El Lobo y la Esclava: Capítulo 30 "Unidos"

  —¿No deberíais esperar hasta que Julia de a luz? — preguntó Gunnar con una pequeña sonrisa, habían pasado un par de meses desde que Einar e Ingrid habían anulado oficialmente su matrimonio e Ingrid fue nombrada jarl de sus tierras, pero aún seguía su pueblo siendo acogido en Rowansborg debido a la ocupación de su enemigo, pero con los tesoros que conseguirían en las incursiones del verano en el Báltico podrían empezar a recuperarse y retomar sus tierras, pero ahora no eran momento para pensar en el verano ni en la guerra. Ahora, aquella primavera que reinaba y se había llevado consigo las nieves trayendo consigo de nuevo el sol, aquel día era aquel que Einar y Julia tanto habían esperado.

 —No seremos los primeros que nos casemos estando la novia embarazada — aquel día era la boda entre el jarl Einar Skjalagson y Julia Mesalina, la antigua esclava venida desde tierras lejanas. Una boda inusual por varios motivos: ella era extranjera, era una antigua esclava sin una dote que dar a la familia del novio y estaba embarazada. Algunos podrían pensar que se casaba con ella para mantener la honra de la muchacha, pero aquellas habladurías cesaban cuando alguien veía juntos a Einar y Julia, realmente eran una estampa adorable del amor y más ahora que estaban formando una familia.

    Julia se sentía dichosa, estaba en la misma casa que Einar pero ambos en habitaciones distintas mientras una costurera terminaba de arreglar el vestido de novia.

 —Bueno esto ya esta — anunció la mujer, en la habitación junto con Julia estaban Sieglind, Astrid,  y Aléxandros en calidad de criado.

 —Julia...luces como la mismisima Freyja — Sieglind sonrió mirando a la romana quien sonreía como una niña emocionada, pero Astrid la miró con gesto crítico, realmente la visión de Julia era adorable, llevaba un precioso vestido blanco adornado con patrones de tablet weaving en plata, aunque el vestido era ligeramente holgado debido a su incipiente vientre, ya el embarazo sería de unos cinco meses, su pelo estaba suelto pero con algunos mechones recogidos en trenzas, además de cuentas que decoraban las trenzas, su cabeza estaba adornada con una corona de flores de temporada y un largo velo caía a la espalda. Pero sin duda lo que embellecía era aquella aura de dicha y felicidad que tenía de casarse con el hombre que amaba.

 —Esta preciosa....pero...algo no encaja.....y te falta algo.... — Astrid se acercó a Julia examinando con ojo crítico a la muchacha, quien se sintió levemente intimidada  — El pelo, te han peinado como si fueses mucho mayor y te han peinado las criadas como si fueses mucho mayor y eres una jovencita adorable— su futura suegra soltó algunas de las trenzas haciendo el efecto más suavizado y aquellos mechones trenzados ahora estaban ligeramente ondulados. A continuación, Astrid se quitó del cuello un collar de plata que llevaba al cuello y se lo puso a Julia.

 —Este collar fue un regalo que me hizo el padre de Einar en nuestra boda....ahora quiero que lo tengas tú.

 —Astrid no puedo...

 —Eres la mujer que eligió mi hijo y eres la madre de mi futuro nieto. ¿Podéis dejarnos a solas? — tras aquellas palabras Sieglind, Aléxandros y la costurera salieron de la habitación dejándolas solas.

 —Cierto es que no me gustabas al principio, Julia Mesalina — confesó Astrid.  — Sé perfectamente como es que el marido no te ame y te abandone por otra, Ingrid...su matrimonio con Einar fue un arreglo como ya sabes y si no se daba veía la guerra sobre nuestras tierras. Pero mi hijo te ama y cuando lo supe pensé que ibas a ser su perdición....sólo te pido que le hagas feliz Julia.

 — Astrid, te prometo que le haré feliz. Le amo con todo mi corazón y te juró que le haré feliz hasta el fin de nuestros días.


    Se casaron en el mismo claro del bosque en el que Einar se casó con Ingrid pues era un lugar sagrado, la sacerdotisa les esperaba ahí. Durante toda la procesión de los novios se repitió las escenas de gritos y canciones para ahuyentar a los espíritus malignos, durante todo el camino Julia iba agarrada del brazo de Einar y se dedicaban miradas intensas de amor. Una vez allí la ceremonia prosiguió, primero con un intercambio de espadas, la espada predilecta de Einar con runas grabadas que Julia debería dar a su primer hijo una vez fuese un guerrero, la de Julia fue un regalo dado por Gunnar y Sieglind. Entre medias los novios cruzaron las espadas con los anillos en las puntas intercambiándolos y diciendo sus votos mientras se ponían el uno al otro el anillo. 

 —Yo, Einar Skjalagson ,te tomó a ti Julia Mesalina como mi legítima esposa y te prometo mi fidelidad y mi amor incondicional hasta el fin de los días con estos testigos y ante la mirada de los dioses.

 —Yo, Julia Mesalina ,te tomó a ti Einar Skjalagson como mi legítimo esposo y te prometo mi fidelidad y mi amor incondicional hasta el fin de los días con estos testigos y ante la mirada de los dioses.

Así, seguido con un beso fueron oficialmente unidos en matrimonio. Finalmente el lobo y la esclava estaban unidos y con un futuro brillante, libre de sombras, ante sus ojos.



   
    La celebración de la boda iba a ser larga, Julia ahora estaba sentada a la diestra de su esposo, disfrutando esta vez del banquete de bodas y al parecer no era la única, vio entre la multitud a Hjalmar y Aléxandros besándose, a Gunnar y Sieglind riendo y bebiendo de manera cómplice a la vez que con sus ojos de halcones vigilaban a sus hijos que correteaban entre las largas mesas, hasta vio a Ingrid con su amado Varg besándose también sin esconderse pues aquella anulación y esa nueva boda les daba a Ingrid y Varg la libertad de no esconder su amor tampoco.

—¿En que piensas, esposa?— preguntó Einar bebiendo un sorbo de cerveza y posando su mano sobre el vientre de Julia notando como el bebé se movía, de hecho Julia sonrió al notar los movimientos de su hijo en su interior.

—Que también nuestro hijo quiere celebrar, esposo. ¿Y tú?

—En que los dioses quisieron que me casar con la princesa pero siempre amé y amaré a la sirvienta....que se convirtió en princesa— se acercó a ella y volvió a besar sus labios suavemente, gesto totalmente correspondido por Julia, un beso lleno de amor y esperanzas para el futuro.

Báltico

    Ajena a la felicidad y boda de su hija, Claudia volvió a soñar con ella, un sueño repetitivo de la imagen de su hija acompañada de cuervos y lobos pero feliz de estar ahí, de tenerla cada vez más cerca, ya hasta podía rozarla pero siempre en el último momento se despertaba, como acababa de pasar debido a un cubo de agua que impacto sobre su cuerpo.

—Levántate es la hora de empezar a trabajar— le dijo Asha, una vieja esclava que dominaba sobre los esclavos, Claudia tambaleando se levantó, maldiciendo una vez más aquella vida tan cruel, pero había analizado con frialdad que mejor era aguantar pues si la entregaban a los vikingos a parte de librarse de esos malnacidos....quizás podría en tierras vikingas encontrar a Julia....porque ahora estaba convencida de que estaba viva. Pero ahora debía de centrarse en sobrevivir, cosa que estaba haciendo a duras penas, pero intentaba mantener su temperamento calmado y no explotar aunque ganas le daban de matarlos a todos a veces. 

Comentarios

  1. Precioso capítulo. tierno y amoroso que bonito...A ver si Claudia es capaz de encontrar a su hija Julia será una motivación y ayuda para ella. Un abrazo Sandra gracias por tu generosidad de subir la novela al blog . Muakiss.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares