Invictus: "Aprendiendo"

Dos semanas pasaron y Sadik cumplió los quince años,ya a ojos de la sociedad Sadik tenía ya la edad de empezar su carrera militar,por suerte o por desgracia le tocaba bajo el mando de su padre y su tío Aderbal,bueno al menos estarían Âkil y Tirso como apoyo moral.
Además Aradna estaba últimamente muy seca y antipática con su hermano mayor debido a que no veía nada justo que sus hermanos si pudiesen entrar en el ejército y ella no pudiese aunque fuese tan buena o incluso más que sus hermanos en el manejo de las armas.
La verdad es que Sadik lo pasó realmente mal debido a los nervios previos antes de entrar en el ejército,Tirso también estaba asi de nervioso,además estaba su padre,Bolmícar que era uno de los hombres de confianza de Aníbal,asi que ambos muchachos iban con algo de miedo en el cuerpo,y Âkil no fue de ayuda porque les dijo que a los nuevos solían tratarlos como juguetes al principio.

Cuando llegó el día,ambos muchachos iban muy emocionados,por fin iban a prepararse para luchar,ya no eran niños si no adultos y ahora iban a demostrarlo con espadas en la mano.

-Sadik,¿sabes que no vas a tener preferencia alguna?- le repitió por millonésima vez Aníbal a Sadik antes de irse a los campos de entrenamiento.

-Si,padre.

-Y no me llames ahí padre.

-Sí....mi general- dijo Sadik con una ligera sonrisilla,ilusionado con todo y por la próxima campaña militar en la que iba a participar. Aníbal le miró y sonrió para sus adentros,Sadik le recordaba a él cuando tenía esa edad e iba a entrar en el ejército,emocionado,arrogante....pero la diferencia es que su padre le trato como a un perro,pero él no podía tratarle de manera distinta daba igual que fuese su hijo,era un soldado más y ya esta.

Cuando un poco más tarde llegaron al campo de entrenamientos del ejército solo estaban ahí los nuevos reclutas en fila para recibir unas palabras y ordenes por parte de su general, ya que los nuevos soldados tenían el día libre para que los cachorros entrenasen ese día,estaban entre los novatos Sadik y Tirso aparentemente serios pero las rodillas les temblaban. Los novatos estaban en foramción y firmes.

-Estoy nervioso....-susurró Tirso en el oído de Sadik.

-Yo también.-contestó Sadik a su amigo con el mismo tono de voz.

-Al menos tu padre es el general quizás sea una ventaja.- mientras ambos jóvenes hablaban,Aníbal se situo delante de los nuevos soldados.

-¡Soldados!- bramó de repente Aníbal sobresaltando a ambos jóvenes,no le había pasado desapercibido que Sadik y Tirso estaban cuchicheando,en ese día sólo estaban los nuevos reclutas,Aníbal sólo los supervisaría un día,ese,ya que él como general tenía cosas más inportantes que hacer,el encargado sería Bolmícar.

-En primer lugar nada de ponerse a hablar en la formación como si de viejas os tratáseis- miró directamente a Sadik y Tirso que temblaron ante la gélida mirada azabache.

-Porque por un error de uno,o de dos, lo pagaréis toda la tropa,¿entendido?

-¡Sí,general!- dijerón todos,la verdad es que todos estaban asustados porque les imponía el general.

-Aquí hay algunas reglas,la primera es respeto y obediencia a mi persona y a mi capitán Aderbal- Aderbal estaba a su diestra,con seriedad en su rostro,Sadik y Tirso se extrañaron porque Aderbal siempre estaba sonriente y feliz.
Aníbal empezó a pasearse por la fila,examinando a los nuevos soldados,carne fresca para el ejército.

-Veo muchas caras que delatan que muchos provenís de distintos puntos del Imperio,veo numidas,libios,mauritanos y cartagineses,os aclaro que no estáis aquí para luchar por riqueza o por fama,estáis aquí para luchar por vuestra vida y más por el honor y la gloria de Cartago. Fuera de las murallas de Cartago estan nuestros territorios en Iberia y pronto iréis a defender los territorios por los que el león de Cartago,Amílcar Barca,murió hace casi un año,¡¿vais a luchar por vuestra patria?!

-¡Sí,mi general!

-Falladme a mi,fallad a Cartago y no me temblará la mano ni se me quebrará la voz a la hora de ordenar vuestra detención o vuestra muerte.

-Creo que eso va por ti Sadik- murmuró Tirso sacándole una risilla nerviosa a Sadik,cosa que no paso desapercibida a Aníbal.

-¡Vosotros dos!- Aníbal se acercó a Sadik y Tirso que lo miraron como dos conejos observan al perro de caza.

-¿S-si g-general?- murmuraron ambos al unísono.

-¿Qué fue lo primero que dije?

-Nada de hablar como si fuesemos viejas.

-No lleváis ni una hora en el ejército y ya la habéis cagado. Muy bien,agradeced a vuestros dos compañeros que ahora vuestros entrenamientos serán duplicados las próximas dos semanas.- de inmediato ambos jóvenes fueron presa de un montón de miradas cargadas de odio,oficialmente se habían convertidos en los apestados de su tropa.

Fue un rato más así de Aníbal gritándoles dr manera intimidatoria,metiéndoles disciplina a todos esos corderitos,incluso a su propio hijo que sabía que iba a meter la pata pero no tan pronto. Los entrenamientos empezarón y todos ya empezarón a hacerle el vacío a Sadik y Tirso,menos un joven pero fornido numida llamado Sífax que le había caído en gracía aquel dúo.
El castigo de Aníbal fue cumplido y aquella tropa tuvo que entrenar dos horas más y más duro que antes,a más de uno le dieron ganas de tirarle una piedra a Sadik y a Tirso por bocazas.
Aníbal tuvo también que quedarse y supervisarles,así pudo ver que Sadik era muy bueno,luchaba muy bien,pero su concretación estaba la mitad en la lucha y la otra en hacerse el gallito,había que admitir que Sadik era muy orgulloso y chulito,tenía que aplastar esa actitud por su bien,aunque le fuese una pelea con su mujer por el castigo infligido a Sadik y por querer aplastar esa faceta de gallito.
Ya era de noche cuando Aníbal,Aderbal,Bolmícar,Sadik y Tirso volvieron a casa,estos dos últimos estaban agotados físicamente y no podían con su cuerpo.

-No puedo con mi alma....Sadik dejame morir aquí...-murmuró Tirso de manera melodramática.

-No te mueras Tirso...aún tienes mucho por lo que vivir...

-¿Habéis acabado la función?- rió Aderbal viendo a los dos más jóvenes como si de un par de ancianos se tratasen.

-No tiene gracia tío Aderbal....

-Tienes el mismo sentido del humor que tu padre.

-Aderbal...-dijo Aníbal de mal humor,pero se situo al lado de Sadik,mentiría si dijese que no estaba preocupado por él. -Tirso y tú habéis durado poco tranquilos en la fila.

-¡Pero si tú y yo metimos la pata en lo mismo el primer día!- rió Aderbal,aunque Hannon no los castigó como hizo Aníbal,fue más cruel y dio origen a la enorme cicatriz en la espalda de Aníbal y una parecida que tenía Aderbal en la espalda. 
Pasó que Aníbal se puso en plan desafiante,un león incluso siendo un cachorro como era Aníbal en esa época era difícil de domar y Aderbal sólo le rió la gracia. El castigo que recibieron por parte de Hannon,totalmente reprochado por Bostar,el padre de Aderbal,consistió en atar a ambos muchachos en un poste y darles más de veinte latigazos  a cada uno cuando esos latigazos se tendrían que haber dado por desobediencia o agresión entre compañeros. De hecho Hannon trató de resquebrajar al el lazo entre ambos hermanos de leche le dio primero diez latigazos a Aderbal y si quería que parase tenía que decir "Que le den loa veinte latigazos al cabrón de mi compañero" pero Aderbal se mantuvo firme en su amistad y Aníbal igual cuando le toco,pero con Aníbal fue Hannon mucho más cruel,dando a lugar esa horrible cicatriz que le acompañería toda su vida.

Comentarios

  1. Anibal hace bien al tratarlo como a uno más, y que malo el padre de Anibal, Hannon.
    Publiqué capitulo en robo de identidad.

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    1. Sadik tiene que ser como el resto,ahí es uno mas. Y el padre de Aníbal fue un cabrón de primera.
      Voy a ver.

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