Suavis Inimicitia "La vida sigue,o no.."
Adriana fue testigo de la ejecución del príncipe íbero
Etbaal,aparte de los soldados que lo presenciaron,sus mujeres también
lo hicieron pero en un segundo plano. Adriana no pudo evitar sentirse
mal en parte por la suerte de Etbaal,sabía que Aníbal iba a
torturarle y matarle pero ella no estaba acostumbrada a ver la
muerte,sólo lo había visto cuando iban al Coliseo y veían los
juegos de gladiadores,y nunca fue capaz de verlo directamente. Pero
pensó fríamente en que esa patética parodia de hombre había
tratado de violarla. Se merecía que muriese,sentenció para ella
misma en cuanto vio como traían al íbero.
Aníbal no tardó en ordenar la crucifixión del
íbero,Etbaal no gozaba de la simpatía de ningún cartaginés, si se
había atrevido a tratar de propasarse con la mujer de su
general,¿qué no podría hacer con sus mujeres? Así que pronto
Etbaal estaba crucificado en el centro del campamento,moriría
así,solo,patético y destrozado,pero sería cuestión de horas o
incluso días.
Los soldados no tardaron en irse al sitio de una ciudad
íbera enemiga cerca del palacio de Himilcon,quién extrañamente no
había pronunciado palabra sobre la ejecución de su hijo. Pero
Adriana no tuvo mucho tiempo para pensar en lo de Etbaal porque
Aldara la tuvo toda la mañana limpiando y le indicó como podía
preparar algo de comer,Aníbal no iría seguramente dado que tenía
que estar ahí como el general que era,pero Élbir seguramente sí
por ser un soldado de rango menor,al menos Adriana no estaría sola
con los niños.
Cuando los pocos hombres que pudieron ir al campamento
para poder comer y después volver llegaron,Élbir trato de ir con
Bolmícar para comer la comida de Aldara,pero Bolmícar dijo esta vez
que no porque quería estar un rato solas con su familia. Élbir lo
comprendió y cómo cuando llegaron a Iberia Aníbal le dijo a Élbir
que cuidase de Adriana,de modo que fue a la tienda de su general
donde estarían Adriana y los retoños de su general. Cuando Élbir
llegó,Adriana estaba dentro de la tienda,pero había delante de una
fogata enfrente de la tienda había una olla con su primer intento de
comida que no fuese un desayuno. Élbir cuando llegó a la
tienda,entró dentro en busca de Adriana,que estaba acostando a
Aradna en una improvisada cuna,así que la romana se asustó cuando
él entró de golpe así que Adriana como acto reflejo saco su
falcata,Élbir se quedo petrificado y más al ver cómo ella se
echaba a reír al verle.
-Haberme avisado de que eras tú,me asustaste.
-Perdona,Adriana.
-Espero que vengas con hambre- rió Adriana a la vez
que guardaba la falcata en el cinto que ceñía a su cintura
-Como si de un lobo me tratase- Adriana ante tal
respuesta se hecho a reír,ese tipo de respuesta con una metáfora le
recordó a su primo Fabio.
-Sigues hablando con Fabio por carta,¿no?- Élbir
asintió y Sadik,ya queriendo comer y como su madre le dijo que hasta
que Élbir no fuese no comía se acercó al soldado con inesperada
seriedad e inflando infantilmente los mofletes.
-Tardaste y tengo hambre- dijo el niño a modo de
protesta,ambos adultos se echaron a reír por la protesta de Sadik.
-Ya comemos cielo.
-¿Qué hiciste,Adriana?
-Aldara me dijo que hiciese lentejas- Élbir se relamió
de solo pensarlo,comida recién hecha,se moría de hambre. Salieron
de la tienda para comer enfrente de la fogata,pero cuando vio las
lentejas en su plato la emoción se le fue disipando,ahí no había
legumbres,estaban al fondo del plato,cuando dio una cucharada las vio
muy muy negras y el resto de ingredientes estaban duros o
quemados....eso tenía muy mala pinta....
-Probad y decidme que os parece- le azuzó Adriana
ilusionada,Élbir miró a Sadik y el niño correspondió la mirada,el
niño también tenía pocas ganas de comer al ver semejante plato de
comida. Sadik se armo de valentía y fue el primero en comerse una
cucharada de la comida,pero tardo en tragar y por su expresión no le
gusto.
Élbir también probo la cucharada de las lentejas y
trato de saborear la comida,pero eso no tenía nada de sabor a
excepción de un ligero toque a quemado.
-¿Qué tal?- preguntó Adriana ilusionada con la
crítica de la primera comida que preparó.
-Esta.....muy....bueno....-musitó Élbir sin mucha
convección,cosa que no paso inadvertida para Adriana.
-No te gusta.
-Sí....esta muy...bueno....-rápidamente se apresuro a
comer otra cucharada de las insípidas y quemadas lentejas,pero Sadik
inocentemente le devolvió el plato llenísimo a su madre.
-Mami,no quiero más.
-Pero si no comiste...¿estas malito?
-No....voy a jugar- el niño se fue de ahí corriendo
temeroso de que su madre le obligase a comer más del plato.
-No esta bueno,¿verdad?-preguntó Adriana al ver como
Sadik salía corriendo de ahí. Élbir negó varias veces con la
cabeza,no quería desanimarla,así que a duras penas se comió todo
un plato de las lentejas,pero se apresuro a ello para salir después
corriendo a buscar a Bolmícar para volver al sitio de la ciudad
íbera.
Ambos volvieron al sitio donde no había muchos
cambios,esos testarudos íberos se estaban haciendo los duros de roer
pero pronto caerían ya fuese bajo la espada o por el hambre.
Hablando de hambre,Élbir seguía hambriento porque la insípida
comida que le dio Adriana.
-¿Qué tal la comida que te hizo la mujer de nuestro
general?
-Horrible,Bolmícar, estaba quemado,duro y no sabía a
nada – con esto dieron por terminada la conversación sobre los
dotes culinarios de Adriana.
(ejecución de Etbaal)
(Adriana y Élbir)
Sos tan genial al escribir y comentar
ResponderEliminarUna diosa de las palabras
un abrazo desde Miami para vos
me ha encantado.
ResponderEliminarpobre Adriana XDXD. ya aprenderá a cocinar.
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