Yggdrasil: Capítulo 9 "Problemas y pasión"

     Los tranquilos días de verano iban terminando, pronto el sol iba alumbrando cada vez menos y el frio poco a poco iba reclamando aquellas tierras, con el invierno iba a llegar el momento de aquella lucha que los llevaría lejos de sus hogares para ayudar a sus aliados entre otras cosas. Un invierno, que con aquellos inicios tan fríos pues con forme los días se acortaban y las noches iban obteniendo más dominio, indicaba que iba a ser extremadamente crudo y duro haciendo que pronto la gente de la ciudad de Rowansborg fuese preparándose para el invierno, habría que recoger la cosecha, ir preparándose para el frío quien muchas veces tendía a ser cruel y arrebatar vidas o como algunos decían ahí "Hel esta pasando el rastrillo" pues la muerte en el invierno aumentaba y más a las castas más inferiores, y a los más jóvenes.
     Einar y Julia como padres primerizos tenían el miedo de que algo malo le pudiese suceder a Freydis pese a los consejos de los padres más experimentados, pero aquel primera paternidad les hacía sentirse torpes y asustados de no poder cuidar y proteger bien a aquella indefensa criatura. Muchas noches Julia se encontró de la escena de Einar con Freydis en sus brazos y susurrando aquellas plegarias a sus dioses y ella misma se vio poniendo algunos amuletos de madera colgados de la cuna de Freydis para que ningún espíritu o ser de aquella mágica tierra pudiese hacerle daño a Freydis. 

 —¿Sabes, Freydis? Se duerme de noche y se da guerra de día — una de aquellas madrugadas amenazantes del frío, Einar tenía a su hija en sus brazos, la niña les había despertado por sus llantos y una vez Julia le dio el pecho la niña aún no se dormía y ambos se turnaban para estar meciendo a Freydis para ver si se llegaba a dormir. Pero la pequeña no le hacía caso a su padre y seguía llorando mientras Einar caminaba por la habitación meciendo a la niña.

 —¿Te doy el relevo? Necesitas dormir.

 —Esto ya es personal....duerme tu Julia

 —Ya estoy despierta....
 — Julia sonrió notablemente cansada, gesto correspondido por Einar, ambos estaban agotados y se le ocurrió a él el meterse en la cama con la niña en medio a ver si la bebé al verse entre sus padres por fin decidía dormirse. Funcionó pues pronto dejó de llorar pero se durmieron antes Einar y Julia notablemente agotados.


 —¿Señor?
 — Einar estaba medio durmiéndose con la cara apoyada en su mano mientras le estaban hablando, ante aquella llamada de atención parpadeó un par de veces poniéndose recto. Estaba reunido con un granjero y su familia que habían venido huyendo de los restos de su granja pues habían sido atacados, era un asunto importante pero las noches de insomnio le estaban haciendo algo de mella.

—Mis disculpas, mi hija esta decidida a matarme mediante privación de sueño— sonrió pues aquel granjero era padre debido a un pequeño niño que se escondía tras su padre.

—Mi señor jarl mi esposa y yo pasamos por eso de modo que no nos ofende, eso significa que su hija crece sana.

—Si, gracias a Freyja. Entonces....¿vinieron unos jinetes y prendieron fuego a vuestra granja?

—Así es mi señor, le juro que no debíamos nada ni tenemos enemigos, sólo trabajamos en la granja— intervino la esposa del granjero notablemente afectada al recordar aquello. En aquel momento Julia llegó y se situó al lado de Einar, acababa de dormir a Freydis de ahí que no estuviese ahí hasta ese momento.


—¿Qué ha pasado?— preguntó la romana mirando a los granjeros.

—Les han quemado la granja....¿visteis algo distintivo en aquellos jinetes?

—No mi señor, nosotros no, pero nuestro hijo....

—Acércate pequeño — Einar se agacho a la altura del niño, un infante de apenas nueve años que tímidamente salió detrás de su padre, aún estaba con el miedo en el cuerpo después de haber visto su hogar arder y todo perderse.

—¿Qué viste?— el niño miró a sus padres y después a Einar rompiendo a llorar como resultado del trauma y de todo el estrés que había pasado en poco tiempo.

—Eh, eh....tranquilo, estáis a salvo, ¿Cuál es tu nombre?— fue Julia quien se acercó también al niño e intentó tranquilizarle con una sonrisa agarrando sus manos — Mi nombre es Julia y él es Einar.

—Me...me llamo Axe....

—Axe que nombre tan bonito. Axe, Einar necesita que le digas que viste para poder saber quienes fueron y yo misma te prometo que serán castigados por lo que hicieron.

—Vi...vi la cara de uno...tenía un símbolo de desterrado en su mejilla....— Einar se quedó helado, ¿podría ser.....?

—Axe....ese hombre que viste, ¿tenía además un corte aquí?— se señaló debajo del ojo, aquella cicatriz era distintiva de Gerd debido a que fue Skjalag quien se la hizo de un golpe que le dio con el pomo de la espada casi sacándole el ojo pero aquel corte quedó para siempre.

—Sí señor.

Gerd....aquel traidor que los vendió en las tierras de Ingrid y Haralf....el desterrado. De una manera u otra había conseguido crecer en el destierro.



—Me estoy intentado vestir....— Claudia musitó mientras Haralf la abrazaba por detrás y volvía a besar su cuello. ¿Cómo había caído finalmente en brazos de aquel muchacho? Fácil para quitárselo de encima, al menos así misma se lo justificó, porque que cada vez que la viese intentase cortejarla o incluso llegar a estar en público gritarle a los cuatro vientos "¡Un día serás mi esposa!" haciéndola morirse de vergüenza porque todo el mundo se giro para mirarlos. Simplemente pensó que si se acostaba con él Haralf se olvidaría de ella de modo que aquella noche se presentó en casa de Haralf y casi no le dio tiempo a hablar cuando se lanzó a besarle, el primer beso de ambos, y en cuanto se dio cuenta ya estaban en la cama, pensó en que pasaría lo de siempre, evadirse.
Pero se equivocó.
Nadie en tanto tiempo había tocado su cuerpo con ternura, en mucho tiempo no sintió en vez de besos falsos cargados de lascivia, besos llenos de pasión y deseo. Nadie la había tomado con tanta pasión pero a la vez ternura....nadie desde su dulce Enyd/Alba, aquella gala que fue su amante y protegida hasta que murió en el mar....aún pensaba en ella agradecida por todo.


—Quédate....— le susurró Haralf abrazándola con fuerza, atrayéndola contra, aún estaba desnudo mientras que la romana se empezaba a vestir dispuesta a irse de su lado.

—Haralf podría ser tu madre....

—Pues tus gemidos de antes no eran precisamente de amor madre e hijo.

—No va a volver a pasar.....deberías buscarte a una de tu edad que pueda darte hijos.

—¿No entiendes que me da igual que seas mayor que yo? Me gusta la fuerza que tienes, el valor que tienes, además de que eres hermosa, ¿de verdad te importa lo que puedan decir?— Claudia se separó de él y le dedicó una mirada dura....que apenas duro porque aquel chico estaba rompiendo los escudos que ella misma levantó para evitar más dolor.

—Nunca más....— esta vez no sonó muy convencida, y menos cuando Haralf la besó y la condujo a la cama de nuevo.....al parecer si iba a quedarse.

Comentarios

  1. que lindo esta nueva historia de amor de Claudia y ese joven. Si es que el amor y la pasión no tiene edad,. Y bueno presiento que va a comenzar una nueva guerra. Gracias Sandra . Preciosa historia , Besitos.

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