Yggdrasil: Capítulo 7 "Dos cuerpo, un alma"

 —Padre dijo que habías muerto.

    Claudia agachó la mirada. Habían vuelto a casa y Claudia había ido con ellos siendo ahora el momento de contestar las preguntas de su hija y ese era el primer punto a aclarar: se suponía que había muerto pero era evidente que su padre le había mentido desde hacía años.

—Cuanto mi padre, tu abuelo, murió contra los cartaginenses mi familia poco a poco fue perdiendo su influencia y su dinero, pronto de los Sabino Vespio sólo quedaba un nombre pero nada en las arcas, mi madre apenas pudo sacar adelante sola a la familia y tuvo que deshacerse de casi todas las propiedades de mi familia. Ya no queda nada más que una casa maltrecha y abandonada en en sur de Italia.
    Tú más que nadie conoce el afamado carácter de las mujeres de los Julio Mesalino, la familia de tu padre, en especial de tu abuela, y nunca le guste como nuera eso lo sabes, y cuando mi familia se arruinó ya tuvo una excusa para librarse de mi aprovechando mi estado de debilidad tras el nacimiento de tu hermano. Un día desperté y te habían llevado de mi lado y me plantaron los documentos del divorcio alegando a las pérdidas de mi familia y a la incapacidad de poder procrear más hijos, por tanto podía el matrimonio anularse. Nunca quise alejarme de vosotros....
   
    Julia quedó callada unos instantes, ¿su padre podría haber sido capaz? Pero ante ella tenía la prueba de la mentira y era la presencia de su madre, que estaba ahí y viva. Miró a Einar que estaba a un par de metros de ellas pues Julia le había pedido que se quedase con ellas.

 —Cuando supe que desapareciste tu busque. Mis investigaciones me llevaron hasta el norte y viaje hasta el norte pero el que te vendió aquí me traicionó y me vendió en el Báltico, ya casi había perdido la esperanza hasta que Einar me encontró.

 —¿Te quedarás? —Preguntó Julia a lo que Claudia asintió con la cabeza.

 —Nada me ata a Roma más que tu hermano Cómodo, si volviese a Roma alguna vez sería por él....

 —Entonces....quédate con nosotros....mamá. Pero quiero saber todo lo que ha pasado en estos años.



 —No puedo creer que mi padre hiciese a mi madre pasar todo aquel infierno. Forzada a prostituirse.... — el matrimonio estaba en su habitación mientras Julia acostaba a Freydis en su cuna, estaba indignada, furiosa, triste....¡todo lo que había pasado su madre por encontrarla!

 —Julie lo sé, cuando me lo contó en el Báltico no podía creerlo yo también. Pero te ha encontrado y ahora esta con nosotros, no volverá a sufrir algo parecido y podréis recuperar el tiempo perdido — Einar se acercó a Julia por detrás y la abrazó haciéndola sonreír, había tenido tanta suerte en encontrarle...no sólo la protegía y cuidaba, la compendia y era un apoyo incondicional.

 —Se parece a ti...Freydis digo, tiene tus hermosos ojos....que traidora nueve meses en mi vientre y es idéntica a ti — ambos rieron y observaron con infinita ternura a Freydis que dormía plácidamente, totalmente ajena a los problemas de los adultos y sus mundos oscuros de mentiras y traiciones.

 —Nuestra cachorra....me has dado el mayor de los tesoros amada mía — dejó un beso en su sien y con su mano hizo que Julia girase un poco la cabeza y besar sus labios. Julia correspondió el beso, volteándose totalmente para besarse ambos con ternura pero poco a poco el beso fue intensificándose hasta hacerse totalmente pasional. Llevaban mucho separados y en los últimos meses juntos no habían tenido intimidad, durante el embarazo y una vez Sieglind le aseguró que no había problema que tuviesen sexo, habían tenido sexo pero llegó un momento que para Julia empezó a ser incómodo dado  su avanzado estado y en los últimos tres meses no hicieron nada y sumándole el tiempo de Einar en el Báltico....

 
 —Vamos..... — preferían aquella noche escaparse, Freydis estaba dormida y no había probabilidad de que se despertase y no querían ser molestados y por desgracia en el cuarto iba a ser obvio que podrían encontrarles. 
De la mano, corrieron como chiquillos traviesos por la propiedad hasta llegar al pajar donde tantas veces habían ido a dar rienda suelta a su pasión cuando querían máxima intimidad pese a la incomodidad que podría ser pero ahí nadie les buscaría.

Quiero saborearte. Todo de ti. Quiero hacerte gritar mi nombre hasta que tu garganta esté en carne viva— dijo Einar lleno de lujuria mientras tumbaba a Julia contra la paja subiendo las faldas de su vestido y él se desabrochaba los pantalones.

—Einar no me hagas esperar....por favor te deseo— suspiró Julia al notar como Einar empezaba a frotar lenta y juguetonamente su miembro duro contra el sexo húmedo de Julia, dio un par de suaves caricias con el glande en el clítoris de la romana haciéndola gemir de manera anhelante para seguido de esto penetrarla profundamente haciendo a ambos gemir de placer.
    Einar empezó a moverse sobre Julia de manera profunda y constante, sus caderas chocaban mientras no dejaban de besarse apasionadamente entre gemidos y jadeos de placer, moviéndose ambos acompasados en aquella blanda cama improvisada. Julia estaba en éxtasis tras tanto sin sentir a su amado poseyéndola, su cuerpo se movía contra él buscando más, sentía su interior lleno de él pero quería más. ¿Disminuiría con el tiempo el deseo hacía él? Pero para nada era desagradable todo lo contrario.
    Le tumbó poniéndose encima de él, moviéndose sobre su erección agarrándose a los hombros de Einar, quien a su vez le dio un suave agarre de los cabellos siguiendo moviendo su cintura de arriba a abajo, chocando sus cuerpos mutuamente haciendo gemir a ambos de puro placer mientras se besaban con pasión.



    Estuvieron un par de horas encerrados en el pajar haciendo el amor en desenfreno continuado hasta que ambos acabaron exhaustos, ambos necesitaban aquello, se necesitaban mutuamente.

—Te amo Julie....

—Te amo Einar
— la pareja permanecía tumbada sobre la paja mirando el techo y estando simplemente en silencio disfrutando de la compañía de ambos mientras permanecían abrazados, muchas veces ni necesitaban palabras para entenderse, sólo con mirarse podían entenderse encajaban tan bien que muchas veces parecía que compartían alma pues incluso en la mayor de las distancias ninguno estaba lejos de la mente y del corazón del otro. Un "te amo" no era suficiente para expresar lo que sentían el uno por el otro.

—Einar....

—Dime.

—Cuando vayas en invierno con Haralf a recuperar las tierras de Ingrid...iré contigo.


    No eran los únicos que estaban gozando de las mieles del amor, Hjalmar y Aléxandros volvían del bosque en un silencio cómplice y antes de llegar a casa, Hjalmar hizo parar al griego para mirar los bellos ojos de miel de su amado.

—Quiero regalarte algo.

—No hace falta que me....— Aléxandros no terminó la frase cuando Hjalmar le quitó el collar de cuero que simbolizaba su estatus de esclavo.

—Eres libre y yo mismo te entrenaré para que vengas conmigo a cualquier viaje. Siempre.

Comentarios

  1. Que bonito capitulo nos has dejado, por fin ha mantenido esa conversación con su madre y ha amado apasionadamente a su amor . Me gusta eso de que a veces la palabra te amo se queda corta. Gracias Sandra , veremos qué nos depara los siguientes capítulos!!
    Un abrazo con cariño.

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