El Lobo y La Esclava: Capítulo 22 "La buena nueva"
Rowansborg
Habían
pasado unas semanas desde la partida de los hombres, semanas sin ver
a Einar, teniendo muy pocas noticias....pero algo raro le estaba
pasando a Julia, llevaba todas esas semanas encontrándose mal,
despertaba con unas nauseas terribles, la comida le daba asco, y eso
que se había acostumbrado a la comida nórdica como esa carne de
ballena o de foca, pero a veces su estómago parecía que su cuerpo
rechazaba la comida. Sieglind había visto como Julia estaba enferma
esos días...enferma...bien sabía ella lo que le estaba pasando a la
muchacha pues había pasado por lo mismo varias veces.
Sieglind
estaba ayudando a Julia con el pelo una mañana que la romana se
despertó con esas nauseas, la rubia le estaba trenzando un mechón
de pelo y sonrió cuando Julia se echó hacía adelante vomitando lo
poco que había desayunado en una cubeta de madera que Sieglind le
había dejado ahí por si acaso.
—No
sé que me esta pasando....—
musitó Julia una vez sintió su estómago vacío del todo. Sieglind
rió
—
¿De qué te ríes? No te burles....—
Julia miró como la vikinga se reía a carcajadas y repentinamente
esta le agarró uno de sus pechos para sorpresa de la romana que no
supo como reaccionar cuando hizo aquello.
—
Están más grandes....¿cuándo fue la última vez que sangraste?—
aquella pregunta dejó a la joven totalmente en shock pues empezó a
hacer memoria y era cierto que ya debería haber sangrado, pero su
ciclo no se había repetido, sospechaba que era por el estado de
ansiedad desde la partida de Einar pero ahora todo encajaba.
—
Yo....
—
Me parece...que vas a ser madre.
Iba
a ser madre.....llevaba un bebé dentro de ella....pasó toda la
mañana casi en estado de shock, se fiaba de la palabra de Sieglind
pues la experiencia de cinco hijos jugaba de su parte pero aún así
tras el medio día fue a ver a una mujer a la que llamaban völva,
que no era más que una curandera supuesta bruja que vivía en las
afueras de Rowansborg y que hacía de partera entre las mujeres como
con la misma Sieglind, Julia había visto a aquella mujer cuando
nació Idunn y aquella mujer la miró fijamente durante unos
instantes antes de ponerse a ayudar a Sieglind en el parto, aún
recordaba su mirada profunda, con dos pozos pardos que parecieron
mirar cada rincón de su ser. Respiró hondo antes de tocar a la
puerta de madera de la casa y entró en su interior, era una cabaña
llena de numerosos objetos extraños como cráneos de animalillos,
diversas plantas, piedras con esas runas talladas....al fondo
mientras comía de un cuenco un revuelto de setas estaba la mujer,
ella era una mujer madura que había visto muchos inviernos y veranos
nacer y morir, quien por sus manos habían pasado casi todos los
nacimientos de los niños en Rowansborg desde hacía mucho, de hecho
aquella anciana mujer fue la encargada de hacía veinticuatro
inviernos de ayudar a Astrid a que Einar naciese y después
Hjalarm....y así con todos los hermanos que nacieron después del
vientre de Brunhild.
—
Lamento molestar....—
empezó a decir Julia, pero la mujer hizo un gesto restandole
importancia y dejó el cuenco a un lado y se levantó.
—
No molestas. Es agradable tener visita de vez en cuando—
Julia se acercó a la mujer sentándose en frente de ella y la völva
puso su mano sobre el vientre aún plano de Julia ¿cómo podía
saberlo?
—
Estas preñada.
—
¿Cómo lo sabes?—
preguntó curiosa pues sólo le había bastado con mirarla y poner
una mano en su vientre, quizás si fuese una hechicera al final de
todo.
—
Toda mujer que lleva un hijo en su vientre tiene una mirada especial.
Ahora tienes que cuidarte pues no solo llevas un bebé en tu vientre,
llevas al hijo de un jarl, posiblemente su heredero, y en unas
décadas sea tu hijo quien lleve el peso de su pueblo en sus hombros.
Debes de cuidarte para tener un embarazo tranquilo y un parto
relajado sin riesgo de que pueda pasar algo.

Julia no imagino que una mujer la vio entrando en casa de la völva y había espiado la conversación y supo que estaba embarazada y no era muy difícil saber de quien era el hijo porque era un secreto a voces que el jarl y la extranjera eran amantes, pero bueno no sería el primer hombre en engendrar bastardos, pero pronto el rumor llegó a oídos de Astrid e Ingrid por medio de Frida quién lo escuchó por boca de la mujer espía en el mercado. Astrid se quedó de piedra mientras que Ingrid pensó que sería una manera de acercarse a Julia, Ingrid lo contrario de lo que se pudiese creer no tenía nada en contra de Julia y su relación con Einar pues ella misma tenía su relación paralela con su amado Varg.
—Te lo estás tomando como un juego— dijo Astrid con el ceño fruncido, estaba saturada de sentimientos encontrados, por una parte amaba a su hijo y si aquella romana le hacía feliz ella era feliz y que aquella chica llevase a su nieto en su vientre le hacía alegrarse porque tenía asumido que los únicos nietos que tendría serían los que Einar tuviese ya que aunque se hiciera la loca sabía que Hjlamar prefería los hombres ¡no recibió una paliza en vano por parte de su esposo cuando sospechó que a su hijo menor le gustaban los hombres culpándola a ella!
—No voy a llorar. Astrid, sabes que entre Einar y yo no hay amor, no existe y ni me ha tocado....
—¿No....?
—No. No consumamos el matrimonio— aclaró Ingrid poniéndose la capa de piel pues iba a salir. —Voy a ir a verla....
—Te acompañaré.
Ambas mujeres fueron a casa de Sieglind quien cuando abrió la puerta y se encontró a ambas mujeres palideció, conocía a Astrid y siempre pensó que tomaba a Julia como a una amenaza, de hecho la propia Julia lo pensaba.
—¿Esta Julia?
—Sí Astrid...pero si has venido a dañarla no me voy a quedar quieta....
—Calma tu temple escudera, sólo quiero verla— Julia se asomó cuando escuchó voces y se quedó helada cuando vio a Astrid e Ingrid...¿se habrían enterado de la noticia? No podía ser otra cosa y eso inquieto a la romana.
—Aquí estoy Astrid— intentó no mostrarse asustada, Astrid parecía que olía el miedo como una loba, pero la mujer esbozó una pequeña sonrisa y se acercó a Julia quien no retrocedió.
—¿Es cierto? ¿Llevas a mi nieto en tu vientre?— preguntó con una voz fría y calmada. ¿Para que mentir? Astrid lo sabía de modo que Julia lentamente asintió esperando una mirada de odio o palabras hirientes por parte de la mujer, pero de manera increíble esta colocó su mano en su vientre y sus ojos se empañaron.
—Alabada sea Freyja....haremos un sacrificio en su honor para agradecer su regalo...Julia, sé que empezamos con mal pie, y aunque siga sin entender que ve mi hijo en ti, te ama y se nota que le amas...y ahora llevas a su hijo en tus entrañas....
—Felicidades extranjera— Ingrid sonrió levemente acercándose a Julia y la abrazó dejando a la chica sin saber como reaccionar, era una situación extraña pues oficialmente Ingrid era la esposa oficial de Einar y ahí estaba, felicitándola por llevar en su vientre al hijo de su esposo.
—Mi nombre es Julia, no extranjera.
—Ya,ya....mira— Ingrid la miró a los ojos seriamente— sé que me odias porque quisieras estar en mi lugar, casada con Einar, tengo algo que no quiero y tu deseas— aquello empezó a hacer sentir furiosa a Julia— pero, quiero que sepas que Einar te ama y llevas a su hijo en su vientre. En cuanto pueda tranquila que me divorciaré y volveré a mi pueblo pues el jarl será mi hermano y no habrá necesidad de un matrimonio de conveniencia. No tenemos porque pelearnos, es más podemos ser amigas.
Aquello era raro...¿Ingrid intentaba hacerse su amiga? No sabía que decir, llevaba demasiadas emociones en el cuerpo. Astrid le dijo que volviese a casa pero Julia prefirió quedarse con Sieglind, a quien consideraba ya una hermana mayor, pero aún así, Astrid reiteró que podía volver a casa que como madre de su nieto tenía derecho y que sobretodo su hijo no iba a ser un bastardo, si no seria reconocido, ¡claro que no iba a ser un bastardo! Einar no iba a dejarla abandonada a ella y a su hijo, si no que iban a tener un preciosa familia.
Todo parecía ir en camino, todos sus caminos empezaban a abrirse y todo parecía que iba bien, que poco a poco dejaría atrás todo el dolor y el miedo y sólo habría felicidad, imaginaba la cara de Einar cuando supiese que iba a ser padre, que iban a formar la tan ansiada familia....a sus ahora dieciséis años pues Julia cumplió esa edad entre los nórdicos al poco de irse Einar coincidiendo con el día que supo que iba a ser madre, iba a tener lo que seguramente iba a tener en Roma pero ahora por amor puro y sincero.
—“Gracias....Freyja”— pensó palpando su vientre, esperando que pronto empezase a hincharse y a hacer notar su embarazo, no dio gracias a ningún dios de su panteón, si no a una nórdica porque su hijo iba a ser nórdico, un vikingo, un futuro jarl...y ella misma estaba mimetizándose con su nuevo pueblo.
Vaya... Parece que la pequeña Julia va a ser madre!
ResponderEliminarEsperemos que todo encaje bien y el nórdico a su vuelta se sienta feliz por la noticia.
Un besazo enorme Sandra!
Poco a poco van a tener su familia ^^un besazo!
EliminarNo me extraña que esté esperando un bebe , tanto darle algo tenia que dar fruto ajajja. Me alegra este capítulo se ve al menos un poco de tranquilidad , aunque me da que va ser aparente esa tranquilidad.
ResponderEliminarEsperemos que regrese pronto de la batalla y no quede herido en algún lugar y se vea sola y con un hijo ..muy bien .
Esperamos hasta la próxima..besos amiga.
Jajajaja tendrían un equipo de fútbol a este paso xD Ha sido bastante suave este capítulo una buena noticia tras drama.
EliminarUn besazo guapisima!