Suavis Inimicitia "Huída"
Habían pasado dos meses en Iberia y Aníbal estaba
harto del sitio a la ciudad,malditos y cobardes íberos,que se
atreviesen a dar la cara y a luchar. En cuanto pudiese arrasaría con
toda la ciudad,levantaría tantas cruces que no dejaría un palmo de
tierra sin una cruz con un íbero de esa ciudad clavado en ella. Pero
los sitios eran así,lentos y pesados si los enemigos resistían,en
fin,ya los destrozaría cuando esos salvajes se decidieran a luchar.
-Esto va para largo,hermano- musito Aderbal mirándo
las murallas de la ciudad,llevaban casi un mes con el sitio y Aderbal
también estaba harto,ambos eran guerreros y necesitan luchar.
-Pero se ve que estos cobardes prefieren morirse de
hambre y sed en vez de luchar- tras tantos años luchando juntos se
entendían con solo mirarse y sabían que los dos necesitaban luchar
ya,usar las armas y no estar ahí a la espera.
-Extraño a Dido y a Âkil- musitó Aderbal mirando el
cielo,era ya casi de noche y quizás fuesen a trasladar ahí el
campamento porque el sitio a la ciudad bética parecía que se
alargaría más de la cuenta,así que sería mejor acampar al pie de
la ciudad.
-Lo sé. Yo debería haber dejado a Adriana y a los
críos en Cartago con ella y Âkil. Bueno,a partir de mañana con el
campamento aquí los veré más a menudo.
-Bueno,ha sido parte gracias a ella de que los béticos
destronasen a Himilcon y pusieran a Íscer en su lugar.
-Sí- admitió Aníbal. Al día siguiente tendría a su
mujer y a sus hijos cerca nuevamente,aunque fuese solo para dormir
junto a familia, su hija Aradna tenía ya cinco meses y Sadik
seguiría siendo un volcán de tres años. Lo malo es que tendría
que probar la horrible comida de Adriana a diario,la había probado
un par de veces y el cocinar bien era algo casi imposible para ella y
trataba de evitar comer cualquier cosa cocinada por su esposa. De
hecho una vez,Aldara le dio unos conejos despellejados para que los
asase y lo curioso fue que le salieron carbonizados por fuera y
crudos por dentro. Menos mal que Aldara seguía preparando de comer a
todos,incluidos para Adriana y Sadik,ya que aunque Aradna ya comía
unos purés que era lo único que le salía bien a Adriana,a parte
del desayuno que le salía bien.
Ya al día siguiente el campamento militar fue
trasladado bajo las murallas de la ciudad íbera,los soldados que
tenían ahí a su familia podían pasar más tiempo con sus mujeres e
hijos, Aníbal entre ellos,aunque lo trato de demostrar cuando ya
tenía ahí a su familia. Sadik estaba emocionadísimo por la batalla
y no paraba de preguntarle cosas a su padre impulsado por la
curiosidad. Aradna tenía casi medio año y era una muñeca aunque
con una inesperada seriedad impropia de un bebé. Y Adriana,su esposa
seguía siendo la mujer más bella y dulce. Por fin estaban más
juntos.
________________________________________________________________________________ Cuando por la noche en la tienda,Aníbal le dijo a Adriana que aún les quedaba tiempo en Iberia,Adriaba bufó un poco,quería volver a casa. No es que estuviese molesta por pasarse el día limpiando,lavando,cosiendo y cocinando comida incomible, sino que prefería más estar en su casa en Cartago que en un campamento militar en Iberia.
________________________________________________________________________________ Cuando por la noche en la tienda,Aníbal le dijo a Adriana que aún les quedaba tiempo en Iberia,Adriaba bufó un poco,quería volver a casa. No es que estuviese molesta por pasarse el día limpiando,lavando,cosiendo y cocinando comida incomible, sino que prefería más estar en su casa en Cartago que en un campamento militar en Iberia.
-No es que me moleste hacer tareas domésticas, es
que....Iberia no....
-Lo sé. No te gusta- Aníbal miró con cierto
desagrado disimulado la olla con la comida que había hecho Adriana
para la cena,lo peor es que Sadik le había dejado solo ante el
peligro diciendo que estaba muy cansado por jugar con Tirso y yéndose
a dormir pronto. Lo que había hecho Adriana en teoría era
arroz,pero parecía una pasta pegajosa de arroz.
-Y que tu me dijiste que podrías descansar cuando
volviésemos a casa,te estas matando lentamente si no te matan estos
íberos- de momento la única íbera que le caía bien era
Altea,aquella esclava que se salvo de las garras de Etbaal y que
ahora estaba empezando una relación con un joven soldado.
-Adriana,cuando acabe esto volveremos a Cartago,te lo
juro. Y si pasase algo,si los íberos atacasen,Élbir os llevaría a
ti y a los mocosos a Cartago Nova, y ahí nos reencontraríamos si
pasase algo- lo tenía planeado desde hace tiempo,si pasaba algo que
viese que pudiese poner en grave peligro a su familia Élbir los
escoltaría a Cartago Nova. Se moriría si a su mujer o a sus hijos
les pasase algo.
Aníbal no se salvo de comerse la comida que hizo
Adriana,le costo más que una batalla el comer semejante insulto a la
alimentación. Aunque lo comió y mintió diciendo que si que era
comible,no pudo evitar reprimir un gesto de asco. En fin,a Adriana le
quedaba practicar más.
Esa noche el calor de la intimidad los unió mucho
más,cada palabra que se decían era susurros para que los niños no
se despertasen,las muestras de amor y pasión así casi en silencio
era la primera vez que lo hacían,pero solo para que los niños no
despertasen. Hacía mucho que no disfrutaban de la intimidad de
pareja.
Una vez amaneció,Aníbal no despertó a Adriana,aunque
no desayunase iría ya al sitio donde estarían los guardias que
estuvieron vigilando por la noche.
-¿Alguna novedad,soldados?
-No mi general- Aníbal gruño,maldición....sería más
fácil prenderle fuego a la ciudad y que saliesen todos prendiéndose
fuego.
-Malditos íberos vagos y asquerosos que no se atreven
a dar la cara,sino que se encierran en las murallas- musitó
Aníbal,estaba harto del maldito asedio. Aderbal lo sabía cuando se
acercó a su hermano de leche,sabía que estaba de muy mal humor,por
tanto no se acerco mucho a su amigo.
Pero,inesperadamente las murallas de la fortaleza se
abrió y pillando a los púnicos con las defensas bajas,los íberos
atacaron. ¡Maldita sea! Habían sido muy listos los bárbaros.
Aníbal se apresuró a desenvainar la espada y antes de lanzarse al
combate como un león salvaje,miró a Élbir y no hubo falta
explicaciones porque el joven soldado sabía lo que tenía que
hacer,ir corriendo a por Adriana,Sadik y Aradna y huir a Cartago
Nova. Élbir hecho a correr a más no poder mientras su general y el
resto de los soldados empezaban a luchar de manera encarnizada y
sangrienta.
Adriana cuando vio que empezaba la batalla,se apresuró
en coger a sus hijos. A la pequeña Aradna la metió en la banda de
tela que se solía anudar al hombro para llevar a su hija y tener las
manos libres,y a Sadik lo cogió en brazos.
-Mami,¿qué pasa?- preguntó el niño notablemente
asustado.
-Los íberos atacan,pero tranquilo cielo, no pasara
nada.
-¿Y padre?
-Él
esta luchando,ganará- “Oh
poderosa Juno,reina de los dioses,por favor,protegenos y protege a
Aníbal”-pensó
la mujer viendo como Élbir venía a por ella a más no correr.
-¡Tenemos que huir!- exclamó Élbir tomando a Adriana
de la muñeca y cogiendo a Sadik en brazos para echar a correr los
dos y huir de Baécula hasta Cartago Nova,dónde estarían seguros.
-¡¿Y Aníbal?!-preguntó Adriana mientras echaba una
rápida mirada hacía atrás para ver algo de la batalla,más por
preocupación que por otra cosa.
-¡Estará bien!- Élbir sujeto con fuerza la mano
Adriana para que no se separasen y aferraba con fuerza a Sadik ,que
estaba petrificado por el horror fugaz que había visto,con su otro
brazo.
Lejos de lo que creía Adriana,Aníbal era quién iba
arrasando a los íberos,recibió heridas,pero por cada corte que él
recibía,un íbero caía muerto a sus pies. Por fin tras días de
inactividad luchaba,era como una fiera sedienta de sangre que por fin
se saciaba. Corto cabezas,cuellos,desmembró,mutilo....Los íberos
eran fuertes,pero los cartagineses tenían el factor de que estaban
descansados mientras que los íberos se habían lanzado a la lucha
porque ya casi no tenían alimentos en la ciudad,era una opción
suicida. O luchar y morir con honor o morir de hambre. Aníbal era
imbatible,pero temía por su familia. Su esposa y sus hijos ya
habrían huido de ahí con Élbir, ojalá los dioses los protegiesen
para que llegasen bien a Cartago Nova.
Élbir y Adriana,junto con los niños, corrían a más
no poder para protegerse,por suerte ningún enemigo les había visto
irse del campamento pero quedaba lo más duro,llegar desde Baécula
hasta Cartago Nova a pie y con dos niños pequeños,sería bastante
duro pero era lo que tenían que hacer para salvarse. Aunque Adriana
seguía muerta de preocupación por si su esposo estaría bien,ojalá
que los dioses le ayudasen a él y a ellos.
-¿A cuánto esta Cartago Nova?- preguntó Adriana
jadeando mientras corrían por el bosque,esquivando ramas de árboles
y tropezándose un par de veces debido a la irregularidad del
terreno.
-A caballo a dos días,a pies....pongamos casi una
semana- Adriana asintió con la cabeza,una semana....seria
agotador....
Tras casi veinte minutos de carrera continua sin parar
un solo segundo pararon unos minutos para recuperar el aliento y
tranquilizar a los niños que lloraban por el miedo. No le fue
difícil a Adriana tranquilizarse y mediante palabras cariñosas y
una pequeña mentira de que eso era una aventura segura y que no les
pasaría nada,aunque eso estaba por ver.
-Sadik,cariño. Recuerda la historia de Hércules,el
hijo de Júpiter, piensa que esto es como...uno de los doce trabajos
que realizó. Es una aventura.- Sadik creyó a su madre,inocencia
infantil y fe ciega en su madre,se creía de verdad que eso sería
una aventura,no una carrera para salvar la vida hasta Cartago Nova
atravesando parte del sur de Iberia. Ojalá los dioses les ayudasen y
salvasen la vida.
(Pasión)
(Huida)
(en la lucha)
Me alegra que te haya gustado mi blog. Voy a darme una vuelta por el tuyo para ver qué nos ofreces.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias por tu comentario y espero que mi blog te guste n.n
EliminarMagnifico blog escribes maravillosamente bien
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario,espero verte mas a menudo n.n
EliminarUn beso