Yggdrasil: Capítulo 6 "Familia"

    (LO SÉ, LO SÉ, HE SIDO MALA TARDANDO TANTO PERO LA UNIVERSIDAD ME HA TENIDO OCUPADA T---T )



     Julia salió de casa cargando a la pequeña Freydis en brazos que continuaba dormida en sus brazos, no veía el momento de ver a Einar y que este conociese a su hija, desconociendo que no era el único reencuentro que iba a tener aquel día, un reencuentro que para ella sería cómo ver a un muerto salir de la tumba.
    Cuando al final llego en el muelle donde los drakkar empezaron a atracar no le hizo hacerse paso a base de codazos ya que la dejaron pasar al reconocerla, no veía el momento de por fin tras aquellos meses de separación ver a Einar. Al fin le vio...tan imponente como siempre, dioses ¡Cuánto le había extrañado!

—¡Einar!— Julia le llamó captando su atención, el vikingo fue a acercarse a su mujer pero se paró en seco al verla pues al verla a apenas unos metros y su cuerpo....ya no estaba aquel hinchado vientre con el que la dejó, en su lugar estaba un pequeño bulto entre sus brazos. Einar por unos instantes se quedó paralizado....su hijo....
    Einar caminó hacía ella y se quedó notablemente impresionado al verlos, no tenía palabras ni para pensar en la alegría que le estaba llenando...su hijo, estaba ahí entre los brazos de la mujer que amaba.

—Einar....— le llamó suavemente Julia sacándole del trance, el hombre no pudo hacer otra cosa que abrazar con cuidado a su esposa para no aplastar al bebé entre ambos cuerpos.

—Julia....dioses....cuanto te he extrañado....¿cómo...?

—¿Siempre tan elocuente?— Julia sonrió y se separó un poco de él destapando un poco a Freydis para mostrar su rostro que se había despertado y se revolvió un poco. Einar sintió como una espada invisible le atravesaba el pecho, supo en ese momento que todo lo que tenía, todo lo que era ya no era suyo....era ahora de aquella pequeña criatura entre los brazos de Julia.

—Nuestro hijo....

—Hija....se llama Freydis.

—¿Puedo....?— alargó los brazos para poder coger al bebé y Julia con una sonrisa, dejó a la bebé en los brazos de su padre. Einar no sabía si reír, llorar, gritar....¡su hija! Una preciosa niña de ojos de cielo, una criatura tan pequeña que creía que se le iba a romper en mil pedazos cuando Julia la depositó en sus brazos, pensó que sus manos rudas y ásperas de años del uso de armas iba a romper a aquella preciosidad, que un simple roce en aquella piel tan suave como las plumas de un ave iba a agrietarse. En ese momento Rowansborg, Midgard y todo desapareció pues sólo estaban Freydis y Julia.

 —Pequeña Freydis....soy Einar, tu padre. Y juró por los dioses que todo lo que tengo, todo lo que soy y todo lo que seré son ahora tuyos...tu madre y yo estaremos aquí para ti, para guiarte, para recogerte cuando caigas....pequeña cachorra...Midgard es tuyo— pudo decir mientras unas lágrimas de emoción salían de sus ojos y pegaba su frente contra la de la pequeña, ¿Cómo una criatura tan indefensa y pura pudo salir de ellos? No podía creerse que habían dado una vida....juntos.

—Pensé que querrías un varón...

—Me da igual Julia...es nuestra hija, nuestra cachorra— levantó la cabeza y besó los labios de Julia con pasión y amor, ahora ya su corazón no era de él, era para Julia y Freydis.
    Julia correspondió el beso sintiéndose la mujer más feliz del mundo, tenía todo lo que soñó, un hombre maravilloso, una hija sana y preciosa, amigos...ahora un pueblo que la necesitaba. Pero al separarse un poco de Einar ya con actitud de volver a casa y pasar tiempo con ellos vio algo, mejor dicho a alguien, que le pareció un fantasma salido desde el mismo Hades. Los años no habían mellado en su belleza desde la última vez que la vio, aquella mujer que le había dado la vida....

—¿Mamá?



    Claudia tuvo la tentación de salir corriendo. Sentía que las piernas le fallaron cuando bajó del drakkar y pensó en irse entre la multitud que recibía a los vikingos, ahora sentía un miedo atroz....¿qué iba a decir Julia? ¿La reconocería? ¿La odiaría.....? Sólo cuando la vio entre la multitud, con aquellas ropas de aquel pueblo y cargando consigo un bebé...ahora no había vuelta atrás, ni miedo, ni dudas, ahora era por fin el momento que tanto había soñado, por fin tenía a su hija a pocos metros de distancia y esta vez podría abrazarla, y todo gracias a ese chico lobo del norte. Ahora comprendía las palabras del auror, Julia tenia su corazón en el norte. Y Claudia supo que nunca más volvería a Roma dejando atrás a su nueva gente y a su familia. Se quedaría allí con ella. Claudia Sabina Vespia había muerto. Venus la prostituta había muerto. Ahora era solo Claudia.

    Decidió que primero Einar se debía de acercar a ella pues él tenía derecho a conocer a su primogénito primero, hablar con Julia, de modo que se mantuvo en un discreto segundo plano acompañada de Haralf quién sujetó su mano y Claudia devolvió el apretón a la mano del nórdico pues estaba asustada de la reacción de Julia. Hasta que sus ojos se encontraron.

—¿Mamá?— tanto sin oír aquello....tanto sin escuchar su voz. Julia se fue acercando lentamente mientras Einar las miraba con Freydis en sus brazos.

—Eso quería decirte....la encontré como esclava en el Báltico— dijo Einar pero Julia no pareció escucharle, estaban a nada, si alargaba la mano Claudia podría tocarla e hizo amago pero por miedo a su reacción no llegó a hacerlo.

—Julia....pequeña mía....

Ambas mujeres se fundieron en un cálido abrazo, tan fuerte para ambas asegurarse de que no era un sueño. Madre e hija por fin reunidas. Claudia rompió a llorar pues había soñado tanto con aquel reencuentro, había pensado tanto que decirle, pero simplemente su voz murió entre lágrimas. Julia por su parte cuando creyó que su madre había muerto una parte se fue con ella, tanto la había necesitado y ahora estaba ahí. Ambas bebieron de aquel abrazo entre lágrimas como si no hubiese nada más valioso del mundo, pues no siempre los mayores tesoros son de oro y plata, los mayores tesoros eran el reencontrarse con alguien a quien considerabas perdido y vuelve a tu vida. El mayor tesoro era el amor