Suavis Inimicitia "Inocencia"
Mientras los adultos estaban en la boda,Sadik se sintió
mortalmente aburrido, solo con su hermana menor y con la esclava que
les cuidaba. Prefería haberse quedado en Cartago con Âkil,su primo
se había quedado porque tenía que ir a clase.
Sadik salió de la habitación en la que había estado
con sus padres por si encontraba algo que hacer,estaba desesperado
por jugar.
-¡Marco no seas bruto!- era la voz de un niño
proveniente de una de las habitaciones,Sadik sonrió para si,por fin
podría jugar con alguien. Se acerco a dónde provenía la voz del
niño y abrió la puerta,dentro había dos niños de su edad que se
parecían mucho entre sí. Tenían los dos el pelo castaño oscuro
corto y los ojos castaño claro. Cuando los niños vieron que abrían
la puerta,sonrieron simpáticos al niño.
-Hola- saludó uno de ellos que parecía más lanzado
que el otro.
-Hola- correspondió Sadik al saludo. El niño romano
que parecía más callado se quedo observando a Sadik,un niño de
piel morena,pelo castaño oscuro corto y alborotado y los ojos
verdes.
-Me llamo Marco Augustus- saludó el primero que saludó
a Sadik.
-Yo soy su hermano Junio,¿cómo te llamas?- preguntó
con cierta timidez el niño.
-Sadik Melkart. Que casualidad,la familia de mi mamá
se apellida Augustus.
-Pues la familia de nuestra tía se apellida Melkart-
los tres niños sabían de la familia de sus respectivas tías por
sus madres. Adriana nunca le había negado a Sadik su herencia
romana. Selene le había hablado poco de su hermana a sus hijos. Por
los apellidos a los niños no les costo deducir que eran primos.
-¿Quieres jugar?- preguntó Junio,a lo que Sadik
asintió entusiasmado,por fin tenía niños de su edad para poder
jugar.
Los niños estuvieron jugando a varios juegos,entre
ellos a pila (pelota),con unas figuritas de madera que representaban
soldados y caballos en miniatura,creando así sus propias
batallas,todo entre risas y la inocencia que solo podían tener los
niños. Pero el jugo preferido de los tres fue la musca aenea (mosca
de bronce,algo así como el pilla pilla) turnándose para vendarse
los ojos y pillar a los otros dos diciendo las típicas palabras de
este juego “Yo cazaré la mosca de bronce” a los que los otros
respondían con “Tú la cazarás pero no la atraparas”.
Tras un buen rato de juegos,una esclava les trajo la
comida,los tres con tanto juego tenían un hambre de lobo. Fue
entonces cuando Sadik se percató de que sus primos llevaban al
cuello un amuleto de bronce.
-¿Para que sirve?
-Es un amuleto que llevábamos desde bebés,con esto
los dioses nos protegen hasta que seamos grandes- explicó
Marco,Sadik asintió las palabras de su primo,él no llevaba amuleto
alguno,aunque lo que si tenía era en el cabecero de su cama un
amuleto que representaba al dios Melkart.
-¿En Cartago no los usáis,Sadik?- preguntó Junio
intrigado,el pequeño cartaginés negó con la cabeza repetidas
veces.
-No. No los usamos,lo que si tengo es un amuleto a
Melkart en mi cuarto. Mi madre me lo dio- Sadik pudo ver que el
semblante de sus primos se ensombreció.-¿Qué ocurre?
-Nuestra madre no haría algo así. Creo que no nos
quiere...
-Seguro que si os quiere. Mi padre según mi madre nos
quiere pero no lo demuestra.
-¿Seguimos jugando?-tras aquella pequeña pausa para
comer,otra vez volvieron los niños al juego,hasta que el cansancio
hizo mella en los tres y acabaron quedándose dormidos juntos en las
alfombras del pequeño salón en el que habían estado jugando.
Cuando Sadik lentamente fue despertando y dejando de
estar en los brazos de Morfeo,noto que estaba en una blanda y cálida
cama,la cama de la habitación que compartía con sus padres en su
estancia en Sardonia.
-Son sus primos,Aníbal- la voz de su madre, Sadik
abrió por completo los ojos y vio que la habitación estaba
sutilmente iluminada por una vela y sus padres estaban poniéndose
más cómodos para dormir,pronto volverían a casa para ir a Iberia.
-¿Y qué?
-Es normal que juegue con ellos,Marco y Junio son de su
edad.
-No se....son los hijos de tu hermana....
-No la nombres,no le perdono lo que dijo de ti- Sadik
pudo ver como su padre desviaba la mirada y no miraba a su madre a
los ojos,¿qué habría pasado?- Puedo aceptar a sus hijos,pero a
ella no.
-Luego sufrirá más el niño. Un día Marco y Junio
serán sus enemigos- sonaron uno débiles golpes a la puerta.
Extrañada Adriana abrió la puerta y no se esperaba encontrar ahí
en el umbral de la puerta a sus sobrinos Marco y Junio.
-Tía Adriana....-empezó a musitar Marco,Junio,más
sentimental, no dudo en abrazarse a las piernas de su tía. Sadik les
había contado auténticas maravillas de Adriana y ellos tenían unas
carencias afectivas familiares considerables y necesitaban un poco de
amor.
-Teníamos miedo,madre no abre la puerta y.....
-Podeis quedaros- dijo Adriana sin importarle lo que su
marido le pensase.
me encanta Adriana :). me ha gustado mucho el capítulo.
ResponderEliminaryo puse otro.
y Sadik es encantador.
EliminarSadik es un amor,si es que tanto él como Marco y Junio son seres inocentes que no tienen nada que ver con la rivalidad.
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