Yggdrasil: Capítulo 17 "Secretos y engaños"

     Todos tenemos secretos y ella no era la única que tenía secretos. Astrid no había sido siempre la fiel esposa de Skjalag y ahora pensaba usar eso a su favor. Su secreto ahora les salvaría no solo a ellas si no a sus dos hijos. Un secreto que hasta aquel día le había perseguido pero podría excusarse en mil cosas: era joven, que no sabía lo que hacía....

    La aparición de Astrid y Claudia fue sorprendente, muchos pensaban que habrían ido con Einar, pero no, ahí estaban siendo una situación de riesgo pues como familia del antiguo jarl corrían el riesgo de ser asesinadas o esclavizadas, en el mejor de los casos simplemente dejarlas sin posesiones, sin nada, solas en la calle buscando la manera de sobrevivir.

—Pido audiencia con el jarl Gerd— dijo a uno de los hombres de Gerd que estaban haciendo guardia en la entrada de su casa.

—Lo lamento mi señora, pero el jarl....esta ocupado— rió entre dientes el guardia mientras que Astrid mantuvo un rostro sereno.

—Dile que Astrid Guðmundrsdöttir esta aquí. Si se entera de que vine y no me dejaste pasar te cortará la lengua y los ojos— el guerrero la miró con seriedad y tras emitir un quejido gutural de fastidio entró en el interior de la casa. Instantes más tarde las puertas se abrieron y ambas mujeres entraron en su interior, con paso solemne, Astrid derrochaba elegancia y majestuosidad, en su época de guerrera fue una muy buena escudera pero años haciendo de señora de la casa incluso con la segunda esposa una vez en el núcleo familiar Astrid no permitió perder la posición tanto suya como la de sus dos hijos.

    Gerd las esperaba sentado en el trono principal donde el jarl presidia las reuniones, el hombre estaba con sus ropas a medio poner y una de las esclavas estaba a su lado con un claro gesto de repulsión en su rostro, las ropas también semi rasgadas y su expresión daba a entender en que había estado ocupado el "jarl".

—Astrid, Astrid....no me esperaba que volvieses, ¿Qué deseas? ¿Morir de una manera honrosa para poder acceder a Fólkvangr*? Porque no serías capaz de convertirte en esclava, aunque tengo que decir que es una idea tentadora.....— rió de manera jocosa Gerd indicando a la mujer que se acercase a él.

—¿Podemos hablar en privado?

—Lo que me tengas que decir lo puedes decir en público Astrid.

—Créeme, querrás estar a solas cuando hable contigo— sin perder la burlona sonrisa Gerd de un gesto indicó a los hombres que había ahí y a la esclava que saliesen de allí, Astrid miró a Claudia con gentileza.

—Ve fuera con Freydis, será un momento— Claudia sin entenderla muy bien sobre que quería hacer, arropó bien a la pequeña, que había conseguido dormir, y salió de la casa dejando solos a Astrid y Gerd.

—¿Vas a intentar matarme, Astrid? Siempre has sido una mujer ambiciosa y ser jarl puede hacerte sentir muy atraída.

—No vengo a matarte, si no a proponerte una cosa— Gerd se levantó colocándose bien las ropas y cogió una jarra de hidromiel de la mesa y le dio un trago.

—Habla entonces, si me gusta o no es ya cosa mía, pero elige bien tus palabras Astrid, una falta de respeto y tanto tú como la zorra extranjera y esa cría moriréis.

 —Te conozco Gerd, serás peor que un carroñero pero nunca le harías daño a tu sangre— Gerd frunció el ceño mirando a Astrid con molestia.

—Mal empezamos Astrid, me vas a obligar a....espera, ¿mi sangre?

—Si, Freydis, tu sangre.

—Esa mocosa no es cosa mía.

—Gerd, vengo a pedirte matrimonio. Ambos podemos gobernar estas tierras, que matases a ese chico...me da igual, era hijo de otra— mentía, claro que Sigbjorn le importaba, prácticamente ella había criado a todos los hijos de su marido con su segunda esposa y prácticamente eran sus hijos, los había visto crecer y los amaba como a Einar y Hjalmar.

Gerd rompió a reír de manera escandalosa.

—Si no fuese por ese carácter de mierda que tienes serías hasta graciosa Astrid.

—Ese carácter de mierda que amabas— lanzó un dardo hiriendo el orgullo de Gerd y este la miró con un profundo rencor 

—Que amé.— Gerd había conocido a Astrid cuando los padres de Skjalag y ella hicieron una alianza y cuando la vio bajando de aquel barco apenas eran unos adolescentes, pero le pareció la mujer más hermosa de todo Midgard, largos cabellos color del sol, ojos fieros, pero él no era nada de nivel, no podría pedirle la mano en matrimonio nunca.



( Astrid de joven)

Pero ella se enamoró de Skjalag.
Ahí ya cualquier oportunidad que pudiese haber tenido por su amor se desvaneció, ambos iban a casarse por un matrimonio arreglado pero además había que ver cuando Astrid miraba a su prometido que realmente sentía algo por él. Por eso siempre odio a Skjalag, porque fue incapaz de apreciar a la mujer que tuvo a su lado, de aquella única mujer que amó casarse con ella sin quererla, de tener hijos, quizás el no era un gran guerrero ni pudiese haberle dado lujos, pero le habría dado todo con tan solo ella 
pedírselo. Por eso....unas noches antes de que ella se casase, borracho hasta las cejas fue decidido a donde estaba Astrid, por suerte la encontró sola guardando unos animales y ahí mismo......pensó que la violó pues despertó con los pantalones bajados y unos evidentes señales de lucha junto con un insistente dolor de cabeza, pero lo que más le hacía creerlo aunque no recordase nada era como Astrid lo miraba con odio y asco, quizás no dijo nada por vergüenza pero siempre creyó que si pasó.

—Casi veintiséis años más tarde....y sigo amándote. 

—Lo sé. Me violaste y por vergüenza no dije nada— con esto se confirmó la teoría de Gerd —pero desde entonces no pude olvidarte nunca porque hubo algo que siguió recordándome lo que pasó aquella noche.

—¿El odio?

—No. Mi hijo. Nuestro hijo— Gerd que había vuelto a beber escupió la hidromiel.

—¿Cómo?

—Einar es tu hijo. Por tanto Freydis es tu nieta. Cásate conmigo y oficialicemos nuestra familia. No dejes morir a tu nieta en el frío del invierno.




—¿Einar es su hijo?— preguntó incrédula Claudia una vez las dejaron volver a instalarse en casa, Astrid permanecía seria cuando le contó a su amiga todo lo que había pasado durante su reunión con Gerd.

—No, no es su hijo. No llegó a violarme. Estaba tan borracho que me fue sorprendentemente fácil librarme de él. No dije nada porque era un pobre idiota, pero Einar es hijo de Skjalag. Frida fue testigo de que Gerd no llegó a tocarme, pero tiene que creerlo porque de esta manera Freydis y nosotras estaremos a salvo, intentaré retrasar la boda lo suficiente para darle tiempo a Einar a llegar a casa....espero que no tarde mucho, no se cuanto tiempo más podré aguantar.


                                        (Astrid adulta)



    Por suerte Einar iba ya de camino, no iban a ir por mar, iban a ir a caballo hasta Rowansborg, pero no todos, iba a ir con él su hermano Hjalmar, Haralf, Julia y Gunnar, sus otros hermanos y el resto de guerreros volverían en barco, debían de ir y jurar lealtad al nuevo "jarl" . Tenían un plan y no debía de estar en la llegada de los guerreros y no le dejaron ellos cuatro en ir solo. Ahora les quedaba un viaje a caballo para llegar a Rowansborg.

*Se dice que la mitad de los guerreros muertos en combate iban a Odin y la otra mitad al salón de Freyja y entre los que iban al salón de Freyja eran las mujeres nobles

Comentarios

  1. Los secretos y las mentiras o son buenas consejeras , veremos en que para todo esto ...Un abrazo .

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