El Lobo y la Esclava: Capítulo 11 "Entrega

— Quiero saber todo de ti.

—¿Perdón?— Julia dejó de dar de comer a las gallinas cuando Einar apareció en el corral apartando a una de las aves con el pie mientras mordía una manzana.

— Quiero saber todo de ti más allá de tu nombre, Julie. ¿De dónde eres? Pues dijeron que no eras celta y es obvio que no lo eres.

—No, no lo soy— dejó el cuenco de maíz mientras entraba dentro soplando entre sus manos frotándoselas debido al frío y Einar la siguió al interior.

—¿De dónde eres?

—De Italia. De Roma— ¿Roma? Había oído algo muy vagamente en Dinamarca y en la Galia de boca de los celtas y daneses. Roma era una ciudad poderosa y habían llegado algunos artículos hasta Noruega*.

—¿Y sólo te llamas Julia?

— Julia Mesalina. Hija de Gaius Julio Mesalino— Einar levantó una ceja pues aquel nombre le pareció absurdo pero era el nombre del padre de ella así que se calló. 

—Anda ven conmigo...te lo ordeno— las ordenes de Einar eran distintas, no eran exactamente ordenes si no más bien peticiones a las que debía obedecer.
Fueron al interior y Julia se sentó en uno de lo bancos mientras Einar se tumbó apoyando la cabeza en el regazo de la romana la cuál empezó a acariciarle el pelo lentamente.

—Cuéntame como es Roma.— Julia empezó relatarle con añoranza como era Roma, su ciudad natal, sus costumbres, sus dioses....y una sensación de añoranza empezó a embargarla, le habló de su familia y ahí casi se quebró.
—Hey no llores...— de incorporó Einar sosteniendo a Julia — Ahora somos tu familia— le dieron ganas de clavarle un cuchillo...¡ella no estaba ahí por propia voluntad! Se levantó de golpe y se fue a seguir con sus tareas dejando a Einar ahí.

—Solo por eso le habría mandado azotar, eres demasiado blando con ella— Sigbjörn, uno de sus hermanos menores había sido testigo de como Julia se había ido así.

—No lo entenderías.

—Todos vemos que ella esclava te esta volviendo tonto...y no la compartes.

— Vosotros tenéis a las otras esclavas como Kaile. Bien sé que os la turnáis en el pajar...pero esta es mía.

—Pues móntala ya como una yegua— Einar rodó los ojos hechando hacía atrás la cabeza ante las palabras de su hermano. Seguía siendo un crio.
Durante el día Einar estuvo ocupado atendiendo asuntos en asamblea tales como a donde irían en primavera, castigos a los que habían hecho algún mal a alguien de la comunidad....Julia tenía que admitir que Einar era un gran líder y tenía carisma, ambos factores que a sus veinticuatro años fuera jarl.
—¿Cómo se hizo la cicatriz en el ojo?

—Ah eso— Frida contestó a la pregunta de Julia como si fuese lo más común — Hace cuatro inviernos cuando aún vivía el jarl Skjalag, el padre de los chicos, en la batalla que él murió contra un clan enemigo, Einar recibió aquella herida salvando a su padre, por suerte gracias a Odin no quedó ciego pero igualmente perdimos a su padre— además era un guerrero, Julia suspiró mientras limpiaba los trastes tras el breve relato de Frida.

—¿Y ese suspiro de enamorada?

—No...no se de que me hablas.

—Chica...podrás engañar a todos incluso a ti misma. Pero estas enamorada de Einar hasta el tuétano de los huesos— Julia dejó caer el trapo que tenía en la mano y miró a Frida estupefacta.

—¿Cómo...?

—Vamos, te salvó la vida comprándote porque si no estarías de thrall de unos granjeros o de quien sea siendo apaleada en el campo o montada como una yegua y seguramente con un bastardo en tu vientre. Aquí eres una esclava doméstica, has dormido con él sin sexo....

—Y me besó....antes de irse y la otra noche...me llevó al bosque y me enseñó unas luces....y me besó.

—Con razón llegaste tan sonriente. El amor...los dioses solo saben tus misterios— Frida se fue y Julia se quedó mirando a Einar desde la distancia....reconocía que Frida tenía razón....Einar había sido tan amable y tierno con ella....se sonrojo recordando sus labios besándola....¡no! ¡No debía caer! ¡No podía! Pero pensó algo muy retorcido que Kaile sugirió una vez: aprovechar el favoritismo de Einar hacía ella para llegar a ser libre y volver a casa. Aunque el precio fuese su virtud.
Cuando ya todos estaban en la cama, esa noche Einar no le pidió dormir juntos, Julia dormía con el resto de los esclavos en una habitación a parte. Se levantó y salió de la habitación encontrándose con la oscuridad y aún el fuego del hogar prendía dando calor en general pues había vuelto a nevar. Subió la escalera lentamente hasta el cuarto de Einar y abrió lentamente la puerta encontrándose con el vikingo dormido, Julia cogió una daga de Einar y se acercó lentamente a él levantando la daga, un movimiento con fuerza y podría cortarle el cuello y huir...pero estaba tan lindo dormido...dejo la daga y acaricio con dulzura la cicatriz del ojo de Einar y este abrió los ojos ante el contacto de Julia.

—¿Julia....?

—Lamento despertarte.— se disculpó sentándose a la orilla de la cama y bajando un poco la cabeza haciendo que su pelo tapase un poco su rostro.

—Creía que estabas enfadada conmigo.— Einar se incorporó un poco apartando los mechones del rostro de Julia recogiéndolos detrás de la oreja de ella.

—No...— simplemente se entregó a la atracción que sentía hacía él, una innegable. Se sentó en el regazo de él y besó sus labios gesto totalmente correspondido por Einar quien rodeo con sus brazos la cintura de Julia, empezando a acariciar su espalda hasta que bajo al trasero de Julia y lo apretó con ambas manos haciéndola emitir un leve gemido sobre los labios de Einar quien bebió aquel gemido como si fuese el alcohol más delicioso del mundo. Julia empezó a soltar la camisa de Einar quien la ayudó a quitársela y arrojándola por ahí despreocupadamente.

—¿Segura?

—Segura...— ante eso, Einar se desabrocho los pantalones y los bajo un poco mientras Julia se subió el vestido. Einar tenía experiencia con mujeres y prefería que Julia fuese quien estuviese encima en aquella primera penetración pues ella podría llevar su ritmo de como ir avanzando. Pero la ayudó empujándola contra sí, notando en su glande la suave y cálida entrada virgen de Julia y lentamente fue entrando en ella sintiendo una sensación deliciosa aunque definitivamente estaba muy apretada e intuía que debía de cambiar la estrategia.

—Estas bien custodiada, ¿te hago daño?

—Un poco...pero esta bien...— susurró Julia con un pequeño rictus de dolor apoyando la cabeza en el hombro de Einar.

—Se supone que es algo que es placentero no que exija fortaleza. ¿Quieres que pare?

—No...hazlo rápido por favor...— quizás eso fuese lo mejor en vez de ir lentamente, para acelerar Julia le dio un inesperado mordisco haciéndole daño a Einar quien instintivamente se movió apretándola y finalmente entró del todo dentro de ella, despojándola de su castidad.

—Despacio Julie...muévete a tu ritmo...— le aconsejo Einar apartándola de su hombro para besarla lentamente. Julia estaba dolorida pero fue un dolor que paso pronto sintiendo una extraña plenitud al sentir a Einar dentro de ella. Siguiendo su instinto empezó a moverse de arriba a abajo con lentitud, sintiendo cada milímetro de Einar en su interior, Julia se incorporó mientras se movía sobre él de arriba a abajo mientras Einar, tumbado, apoyaba sus manos en las caderas de Julia y ayudaba a la romana a moverse de arriba a abajo y adelante y atrás mientras movía su cadera arriba y abajo contra ella.
Julia estaba extasiada, aquello era indescriptiblemente placentero, cada movimiento le hacía gemir y las caricias de Einar en su cuerpo eran tan buenas y como le indicaba ¡quién iba a decir que seria tan delicado!
En un momento dado Einar se incorporó quedando sentado con Julia en su regazo quien no dejaba de moverse y ambos gemían de placer entre besos. En un momento dado él quitó el vestido de Julia dejándola completamente desnuda quien no tuvo vergüenza en que la viese desnuda. Einar bajo su cabeza empezando a lamer besar los pechos de Julia mientras ella seguía montándole, Julia tenía un cuerpo bastante bonito, era delgada con unos pechos pequeños que con una mano Einar podía abarcar uno de los pechos, su piel era suave y agradable al tacto. 

—Cabálgame, potrilla— susurró Einar con una voz ronca de placer haciendo a Julia excitarse y moviéndose más rápido sobre él, desde luego el nórdico estaba disfrutando tanto al igual que Julia. Pero en un momento dado Einar la tumbo sobre la almohada quedando él encima de ella, retirándose los pantalones también quedando desnudo, Julia pudo ver que uno de los muslos de Einar también estaba adornado con un tatuaje. Empezó a moverse con fuerza y podería sobre ella, entre besos y caricias estaban nórdico y romana entregados a la pasión notando como la vagina de Julia se contraía entorno a su miembro mientras ella le acariciaba la ancha espalda e incluso bajó las manos apretando las nalgas de Einar moviendo su cuerpo contra él.

—¿Pueden oirnos?— susurró Julia entre besos y gemidos.

—Que lo hagan, no me importa— tras una rato en esa postura Einar volvió a cambiarla poniendo a Julia en cuatro y empezó a penetrarla por detrás bruscamente mientras agarraba las caderas de Julia, sus cuerpos chocaban fuerte y las nalgas de la joven sonaban contra el regazo de Einar.

—¡Dioses— Gritó Julia teniendo un orgasmo aún más placentero que la otra vez, cuando él sintió que ella tenía un orgasmo y estaba él mismo a punto de venirse sacó su miembro de ella y eyaculó fuera de ella. No queria dejarla embarazada tan pronto. Einar besó por detrás a Julia quien correspondió el beso ambos jugueteando con sus lenguas.

— Ha sido...no sé....

—Mi Julie...— casi como un gatito grande empezó a frotar su cabeza contra el cuello de Julia y ambos se tumbaron en la cama ahora dándose mimos y besos.
Se habían enamorado.

* Han habido descubrimientos en Noruega objetos romanos fruto según teorías de líneas comerciales entre los pueblos de Jutlandia, norte de Dinamarca, y los habitantes de noruega. No era un comercio directo entre pueblos romanos y nórdicos, si no que por medio de los pueblos intermedios entre Noruega e Italia. Esto lo leí en clase, soy estudiante de historia en la universidad, y fue la fuente de inspiración esta noticia para esta historia, que están geográficamente en Noruega, por desgracia no tengo el link, y además en la Guerra de las Galias, se mencionan a los pueblos noruegos por medio de los celtas, de modo que los romanos si conocían la existencia de los nórdicos pero no fue hasta finales del Imperio Romano de Occidente, muchos siglos cronológicamente de donde esta situada la historia de Julia y Einar, que  fueron contratados nórdicos como mercenarios en el ejército.