrá conflictos.
Sólo
le escuchaba el sonido de tragar y de partir comida, cuando la noche
cayó una vez sus invitados fueron acomodados empezaron a cenar, los
esclavos les servían la comida y la bebida, pese a que Einar
permanecía callado, apenas tocó su plato y bebió un par de tragos
de su cerveza. La verdad es que quien estaba intentando sacar algo de
conversación, más allá de Sigbjorn y Niels hablando casi en la
otra punta de la mesa, era Erik.
—
Muchacho no estas comiendo nada—
rió Erik dándole un golpe en la espalda de modo jocoso.
—
Nada, solo que comí bastante a medio día...—
le dedicó una mirada a Julia quien se acercaba para servir otra copa
de cerveza a Erik, el cuál le dio una sonora palmada en el culo a la
romana haciéndola ahogar un grito de dolor, no era como cuando Einar
le daba auna nalgada pues las de Einar eran lo justamente fuerte para
darle una mezcla de dolor y placer, y tuvo la tentación de partirle
la jarra en la cabeza pero se controló.
— ¿Cuanto
por esta esclava? Es bonita.
—
No esta a la venta.
—
Bueno...al menos mándamela esta noche—
Julia miró a Einar aterrorizada, ¿no sería capaz...? Einar
levantó la mirada porque estaba algo cabizbajo mirando el contenido
de su plato y las llamas de las velas que iluminaba el hogar y el
fuego del fondo para calentar el lugar hicieron que sus ojos se
vieran de un azul oscuro, de ese azul que tiñe el cielo cuando el
sol acaba de ocultarse. Daba miedo pues la cicatriz del ojos
acentuaba una mirada de depredador que Erik no capto pero Astrid e
Ingrid si.
—
Toma a otra de las esclavas, esta, esta noche tiene que ayudarme a
peinarme entre otras tareas—
intervino suavemente Astrid apretando el muslo de Einar por debajo de
la mesa en señal de que se calmase, que no iba a tocar a su
esclava.
—
Esta bien pues...—
gruñó Erik—
solo dime de donde has sacado a esa esclava.
—
El viejo zorro de Haralf puede proporcionarte esclavas nuevas...—
musitó Einar llevándose un trozo de carne a la boca y mordiéndolo
con fuerza. Julia volvió a la cocina pues la tensión podía
cortarse con un cuchillo. Ahí estaba sola y respiró profundamente
intentando encontrar valor para salir otra vez, espero un par de
minutos pues no quería sentir de nuevo las manos de ese hombre en su
cuerpo ni sus miradas cargadas de lujuria.
—
Amor mío—
la voz de Einar sonó a su espalda y Julia al girarse le vio
entrando, él la aplastó contra su pecho besando sus labios
repetidas veces —
No va a tocarte, tranquila....
—
Tienes que volver a la mesa...eres el anfitrión.
—
Dije que fui a mear—
llevó su mano hasta las faldas de Julia por detrás y las subió
repentinamente acariciando los glúteos suavemente. —
¿Te hizo daño?
—
Sí, pero estoy bien.
—
No va a tocarte Julie...—
la besó una última vez antes de soltarla y volver con sus
invitados a terminar la cena.
La cena transcurrió a partir
de aquello con normalidad, incluso algo más relajado más que nada
porque Erik dejó de mirar con lujuria a Julia aunque le gusto
aquella jovencita que por lo que sabía era una extranjera y
simplemente se encaprichó de la jovencita de ojos tiernos que Ingrid
vio como se miraban su prometido y la esclava, era unas miradas
tiernas y dulces pero no dijo nada.
—
Entonces ¿al final será el mismo día de Yule la boda?—
comentó con cierta malicia Ingrid pues no era tonta y adivinó que
aquella negativa a vender a una simple esclava era porque era la
putita de Einar y pensaba dejar claro que aquel iba a ser su esposo y
aquella su casa, no iba a tolerar a una esclava meterse en medio
llegando a poder poner en duda su autoridad. Julia cuando escuchó lo
de boda sintió un escalofrío en la columna vertebral.
—
Si, hija mía, el día de Yule . El día del solsticio Einar y tú
seréis marido y mujer, y gracias a Frey tendréis tantos hijos como
podáis. ¡Sköl!—
gritó brindando mientras Einar no pronunció palabra y sólo
levantó un poco la poca y bebió un sorbo, sólo reaccionó cuando
se escuchó el sonido de una jarra estrellándose contra el suelo. A
Julia la jarra se le había caído de entre las manos al suelo como
fruto de la impresión de aquella noticia...Einar se casaba....con
otra. Luchó para no llorar ahí mismo pero Frida al verla pidió
disculpas y argumentó que Julia estaba un poco enferma y se le llevó
de ahí con el permiso de Astrid.
—
Julia por favor, no montes una escena—
le pidió Frida cuando salieron de la casa para ir a la pequeña
cabaña dónde los esclavos hacían su vidas y dormían, el frío no
ayudó a que Julia rompiese a llorar tapándose el rostro con las
manos.
—
Julia....
—
¡Se va a casar!—
Frida no tuvo corazón para decirle que todos lo sabían, se le
encogió al ver como Julia lloraba rota de dolor.... por mucho que
esa chica no le gustaba del todo pues la seguía viendo muy
princesita, estaba conociendo la parte más amarga del amor.
Sandra si es una novela escrita por ti desde luego el título ya provoca leerla .No te voy a mentir no sé como empezar y ya llevas unos cuantos capítulos , no prometo nada el tiempo es limitado pero si tengo algo lo leere desde el principio . Un abrazo y feliz noche.
ResponderEliminarSi, es totalmente mia a excepción de los gifs que el crédito se los doy a tumblr jajaja pero todo lo demás de mi loca cabecita. A tu ritmo y espero que la disfrutes y verte por mi pequeño rincón.
EliminarUn besazo!
La historia de tu trabajo es interesante de leer. Hay tristeza al final de la historia.
ResponderEliminarSaludos desde Indonesia.
¡Muchas gracias por tu comentario! Es las dos caras del amor, una vez puede mostrar la parte más dulce y otras la más dolorosa.
EliminarSaludos desde España! Un beso
Quien es capaz de escribir relatos que concadenen unos con otros y formen una historia con todo lujo de detalles y una serie de protagonistas, amén de referencias, merece mi aplauso. Sabes que no puedo venir a leerte tanto como me gustaría pero no dejes de escribir, ¿me lo prometes? Sigue creando, eres tu propia diosa.
ResponderEliminarUn beso.
Ay Mag que me emociono jo! Siempre que puedas aqui eres bienvenida y no volveré a dejar esta mi casa de nuevo.
EliminarUn besazo!
Claro. Te sigo
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