Invictus: "Incursión"

La noche para Sadik pasó lenta,muy lenta e insoportable...a pesar de que el curandero se había esmerado en curarle las heridas de los latigazos el dolor era insoportable,su torso había sido cuidadosamente vendado desde el hombro hasta la cintura,además de que tuvo que permanecer atado donde había sido azotado,pero por suerte Tirso y Sífax sr quedaron a su lado toda la noche para apoyarlo moralmente y para traerle un poco de agua si era necesario.

-Sadik,¿por qué lo hiciste? - preguntó Tirso mientras le daba agua a Sadik por medio de una palangana de madera.

-Además has sido una bestia con ellos,los has dejado casi inútiles.- intervino Sífax también curioso de lo que pudo haber pasado.

-Llamaron puta a mi madre.- Tirso y Sífax se quedaron helados,¿llamaron puta a Adriana? Tirso que la conocía desde niño sabía que Adriana era una mujer muy dulce y sincera,Sífax no la conocía en persona pero escucho cosas muy buenas de ella,la verdad es que ambos habrían reaccionado igual si alguien hubiese insultado a sus madres. Tirso y Sadik estaban acostumbrados a que los tachasen de mestizos porque ambos eran de padres púnicos pero sus madres eran extranjeras,la madre de Tirso,Aldara,era íbera y procedía de Cástulo.

Llegó el día y el curandero volvió para aplicar un ungüento parduzco en la espalda de Sadik que escocía en las heridas.

-Por suerte no te quedaran cicatrices muy grandes.- dijo el curandero antes de que en la tienda entrase Aníbal seguido de Élbir,Aníbal permanecía serio pero se alegró de ver a Sadik despierto aún con una profunda mirada de rencor,hizo un movimiento con la cabeza para qur los dos amigos de su hijo se fuesen de ahí,tenían que prepararse para las nuevas instrucciones,el general llevaba en su mano derecha un plato con comida para su hijo ya que llevaba desde el día anterior al amanecer sin provar bocado.

-Vístete,tenemos trabajo- dijo Aníbal dejando el plato de comida y ordenando a Élbir que desatase a Sadik. Una vez las manos de Sadik fueron liberadas el adolescente no tardo en empezar a frotarse la muñecas doloridas antes de abalanzarse sobre la comida.

-Y en cuanto a lo de ayer....-empezó a decir Aníbal.

-Ahora voy....-interrumpió Sadik empezando a devorar la comida con ansia.
Una vez comió fue a vestirse tras asearse un poco,aún se sentía raro el llevar su uniforme militar,tanto tiempo soñandolo y ahora lo estaba cumpliendo,pero la sombra de la duda se cruzó en su mente,si no era capaz de controlar sus emociones ¿sería un buen rey? Pero por una parte no se arrepentía de haberles dado esa paliza por insultar a su madre,solo se arrepentía de haberle gritado tantas barbaridades a Élbir.
Sadik termino de arreglarse y fue a donde estaban el grupo que iba a ir a hacer una incursión a un poblado cercano. Por suerte iba Bolmícar,el padre de Tirso,quién dominaba varios dialectos íberos entre ellos el cesetano. Se acerco a donde estaba su caballo y cuando fue a subirse en él Élbir le puso sobre el pecho su falcata,negando lentamente .

- Tú vas con los demás soldados Sadik . Irás junto a Adon  , coge el escudo y la lanza .- Lo miró con seriedad y dejó que Bolmícar,interprete y otro comandante del ejército además del padre de Tirso,se subiese al caballo ,- ¡ Adelante  !

La marcha sobre la nieve comenzó y todos salieron en orden,protegiendo los cuatro carros que llevaba y en los cuales habían unas jaulad para así meter esclavos que o se los iban a quedar los soldados o ir a Cartago y ser vendidos en el mercado de esclavos, y el cuarto carro había simplemente un gran hueco con un arca , donde meterían todos los objetos de valor de aquella aldea,oro,bronce y la plata ibérica tan codiciada.
Las horas pasaron y el frío invernal era latente,muchos añoraban el calor del higar en Cartago,el desierto....y cuando visualizaron las mirallas que anuncuaban qur habían llegado a la aldea muchos empezaron a acariciar la empuñadura de las espadas. Élbir se llevó todo el tiempo mirando a Sadik de reojo,realmente apreciaba a ese chico y quería disculparse con él,pero tenía que aprender,Sadik iba con sus dos amigos además de Adon,los tres más jóvenes charlaban animadamente hasta que intervenían Adon que el tono de voz de Sadik se volvía glaciar como los hielos.

- ¡Alto!- ordeno Élbir nada más llegar a la puerta ,haciendo una señal con su dedo a las fuerzas para que así comenzasen a entrar dentro de la aldea,pero antes dio otra orden.- ¡ Niños , mujeres y ancianos ! ¡ Si alguien intenta haceros daño o resistirse , matadlo !- Élbir bajó del caballo junto con Bolmícar, el cual había seleccionado especialmente por él por ser uno de los pocos que habían estado con Aníbal en todos los combates además de sus conocimientos íberos,Bolmícar también estaba preocupado por Tirso,su hijo era demasiado sentimental a veces. Los soldados nada más entrar comenzaron a tirar abajo algunas puertas de madera  y puestos que habían,además de las pobres gentes que se encontraban fuera de sus casas fueron aoresados de inmediato,sacando así de sus casas a todas las personas que había,niños y mujeres en su mayoría, ancianos y pocos hombres jóvenes debido a que muchos estarían cazando o irían a la lucha y simplemente estaban muertos de la batalla anterior.

- ¡ Sadik , ven ! - Llamó Élbir a  Sadik antes de que comenzase su trabajo .- ¡ Quiero que  sepas que estoy  muy arrepentido de lo que sucedió ayer !

- ¡ Ahórrate tus falsas palabras para otro ! - Dijo mirándole con furia en los ojos  , entrando en la aldea rápidamente. Los soldados estaban haciendo estragos y se escuchaba la terrible sinfonía de llantos,plagarias a los dioses y gritos de ancianos,mujeres y niños. Bolmícar se apresuró a traducir las ordenes de Aníbal.

- ¡ Pueblo íbero de Baix ! ¡ Ahora estáis bajo el control de Cartago  y del ejército cartaginés !¡ Sustraeremos todo lo necesario del poblado,alimento y reservas de agua!- los íberos agacharon la cabeza sumisamente mientras multitud de sollozos llenaban el ambiente,pero una hermosa íbera con mirada fiera que escondía una daga a sus espaldas trato de asestar una puñalada a uno de los soldados,pero fue en vano ya que fue reducida y enseguida empezó a balbucear algo en un púnico muy asustada,pero la diosa Astarté no se la iba a llevar porque Élbir fijo su mirada en ella.

Comentarios

  1. qué bonito lo de esa púnica, Elbir se va a enamorar, me gusta eso. La verdad es que las guerras son horribles, solo generan muerte y destrucción.
    En robo de identidad hay sorpresa.

    ResponderEliminar
  2. Acabo de poner capitulo en robo de identidad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares