El Lobo y la Esclava: Capítulo 8: Vida nueva

Julia se quedó notablemente sorprendida. Pensaba que el nórdico iba a hacerle algo pero no contaba que lo que iba a hacerle era el simplemente abrazarla para dormir, y no con poca fuerza pues Julia intentó moverse en poco y era imposible, los fuertes brazos de Einar la tenían bien sujeta contra su cuerpo. Realmente Einar tenía un cuerpo nada que ver con todos los muchachos que había visto en Roma, claro que había visto a chicos musculados pero Einar era distinto. Intentó girarse para acomodarse sobre el colchón pero Einar la estrechaba contra más fuerza contra si, finalmente en un momento dado la chica pudo girarse y acabar de lado con Einar agarrándola por la espalda y durmiendo, su respiración era calmada y pausada, emitiendo leves ronquidos contra la nuca de la muchacha provocando pequeñas cosquillas.

Einar aunque se había quedado dormido enseguida, durante la cena lo había pensado mucho, aquella joven le resultaba hermosa y tenía planeado convertirla en su concubina, pero la había visto tan frágil que simplemente no pudo hacer un avance sexual esa noche, de todas maneras como otra opción tenía la idea de que fuese la misma Julia quien se le ofreciese pues no le iba a quedar otro remedio más adelante, era de su propiedad y no iba a permitir que otro hombre la tocase. 
Antes de que el sol saliese, es más ni el cielo estaba empezando a clarear y seguía el cielo oscuro, Einar despertó viendo a su pequeña esclava dormida, no sabía que Julia había dormido poco y mal en aquel largo viaje desde Roma y que caer en una mullida cama hizo que se rindiese al sueño. El caudillo nórdico se incorporó soltándola y se puso de rodillas sobre el colchón y Julia no se movió, seguía dormida en posición fetal. 

— "Tiene buen cuerpo"—  pensó apoyando su mano en las caderas de Julia, era algo estrecha de caderas, quizás cuando empezase a parir a sus hijos sus caderas se ensanchasen, aunque tenía el trasero respingón y Einar volvió a tumbarse en la misma posición de antes sintiendo contra su entrepierna en trasero de Julia y no pudo contenerse y agarrándola súbitamente de las caderas se movió contra el cuerpo de la romana quien se despertó al instante. La joven se incorporó y le golpeó en el pecho, apartándole un poco pero Einar la agarró de la muñeca y la acercó contra si.

— No....—  susurró Julia negando con la cabeza, Einar no pudo con esa expresión de ternura y besó la frente de la romana volviéndose a tumbar en la cama y sujetando a Julia como antes pero le apartó el pelo Einar empezó a besar el cuello de Julia desde atrás, quien se resisitió a sus caricias cerrando los ojos y negando con la cabeza pero emitió un leve gemido por los besos de Einar en su cuello cuando ambos escucharon un gemido masculino de otra habitación. 

 — Anda que ha tardado poco...—  rió Einar sin que Julia le entendiese y hundió su rostros en el pelo de la romana emitiendo un sonido casi parecido a un ronroneo cerrando los ojos mientras el cielo empezaba a clarear, empujó a Julia de la cama tirándola al suelo y le ordenó algo mientras se levantaba, como vio la cara de Julia de que no entendió nada hizo gestos como que quería comida. Estaba hambriento y le estaba ordenando que fuese a empezar a preparar el desayuno. 



Julia estaba horas más tarde en el río junto con Kaile lavando la ropa de Einar, sentada sobre una roca y frotando las manchas, no dejaba de pensar en lo de esa mañana, Einar no la había tocado pero si estaba haciendo un avance sexual, no quería acostarse con él, ni de broma, no iba a entregar su virginidad, iba a escapar en cuanto pudiese y volver a Roma. 

— Tú deber aprender idioma—  le dijo Kaile quien también estaba haciendo la colada con ella.

— No...yo me iré de aquí, volveré a Roma.

— No volver a Roma. Ambas quedar aquí. Tu asumir y aprender.—  Julia miró a Kaile con furia, queriendo tirarle una piedra a la gala por decirle aquello, pero tenía razón en que debía de aprender el idioma. Si quería huir de ahí debía de aprender para cuando pudiese escaparse en un barco poder comunicarse para llegar a algún trato.

— Jarl gustar romana. Julia darle esto —  Kaile rió poniendo su mano entre las piernas de Julia quién se separó de ella.

— ¡No!

— Sí, sí—  Kaile se lanzó sobre ella y ambas empezaron a rodar por la orilla del río, no era una pelea, Kaile estaba jugando con Julia y esta intentaba quitarse de encima a Kaile quién en un momento dado de broma se movió sobre ella como si la estuviese penetrando mientras canturreaba algo en galo. Pero el juego se acabó cuando Frida las vio y agarrándolas del pelo las separó y abofeteó gritándoles algo en ese idioma, era una evidente regañina a lo que ambas bajaron la cabeza.



— Me tendré que ir con cuidado de si no le gustan los hombres —  a unos cuantos metros Einar junto con dos amigos habían visto como ambas esclavas empezaron aquel juego y por un momento tuvo que contenerse para no arrancarse la ropa e ir con ellas.

— Es tu esclava, ábrela de piernas y despachate a gusto —  dijo uno de los que le acompañaban, Gunnar, enorme, más alto que Einar y fuerte como un oso con el pelo tan rubio que parecía blanco, y Erik, el que había hablado, era de la misma estatura de Einar pero más delgado y de pelo moreno. Los tres eran amigos desde niños y acababan de venir del puerto del poblado cuando Einar quiso enseñarles a su nueva esclava y la vieron así.

— Lo he pensado, pero es más divertido cuando se te ofrecen.

— ¿De dónde la sacaste?— preguntó Gunnar.

— El viejo zorro de Haralf vino de la Galia con unos esclavos y la vi, según dijo es de Italia, me pareció exótica y la compré.

— ¿No vas a casarte al final con Ingrid?

— Una cosa es una esclava. Otra una esposa. Además...en el peor caso dos esposas es mejor que una—  Einar estaba prometido con la hija de otro jarl, Ingrid, el pacto estaba hecho desde hace un año y era una alianza poderosa, Einar no la amaba, pero si su padre se casó también por obligación y con la que amaba, ¿por qué él no podría hacer lo mismo en el futuro? Además, Julia era una thrall, una esclava....solo una esclava.

Cómodo estaba sentado en la cama de Julia, la habitación supuestamente estaba cerrada pero se las había apañado para entrar y estar ahí un rato. Algo dentro del niño decía que Julia no estaba muerta, que estaba viva, pero no sabía donde....

— Te dije que la habitación de Julia estaba cerrada— dijo Gaius entrando dentro a lo que el niño le miró, desde la desaparición de Julia no había vuelto a hablar y esa no era la excepción. 

— Hijo....Julia esta con los dioses...es el único consuelo que nos queda—  Gaius tenía que hacerse el fuerte pero por dentro estaba derrumbado, derrotado y temía que a ahora a su único e irreemplazable hijo también le fuese arrebatado por lo cuál lo abrazó acariciando sus cabellos. Solo quedaban ellos dos.


—¡Julia!—  Frida la llamó a gritos en lo que la joven iba corriendo asintiendo con la cabeza en lo que la robusta mujer le gritaba algo. Frida odiaba que su ama Astrid le puso esa tarea de hacer de algo de provecho a Julia, ella pensaba que Julia era tonta, una inútil e iba a enseñarla a tejer, pero para su sorpresa Julia sabía tejer y lo hacía bastante bien, era una de las cosas como noble patricia y futura matrona debía de saber. Quizás no fuese tan inútil después de todo.

—Quiźas no seas tan inútil después de todo

— Gra...cias — musitó Julia en su idioma, malísimo, pero Frida se sorprendió, parecía que la princesita no era tan tonta después de todo y algo sabía y entendía de su lengua. Ambas empezaron a tejer en el telar cuando Astrid apareció y se quedó mirando a Julia mientras trabajaba. No entendía porque su hijo se había engolosinado con ella, más aún cuando se casaría con Ingrid.

—¿Cómo la ves, Frida?

— No es tan inútil como creía. Ya sabe decir gracias y parece que entiende algunas palabras pero...no me gusta.— Astrid sonrió y se acercó a la esclava.

— Ni a mi mucho...pero mi hijo la tiene de favorita.— Astrid no era ciega y veía como desde que trajo a aquella chica Einar no dejaba de mirarla y aunque no había descuidado sus labores pero conocía que un hombre muchas veces perdía la cabeza por una cara bonita. Skjalag, su difunto esposo había perdido la cabeza cuando conoció a Brunilda, su segunda esposa, y aunque Skjalag no iba a desatender a Einar y Hjalmar Astrid decidió no divorciarse y aceptar el segundo matrimonio de su esposo, aunque Astrid paso a un discreto segundo plano y dejando de ser la esposa principal volcándose en sus hijos. Y ahora temía que Einar tirase por la borda su compromiso con la princesa Ingrid por una esclava bonita. Podía tenerla de concubina pero conocía que pasaba cuando el marido se enloquecía por otra mujer que no era la esposa.

Esa noche, agotada por el duro trabajo pues no solo se limitó a tejer y a ir al mercado si no a cuidar a los animales entre otras muchas tareas, Frida le estaba enseñando el idioma. Y aún no terminaba la jornada pues quedaba el servir la cena a Einar y su familia, quien apasionadamente contaba algo a sus hermanos.

—¡Podemos ir al sur! Dinamarca y la costa de la Galia, imaginad los puertos y poblados que deben de haber, Dinamarca siempre ha sido "generosa" con nosotros.

—¿No seria mejor y más seguro seguir la costa de Noruega?— comentó Hjalmar bebiendo un sorbo de cerveza.

—¿Más seguro? ¡Somos vikingos! Tenemos que explorar el mar por la gloria de Odin. ¡Julia trae más cerveza!— Julia asintió pues entendió que era una orden y la palabra cerveza. Además escuchó "Galia" ¿podría colarse en sus barcos e ir allí? Se acercó a Einar y le sirvió la cerveza y disimuladamente Einar le agarró el culo haciéndola sonrojar.

—Este verano hasta inicios del invierno Hjalmar y yo iremos al sur. Sigbjörn, Niels...vendréis con nosotros— ambos jóvenes se miraron entre si notablemente emocionados por el poder ir a sus primeras expediciones con sus hermanos mayores.

—Y tú pequeña mia...— susurró Einar a Julia — espero que antes de que me vaya poder tenerte...si no cuando vuelva...hayas cambiado de opinión — Einar rió soltando a Julia y volviendo a su comida, Julia no había entendido nada pero por el agarre en su culo podía intuir que quería de ella, pero se iba a quedar con las ganas porque no iba a ceder. No era porque estuviese prometida a Fabio, si no que ahora que era libre de un matrimonio, irónicamente siendo esclava, decidía sobre su cuerpo y desde luego si ese ser la quería iba a quedarse con las ganas.

Tenía hasta el invierno para poder aprender el idioma y escapar, próximamente Einar se iría junto con otros hombres y tenía dos opciones: que Einar la pudiese llevar consigo y escapar o esperar a el invierno para poder escapar y cada vez veía más clara la segunda opción debido a que la primera era demasiado arriesgada, pero haría lo que fuese por volver a casa. Habían pasado unas semanas desde que Einar explicó su plan a su familia, si lo había dicho a los hombres no lo supo ni en el banquete que hubo después porque solo estuvo en el banquete sirviendo y en la asamblea no, los esclavos no podía entrar.

—Julia — la joven estaba en el campo buscando unas hierbas que Frida le había mandado para aromatizar la comida, Kaile le había traducido aunque poco a poco su oído se estaba haciendo a ese lenguaje. Se giró al escuchar como Einar la llamaba y este se iba acercando a ella.

—Julie. Mañana me iré — en aquellos días Julia había aprendido algo, muy pocas palabras y entendía poco pero Einar habló despacio y vocalizando todo lo que pudo además de tomar la costumbre de llamarla "Julie" de vez en cuando.

—¿Y por que....decir...amo?— Einar sonrió al escuchar como Julia iba aprendiendo, esperaba que en invierno poder tener una conversación con ella. Tomó suavemente una de las mejillas de Julia con su mano y se acercó a él besando su frente. 

— Espero cuando vuelva pueda mantener una conversación contigo, Julie.

—¿Por qué?

— Me interesas.