Suavis Inimicitia: "Primeras impresiones"
La noche les pasó rápido para todos,pero sobretodo
para el sobrino mayor de Aníbal,se levantó poco después del
amanecer,menos mal que su tío le había dicho que como había de
momento paz,él tenía unas semanas libres y por tanto no estaría
totalmente solo en la casa de la familia de su padre. Así que el
filósofo se levantó de la cama y salió bastante desorientado de la
habitación,recorrió los largos pasillos sin ver a nadie. Dedujo que
estaría en la parte de la casa destinada a la familia Melkart,sabía
que en las casas ricas los hogares estaban divididos por una línea
invisible que separaba la vida cotidiana de la familia del complejo
universo de los criados. Aún así,desorientado siguió deambulando y
explorando la gran casa.
Mientras,Sadik había sido despertado por su hermana
porque la niña no quería dormir más y tenía ganas de jugar,aunque
su hermano estuviese que se caía de sueño,pero Aradna era cabezota
y si quería jugar y para eso tuviese que arrancar a su hermano de
las sábanas lo haría. De modo que ambos niños salieron de la
habitación del primogénito para ver si podían jugar en el balcón
de la habitación de sus padres que era el mas amplio y con mejores
vistas . Ambos niños desconocían que su padre había vuelto ya y
como su madre no cerraba la puerta desde dentro entraban a sus anchas
para jugar.
-En fin.....ya que me despertaste.....¿a que quieres
jugar?.....-preguntó Sadik dando un bostezo,aunque se veía venir a
que quería jugar su hermana porque Aradna llevaba en las manos unas
muñecas de trapo.
-A las muñecas- los niños iban tan tranquilos a la
habitación de sus padres cuando se cruzaron con un desconocido con
ropas de dormir. Aníbal aunque iba medio dormido se percató de la
presencia de sus pequeños primos.
-¿Vosotros sois Sadik y Aradna?- preguntó el
púnico-griego con un brillo de ilusión,no se percató que él al
igual que su tío estaba desaseado y sin afeitar,cosa que asustó a
los niños no sólo por su aspecto sino porque lo tomaron por un
ladrón,y cómo aún eran muy pequeños hicieron lo único que podían
hacer:
-¡¡¡MAMÁ!!- gritaron los niños a la vez que salían
corriendo en dirección al dormitorio de sus padres,el mayor fue tras
ellos diciéndoles que no era ningún ladrón ni que les iba a hacer
daño,pero Sadik y Aradna como quienes oían llover,una vez llegaron
a la habitación de sus padres empezaron a aporrear la puerta y
llamando a gritos a su madre.
-¡Esperad! ¡Que soy de la familia,no os voy a hacer
daño!
-¡Mentira,mentira! ¡Mamá!- seguían gritando los
niños aporreando la puerta,que se abrió de golpe y estaba quién
menos esperaban los pequeños; su padre. Pero su padre estaba
completamente desnudo y los niños eran la primera vez que veían a
su padre desnudo,lo habían visto desnudo de cintura para arriba,pero
nunca desnudo por completo.
-¡¿Qué coño hacéis aporreando a la puerta?!- era
evidente que tras pasarse la noche entera disfrutando de su mujer
quería dormir,y otra cosa más tarde con Adriana ya que tenia una
erección,cosa que asustó más a los niños. Pero su primo mayor no
tardo en taparles los ojos a los dos,ojalá pudiesen olvidar pronto
el ver a Aníbal así.
-Tío....por favor tapate....
-Es mi casa y si quiero estar desnudo,estaré desnudo.
Vosotros dos- preguntó dirigiéndose a sus hijos- contestad.
-Queríamos jugar.....y.....vimos a un hombre
raro.....padre por favor tapate...-pidió Aradna aún con los ojos
tapados. Aníbal gruño y entró en su habitación para taparse de
cintura para abajo con una sábana que se enrollo en la cintura.
-Ya puedes soltarlos- el púnico-griego destapo los
ojos de sus primos,pero los niños se quedaron clavados en el sitio
debido a la impresión que se habían llevado.
-No se creen que sea de la familia- rió el joven
Aníbal,pero la sonrisa se le borró de inmediato al ver la expresión
de absoluta seriedad de su tío.
-Sadik,Aradna,él es vuestro primo,esta de
invitado,jugad con él- dijo entrando de nuevo en la habitación,pero
antes de que cerrase la puerta Sadik se agarró a la sábana con la
que su padre se había tapado.
-Padre.
-¿Qué?-preguntó bruscamente,tenía sueño y eso le
provocaba mal humor y no estaba para tonterías.
-¿Por qué tienes el pito tan grande?- preguntó
curioso sacándole los colores a su padre,quién no pudo evitar
reprimir una carcajada.
-Cuando seas mayor ya verás- dijo sin más cerrando la
puerta para volverse a acostar de nuevo,dejando a su sobrino mayor al
cargo de sus hijos. El joven tragó saliva,ilusionado con jugar con
esos pequeños púnico-romanos que eran sangre de su sangre,tenía
una debilidad increíble por los niños y el amor que sintió por sus
pequeños primos fue inmediato.
-¿De verdad que eres nuestro primo?- preguntó Sadik
aún con sumo recelo,era desconfiando con quién no conocía,así que
a Aníbal le tocaba ganarse la confianza de sus primos.
-Sí. Verás,vuestro padre era hermano de mi
padre,Arístides. Y he vivido toda mi vida en Grecia hasta ahora,que
estaré un tiempo aquí en Cartago. ¿Queréis que juegue con
vosotros?- preguntó con una amplia sonrisa. Los hermanos se miraron
entre sí,si su padre había dicho que era su primo y que jugasen con
él,debían de hacerlo.
-.....Vamos a jugar a la muñecas....- dijo Aradna
tirando de su hermano en dirección a su habitación para jugar ahí.
-....Ven tu también...-dijo Sadik haciéndole un gesto
con la cabeza a su primo para que fuese con ellos a jugar. Cosa que
Aníbal no dudó en hacerlo y siguió a los niños para distraerles
un rato.
Las cosas de los niños... Los hacen grandes.
ResponderEliminarBesos de Pecado.
Los niños son capaces de ver inocencia en situaciones muy explícitas.
EliminarUn beso
¡Hola, Sandryska! ^^
ResponderEliminarMe gustan mucho las historias que publicas sobre Adriana, Aníbal y todo el mundo de los romanos. Muy buena entrada. Ay, los niños... Espero regresar pronto y disfrutar de otro de tus relatos.
Besos,
Windflower.
Hola!
EliminarMe alegro de que te guste mi humilde historia,la verdad es que esta pareja se hace bastante de querer jeje. Los niños....que no se les ocurre xD
Un beso!
que gracia los niños XDXD. acabo de publicar en una vida marcada.
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