El Lobo y La Esclava: Capítulo 27 "El Juicio"

      Haldaf pasó toda la noche encadenado en un poste en mitad de la ciudad expuesto a los elementos aunque de vez en cuando alguien se ocupaba de darle algo de beber, ni interesaba que muriese, no aún, no sin antes ser juzgado. 

    El joven estuvo expuesto al frío y al viento pues pese a que el invierno estaba llegando a su fin y poco a poco la primavera volvía a nacer aún hacía noches que el frío y el viento acariciaban las tierras nórdicas, pero no se quejo, no emitió ni un quejido de protesta ni cuando el día llegó y con el su inminente juicio, pues el tenía su conciencia tranquila y se entregaba a la voluntad de los dioses,él era inocente y estaba seguro de ello, incluso cuando hombres le soltaron del poste para llevarlo a la casa comunal donde sería su juicio, es más, los miró desafiante.



  
—Einar por favor....
— suplicó Ingrid viendo como la gente se empezaba a reunir para juzgar a su hermano, ella creía firmemente en la versión de su hermano, es más ni entendía como Einar podía desconfiar de él dado a que se conocían desde niños. Einar miró a su aún esposa y esta no supo como interpretar la mirada de Einar, sus ojos eran como la mar, profundos y hermosos pero a vez misteriosos e inexpugnables.

—Crees que esto me gusta a mi....no tienes ni idea— dijo seriamente dejándose caer en la silla mientras miraba al frente, esta vez Ingrid no ocuparía su lugar al lado de su esposo, si no que se puso cerca, en primera fila junto con Julia y Astrid. 
    No demoró mucho más y pronto por las puertas entraron los hombres que traían a Haldaf encadenado mientras la gente gritaba y le insultaba "asesino" " criminal" "traidor" entre otros adjetivos, Haldaf estuvo seguro que si hubiesen podido se dedicarían a tirarse comida podrida o haberlo matado a pedradas, quien sabía si esa no sería finalmente la condena que Einar le pusiera si este le declaraba culpable, aunque el joven se mantuvo sereno y orgulloso, no se inclinó ni reculó cuando lo metieron en el interior pero aún así le empujaban y tiraban de él. 
    Levantó la vista y frente a él se encontró con los ojos de Einar y le mantuvo la mirada, ni cuando vio por el rabillo del ojo a su hermana, no, le mantuvo la mirada al jarl con el claro mensaje de que no le tenía miedo ni a él ni a la muerte.




—Haldaf Erikson, se te acusa de asesinato a tu propio padre además de traicionar a tu gente entregando la ciudad a espaldas de tu propio pueblo y de los aliados de tu clan que acudimos en vuestra ayuda, ¿cómo te declaras?
— no era la primera vez que debía de hacer aquello de juzgar a alguien pero a un amigo suyo de toda la vida...se conocían desde niños, habían luchado codo con codo y en más de una ocasión se salvaron mutuamente la vida.
    Y ahora tenía que decidir si su amigo era culpable y si moriría.

—Soy inocente, ¿cómo iba a matar a mi propio padre y a vender al pueblo y mi clan por el que tanto he luchado?— aún se escuchaban insultos de la gente, pero callaron ante un gesto de la mano de Einar.

—Nadie te vio esa noche, la esclava que asesinó a Erik juró por Odín que fue forzada a realizar el crimen por un encapuchado. El mismo encapuchado que me atacó cuando le vi escabulléndose hacía las líneas enemigas. El mismo que dejó caer esto.— mostró el cuchillo en cuya hoja estaba grabada el símbolo del clan de Haldaf e Ingrid. Ese cuchillo era el que le estaba condenando.

—Ya dije que me fue robado, y también estaba persiguiendo a ese encapuchado, también me ataco.

—¿Y cómo sabía ese fantasma que tenía una herida cauterizada en el costado cuando sólo estuvisteis Gunnar, Hjalmar, tú y....— por un momento las palabras murieron en la boca de Einar....eran más personas las que estuvieron aquel día en la tienda del curandero....

Gerd.....

    Gerd estuvo en la tienda del curandero también, pero estaba aparentemente dormido a causa de un golpe en la cabeza, pero cuando lo vio después no tenía ni una secuela en la cabeza, ni siquiera un corte...es más, estaba limpio al contrario que todos, ni una herida, ni nada.....

—¿Quién te robo el cuchillo, según tú?

—No lo sé, no le vi la cara, fue en el campamento, vi a un encapuchado saliendo de mi tienda pero no le di importancia porque teníamos una guerra encima, pensé que era un vulgar ladrón. 
— el rostro de Einar era de piedra, no mostraba ninguna expresión, de modo que decidió jugar su última carta.

—Juro por la cabeza de Forseti, de Baldr y de Nanna que yo no hice nada de todo lo que se me acusa— un murmullo de sorpresa y exclamaciones se escucharon, hasta Einar abrió los ojos de par en par. Julia no entendía que estaba pasando y miró a Astrid interrogante.

—Forseti es el dios de la justicia, Baldr y Nanna son sus padres, Baldr es el dios de la luz y el hijo predilecto de Odin....— explicó Astrid a Julia — cualquiera que juzgue por ellos tres más le vale que sea verdad pues sería una gran ofensa a tan luminosa y sagrada familia.— la romana tragó saliva cuando escuchó aquello, debía de ser inocente si se arriesgaba a tal, pero un murmullo que se acabo convirtiendo en gritos tachando a Haldaf de blasfemo y de manchar el nombre de los tres dioses con sus viles mentiras. 
    Einar se quedó en shock, conocía a Haldaf y el nunca juraría así en vano....a veces no se tomaba muy en serio a los dioses pero la mayoría de veces era por bromear pero en este caso....necesitaba tiempo.

—Que levante la mano derecha quien crea que es culpable....— dijo Einar viendo, con cierto horror, como casi toda la sala levantaba la mano derecha. No había otra: Haldaf debía de ser declarado culpable.*

—Haldaf Erikson....te declaro culpable. Ya decidiré tu castigo...

—¡Soy inocente! ¡Einar, me conoces! ¡Si vas a matarme hazlo ya chico lobo, puedes decapitarme o quemarme vivo pero no pediré clemencia, iré al Valhalla!— exclamó Haldaf totalmente herido de que su amigo de toda la vida le creyese un vulgar asesino y un traidor, no iría a la muerte con miedo, no moriría con miedo, afrontaría esta con valor.

    Nada más lejos de la realidad, Einar había pospuesto el castigo de Haldaf porque había tenido una idea de si sus sospechas eran ciertas. Pero necesitaba tiempo...aunque fuese un poco.


Báltico

    Claudia tuvo una suerte ligeramente parecida a la de su hija, en cuanto llegó a tierras bálticas la mujer fue comprada por el líder de un pueblo y de un clan, pero para nada era un joven y apuesto guerrero como Einar, era todo lo contrario, un hombre entrado en años, feo aunque por suerte no estaba obeso, pues si no le recordaría a Lucio, aunque su olor....parecía que se bañaba ese hombre en arenques y cada vez que se subía encima suya Claudia pensaba que iba a vomitar del asco, cuando ejerció la prostitución en Roma al menos obligaba a sus clientes a bañarse y asesarse pero ahí ella era una vulgar esclava, una esclava....cual bajo había caído...y ahora no podría hacer como hizo en el pasado de reconstruirse a si misma, ahora era objeto de humillaciones y vejaciones, pues la mujer de su amo la odiaba debido a que este estaba encaprichado con Claudia, de modo que la mujer la tenía haciendo las tareas más humillantes. Quería volver a Roma, quería volver a casa, ya su espíritu estaba quebrado, hecho trizas...estaba convencida de que su hija había muerto cómo todos le habían dicho....y ella misma iba a morir en la misma inmundicia e iba a morir lejos de su tierra y de todo....

—¿Qué harás con la esclava? — preguntó su ama una noche mientras Claudia les servía la comida al matrimonio.

—No es tan joven y es obvio que no es pura, esta al menos ha parido una vez— se sentía como una vaca cuando hablaban así de ella, le daban ganas de romperle el cráneo a esos dos, ella, Claudia Sabina Vespia, una noble patricia y una poderosa mujer de negocios en Roma ahora a ser rebajada a ser tratada como ganado— pero será parte del tributo que pagaremos a los vikingos en verano, para que no nos saqueen.— Claudia dejó caer la bandeja al suelo haciendo una sonoro ruido y ni oyó los gritos de la mujer , por un instante un rayo de esperanza apareció en Claudia, por una parte pensó que prefería mil veces estar con vikingos, aunque había escuchado hablar pestes de ellos, que con esos dos, y...¿por qué no? Quizás saber algo de Julia....aunque fuesen sus huesos necesitaba ver si realmente estaba muerta.
    Pero aquella noche mientras dormía entre la paja vio en sus sueños a su hija, la última vez que la vio, sólo fueron unos instantes y fue meses antes de desaparecer, iba con su padre en el foro y la vio de lejos, tan bonita, tan mayor....ni pudo acercarse a decirle nada, sólo verla de lejos...y la vio en sueños pero en ese sueño estaba sola, tan cerca de ella pero a la vez tan lejos...más cerca que cuando la vio y tontamente ella se escondió tras su velo pues si Gaius la hubiese visto quizás se la llevase de Roma. Pero en ese sueño si alargaba la mano podría tocarla, pero cuando fue a hacerlo escuchó el sonido de un cuervo y a su vez vio que un hermoso lobo gris estaba al lado de su hija, cuidándola.
    Estaba viva. Estaba ahora segura....iba a encontrarla.


Comentarios

  1. Me gusta el ritmo que está cogiendo la novela, creo que al final no le va a justiciar , cree que él no es culpable pero como dices necesita tiempo y ponerle alguna trampa al verdadero culpable.
    Por otro lado los sueños sons reveladores su hija esta mucha mas cerca de lo que Claudia imagina. Bravo ..esperando nueva entrega. Besos reina.

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    1. Aunque el pobre tiene todas las pruebas en contra. Pero se acabará sabiendo la verdad.
      ¡Un besazo y feliz domingo!

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