El Lobo y La Esclava: Capítulo 26 "Reencuentro"

 
    Julia ya estaba preocupada, no sabía absolutamente nada de Einar ni de ninguno, pese a que le decían que se calmase, que todo estaría bien, no podía evitar sentir que una inquietud le estaba comiendo por dentro, no eran solo las nauseas matutinas o el reciente antojo de comer a todas horas cecina ni como su vientre en aquellos casi tres meses desde que Einar se fue que habían pasado su vientre se habia hinchado para dar a entender su gestación aunque aún de muy poco tiempo pero no estaba ya totalmente delgada como antes pero gracias a las amplias ropas podía ocultar aquello pese a que todos lo sabían que estaba embarazada. En aquellos días de inquietud había tenido cierto acercamiento con Astrid quien pese a su rechazo inicial a la romana la noticia de su embarazo la alegró pues tenía asumido que de Hjalmar no esperaría nietos pero si de Einar, por tanto había tenido más contacto de nuevo con la familia de Einar aunque sus hermanos le acompañaron a la batalla y sólo estaba Yvette la única chica, de modo que no se sorprendió cuando llegó una tarde cuando el sol estaba empezando a ocultarse vio a Yvette llegando a casa de Sieglind pero venía corriendo acelerada.

—Muchacha,¿qué ocurre?— preguntó la romana en lo que Yvette frenó en seco recuperando el aliento.

—Los drakkar....mi hermano....ha vuelto....— ante las palabras de la chica Julia salió corriendo en dirección al puerto sintiendo que el corazón se le iba a salir del pecho de la emoción ¡Einar había vuelto!

    No habría canciones, ni banquete, ni nada. Habían sufrido una derrota aplastante, ni pudo celebrarse el juicio a Haldaf...pues no pudieron resistir más y el enemigo atacó no quedando otra que la retirada, refugiarse en Rowansborg y depende de lo que pasase con Haldaf decidir si volver a reagruparse y atacar de nuevo o ya hacer nuevas alianzas, lo principal ahora era volver a casa y recuperarse de todo tras tres meses de larga ausencia, eso sí  Haldaf había sido llevado como prisionero y en cuanto el jarl dispusiera sería juzgado y sólo había dos alternativas: el destierro de todos los pueblos y ciudades de Noruega siendo condenado a morir sin honor y en los bosques cómo un paria o la muerte que en esta hasta podía llegar a ser honorable si el condenado no mostraba miedo durante la ejecución.
    Einar estaba cansado, muy cansado, no sólo físicamente si no mentalmente, además en la batalla final perdida había recibido unos golpes en la cara pero se recuperaría sólo eran magulladuras. Pero no pudo evitar sonreir cuando el drakkar atracó y vio entre la multitud corriendo a verle a la mujer de su vida: su Julia. La pequeña hada romana había venido corriendo agitada y cuando sus ojos se encontraron Einar sonrió pese a la expresión de horror de Julia por sus heridas.

—Hola...— dijo una vez bajó del drakkar e ignorando a todos y todo protocolo se acercó a su amada, su auténtica esposa.

—¡Estas herido!— exclamó Julia, pero Einar la agarró y la apretó contra su pecho hundiendo su nariz en los cabellos de Julia, inspirando profundamente el olor de la persona amada ¡cuanto había añorado su tacto, su olor, su voz...! Eso si al notar el cuerpo de Julia contra el suyo la notó algo distinta...quizás sería por el vestido.

—No pasa nada amor, es sólo una herida...

—¡Claro que me preocupo! Einar tengo algo que....— pero el vikingo la interrumpió besando sus labios, ignorando que estaba todo el pueblo mirando. Julia no sabía que hacer si llorar, abofetearle, reír...pero gracias a los dioses estaba vivo aunque con heridas pero estaba ahí, vivo y de una pieza.

—Esta noche...seré tuyo de nuevo pero tengo una serpiente que juzgar— Julia no le entendió hasta que vio como de uno de los barcos traían a un prisionero cubierto de cadenas. —Haldaf Erikson.

— Einar tengo una cosa que decirte....

— ¿El qué? ¿Ha pasado algo grave en mi ausencia?— Julia abrió la boca pero al ver el cansancio acumulado en los ojos de Einar y la sombra que cruzaba sus ojos azules entendió que algo estaba consumiendo la mente de Einar, que tenía un problema grave y estaba claro que se refería hacía Haldaf, quién sabía por medio de Astrid que era amigo de la infancia de Einar y que si sus sospechas eran ciertas tendría que mandar a un amigo a ejecutar seguramente por alta traición. Y no quería agobiarle por la noticia del embarazo

— Cuando descanses primero, mi amor.—  él volvió a abrazarla, gesto totalmente correspondido por Julia, la pareja estaba fundida en un abrazo tras tres meses de separación, tres meses sin verse, sin escuchar sus voces, sin sentir su tacto...quería apoyarle, quería poder darle el apoyo que necesitaba en aquella situación tan difícil cómo era la de juzgar a un amigo de toda la vida.

     Einar siseó cuando notó el paño mojado en una agua con hierbas que supuestamente le ayudarían a cerrar la herida y a no dejar marca que Julia le puso en la herida. Realmente el ojo estaba bien solo lo tenía cerrado debido a un puñetazo y el corte lo tenía casi pegado a la nariz y debajo del ojo, seguramente ni cicatriz quedaría.

— Aguantas espadas, hachazos y todo y te quejas por una heridita— Julia quiso restarle importancia además la herida que más le preocupaba era la que quedaba del hachazo que recibió en el costado, la quemadura hizo lo suyo y ayudo a cerrar más rápido y a prevenir una infección que mismamente eso pudo haberlo matado si no era la herida en si.

— Quizás solo me quejo para que me cuides— ambos rieron, Einar y Julia estaban en la habitación de él en casa de él, era ya de noche por lo que tenían intimidad, aunque ninguno de los dos estaba con ánimos para el sexo, Einar por agotamiento y Julia porque estaba dudosa de si en su estado, pero si tenían ganas de estar juntos. Sentados al borde de la cama, Einar estaba desnudo de cintura para arriba solo con unos pantalones mientras que Julia estaba vestida.

— Antes querías decirme algo...¿qué era?— Julia desvió el rostro pero Einar la tomó delicadamente haciendo que le mirase — Sé que estoy feo pero no es para que no me mires— Julia no pudo evitar reír, de verdad cuanto le había extrañado.

— No es eso...sólo que ahora tienes cosas importantes que pensar...

— Sabes que para mí lo principal eres tú,¿qué me ibas a decir?— Julia no contestó, cogió el cuenco con agua y lo dejó lejos en lo que Einar se tumbaba en la cama, esperándola para tras tres meses separados pudiesen dormir de nuevo. Julia le estaba dando la espalda con la luz de una vela iluminándola mientras se quitaba el abrigo que llevaba sobre el camisón de lino.

— Mírame— ordenó Einar a lo que Julia obedeció. No estaba loco cuando al abrazarla la noto distinta, a contraluz y tras la delgada tela del camisón podría apreciar que la figura de Julia había cambiado, estaba más redonda en algunas zonas y juraría que sus pechos estaban algo más hinchados, no estaba imaginándolo, realmente el delgado de Julia había cambiado.

— ¿Notas algo?— preguntó Julia a lo que Einar se incorporó apoyándose sobre los codos. La verdad es que esa nueva figura le gustaba, le parecía muy atractiva y saludable, pero no sabía si a Julia podría ofenderle el que dijese que la encontraba más rolliza.

— Pues....

— Te pido que seas sincero.

— Me gustas como estas, estás incluso más hermosa que antes...— vio que Julia agachaba la cabeza y con su largo pelo escondió su rostro pero al ver sus hombros sacudirse pensó que estaba llorando, Einar se levantó para ir a abrazarla y reconfortarla, jurarle todo el amor que sentía e incluso sobreponerse al cansancio y hacerle el amor hasta caer agotado solo para que ella supiese cuanto la deseaba, pero Julia levantó la cara para mirarle y no había lágrimas, estaba riendo.

— Es cierto que mi figura ya no esta como antes, aún es pronto pero se nota ya. Y es cierto también que mis pechos están más grandes y todo por un motivo maravilloso y dichoso gracias a Freyja....estoy embarazada.

Eianr tuvó que dejar que aquello procesase durante unos segundos...Julia estaba embarazada ¡de su hijo! Se dejó caer de rodillas abrazando a la chica por la cintura apoyando la cabeza contra el vientre de Julia donde se estaba gestando un niño...el hijo de ambos.

— Dioses....Julia...mi amor....gracias, muchas gracias....

— Gracias....— Julia apoyó la mano en la cabeza de Einar, acariciándole el pelo, sin dejar de sonreír.

— ¿Por qué?

— Por aparecer en mi vida, por darme el verdadero amor y por darme ahora un hijo. Dioses....te amo, te amo Julia....nos casaremos en cuanto acabe lo de Haldaf porque entonces mi matrimonio con Ingrid se anulará. Cásate conmigo pero oficialmente.

— Sabes que no me haría nada más feliz que ser tu esposa. Este bebé es la prueba de que te amo y de que tu me amas a mi....— Einar dejó un beso sobre el vientre de Julia y se levantó para ahora tomarla del rostro y besarla tierna pero apasionadamente, abrazándola con cierto miedo como si pudiese romperse entre sus brazos...un hijo...Julia llevaba a su hijo en su vientre, al parecer tras tanta oscuridad, tanto miedo por fin había recibido luz y de la mejor manera, con un hijo con la mujer que amaba. Todo valía la pena a partir de ese momento. Con delicadeza la levantó en brazos para tumbarla en la cama sin dejar de besarla, aún así no iba a ir más allá de besos y abrazos al menos aquella noche.